Aquaplaning

Aquaplaning Michelin

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05 de noviembre, 2018

El otoño avanza y con él aumentan los días de lluvia y el riesgo de sufrir aquaplaning. Te damos estos consejos para evitar esta situación que suele acabar en graves accidentes. Como se suele decir, más vale prevenir.

En el otoño vuelven de nuevo las lluvias y con ellas uno de los fenómenos más peligrosos al que se enfrentan los conductores: el aquaplaning. Por desgracia, una vez que se presenta no podemos hacer mucho más que esperar a que los neumáticos recuperen el contacto con el asfalto, así que lo mejor es saber por qué se produce el aquaplaning para evitarlo.

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Si comprendemos lo que causa algo es más fácil evitarlo, solucionarlo o minimizar sus efectos. El aquaplaning es un fenómeno físico que se produce cuando se queda atrapada una capa de líquido entre dos superficies. Seguro que has visto alguna vez en la playa a algún chaval tirando una tabla sobre el agua que queda en la orilla y saltar corriendo sobre ella para deslizarse patinando. Eso es aquaplaning.

Aunque nos parezca increíble, basta una fina capa de agua para hacer flotar un coche sobre sus ruedas. Hay cuatro factores decisivos para que un coche llegue a flotar sobre el asfalto mojado: su peso, su velocidad, el estado de los amortiguadores y los neumáticos. A igualdad de velocidad y estado de los neumáticos y amortiguadores, cuanto más ligero sea el coche más fácil es que flote. Del mismo modo, a igualdad de peso, amortiguadores y neumáticos cuanto mayor sea la velocidad también más probable es sufrir aquaplaning, por último, a igualdad de peso y velocidad, cuanto menor sea la profundidad del dibujo de las ruedas o peor estén los amortiguadores más fácil es empezar a flotar.

Por qué se produce el aquaplaning en los coches

El aquaplaning impide que podamos dirigir, frenar o acelerar, el coche flota sobre el agua.

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El aquaplaning se produce porque los canales que forman el dibujo del neumático no son capaces de evacuar toda el agua que pisa y entonces flota. Si vamos despacio, el agua es capaz de «escapar» por los canales del neumático porque le damos tiempo para hacerlo. Cuanto menos tiempo tenga para escapar más fácil es flotar, pero no sólo depende de la velocidad.

Cuanto mayor sea la anchura del neumático más agua pisa y más agua necesita evacuar. De aquí sacamos la primera conclusión: cuanto más anchas son las ruedas más pronto aparecerá el aquaplaning.

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La segunda conclusión es que cuanto más pequeños sean los canales de evacuación, más fácil es empezar a flotar. El tamaño de los canales, además de por el diseño del dibujo del neumático, está determinado por la profundidad de éstos. Un neumático nuevo tiene una profundidad cercana a 1 cm. Un neumático a la mitad de su vida útil ha reducido el tamaño de sus canales de evacuación a la mitad, de modo que el aquaplaning aparecerá mucho antes.

Con toda esta información ya debemos reconocer dos cosas que van a predisponer a nuestro coche a sufrir más las consecuencias de conducir con lluvia. Cuanto más anchas sean nuestras ruedas y mayor sea su desgaste peor, lo cual deberemos tener en cuenta a la hora de prevenir y bajar nuestra velocidad de marcha cuando el asfalto esté mojado.

Cómo evitar el aquaplaning

Lo mejor para evitar el aquaplaning es circular a una velocidad prudente cuando llueve.

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Tenemos que entender que cuando el coche está sufriendo aquaplaning estamos en la misma situación que si el coche estuviese volando. Si las 4 ruedas están en el aire el coche no es capaz de frenar, ni acelerar ni girar a un lado o al otro por más que frenemos, aceleremos o giremos el volante. Por esto es vital evitar en lo posible caer en esta trampa mortal. Para ello debemos seguir estos consejos:

  • Mantenimiento del coche: los neumáticos y los amortiguadores son una prioridad para evitar este problema. Unos neumáticos nuevos con unos amortiguadores al final de su vida útil no sirven de nada. Si nuestras ruedas están gastadas y nuestros amortiguadores ya han superado la mitad de su vida, reduce la velocidad.
  • Presión de los neumáticos: las ruedas con la presión baja aumentan la superficie de la banda de rodadura que roza con el asfalto y reducen el tamaño de sus canales de evacuación. Lo mejor es que los días de lluvia pongas la presión de neumáticos más alta recomendada por el fabricante, incluso aunque viajes con el coche vacío.
  • Velocidad prudente: lo mejor para evitar un susto es llevar una velocidad prudente cuando llueve o cuando hace poco que ha llovido. Pueden quedar charcos tras un fuerte aguacero aunque en el momento en que circulemos ya no caiga agua.
  • Campo de visión: siempre hay que llevar la vista buscando los problemas que pueda haber. Si ves zonas más brillantes en el asfalto o charcos, intenta no pasar por ellos o reducir la velocidad, pero siempre con anticipación. No intentes frenar cuando ya estás encima del charco ni cambiarte de carril sin comprobar que no viene nadie o cuando ya estás encima del problema.

Qué hacer frente al aquaplaning

Mantener la calma y sujetar firmemente el volante es lo único que podemos hacer frente al aquaplaning.

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Si no hemos podido evitar el problema y ya estamos en él debemos saber cómo reaccionar. Ya dije antes que no podremos frenar ni acelerar ni dirigir el coche, pero sí hay cosas que debemos tener en cuenta:

  • Sujeta bien el volante: al pasar un charco hay zonas más y menos profundas. El agua tiende a frenarnos y cuanto más profundo sea el charco más nos frenará. Es muy frecuente que al pasar un charco el volante tienda a girar debido a que las ruedas que pisen una zona más profunda se frenan más que las del otro lado. Si no llevamos el volante bien sujeto tendremos un problema. Agarra el volante con las dos manos y mantenlo en la posición correcta (recto si estás en una recta y algo girado en curva, pero no lo gires más de lo que sea necesario, si te asustas y lo giras mucho, en cuanto pasemos el charco el coche dará un bandazo).
  • Evita frenar y acelerar: no pises el freno ni el acelerador, levanta el pie suavemente para que la propia densidad del agua aminore nuestra velocidad y que dejemos de flotar lo antes posible.
  • Prepárate ante un posible impacto: lo normal es que el charco no sea muy largo y pronto recuperemos el control del coche. Trata de mantener la calma con los consejos anteriores hasta superar la zona encharcada. Si ésta es muy larga el coche estará sin control bastantes metros y su trayectoria la marcará la inercia, que puede dirigirnos fuera de la carretera, hacia la mediana o hacia el coche que estemos adelantando en ese momento. Si el impacto es inevitable prepárate para el impacto. Pega la cabeza al reposacabezas del coche y no sueltes en ningún momento el volante ni cierres los ojos por si puedes acabar recuperando el control.

Comentarios

  • Cris

    No tengo un comentario más bien una pregunta : Si cuando más ancho es el neumático más fácil es tener un aquaplaning, mi pregunta es ; porque la tendencia es de poner neumáticos desproporcionados❓mayor consumo de combustible, precio de compra más elevado, aquaplaning, es por seguridad o mera estética ❓❓

    • Ivan

      En seco los neumáticos anchos son más «seguros», al tener mayor superficie de contacto el agarre es mayor lo que se traduce en una mayor respuesta de frenado, y un neumático ancho quiere decir perfil más bajo, que se traduce en mayor precisión en la conducción, principalmente curvas. A parte de obviamente lo que comentas, estéticamente estar mejor visto un neumático ancho con perfil bajo que lo contrario

  • José María

    Muy bueno el comentario sobre el agua planin. Soy transportista con más de cuarenta años de experiencia y estoy totalmente de acuerdo sobre cómo se produce y como se debe de actuar. Enhorabuena

    • Rubén Fidalgo

      Gracias José María. Me alegro de haberte parecido eficaz en la exposición de este problema. Un saludo y gracias por comentarlo.

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