Reportaje

Qué significa el logo de Opel

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28 de noviembre, 2016

¿Qué significa el logo de Opel? Opel es una de las marcas de automóviles más antiguas del mundo. Fundada en 1862 por el Alemán Adam Opel, la compañía alemana pasó pronto a manos americanas, en 1929. Aquí tienes por qué es así su logo y algunas de sus historias más curiosas a lo largo de más de 100 años de vida.

La historia de Opel es muy similar a la de otras marcas de coches pioneras. De hecho, se parece bastante a la de Peugeot. Es difícil fabricar coches partiendo de nada, la mayoría provienen de otras industrias que se acabaron reconvirtiendo como las que vienen de la aviación – como BMW o Bentley. Cuando Adam Opel fundó en 1862 la compañía que lleva su apellido era con el fin de fabricar máquinas de coser.

Aunque tardó algunos años en pasarse a la producción de coches, es una de las pocas marcas que pueden presumir de tener más de un siglo de historia, un hito que celebró en 1999, hace ya casi 20 años.

Otra de las máquinas fascinantes de finales del siglo XIX fue la aparición de la bicicleta, un artilugio que también sedujo a la familia Peugeot. También Adam Opel intuyó que aquello tenía futuro y apostó por ello y uno de sus modelos de bicicleta recibió el nombre de Victoria Blitz, una denominación que desde ese momento estaría muy vinculada a la marca Opel.

En la insignia que identificaba a aquellas bicicletas había una figura femenina, el nombre de Victoria Blitz y el apellido Opel. No te rompas la cabeza buscando nada sobre el nombre de esa mujer. A diferencia del caso de Mercedes y Benz o del Espíritu del Éxtasis de Rolls Royce, Victoria Blitz no hacía referencia a ninguna mujer en concreto. Simplemente se trata de la imagen de la diosa romana Victoria (como referencia al triunfo) y la palabra alemana Blitz, que significa relámpago, tal vez porque la bicicleta permitía desplazarse a una velocidad muy elevada para los estándares de finales del siglo XIX.

Ya sabemos qué significa Opel – es el apellido del fundador de la marca- pero seguimos sin saber qué representa su logo y por qué, aunque me imagino que ya lo sospecháis. A lo largo de la historia de la marca su emblema ha cambiado varias veces de forma, como puedes ver en las distintas imágenes de la galería de fotos. El primer logo eran simplemente las iniciales A y O de Adam Opel entrelazadas, pasando a ser más elaborados. En realidad, la primera vez que surge un logo similar al que conocemos en la actualidad fue en 1937 con el Opel Olympia, con una especie de Zeppelin cruzando un aro, un trazo que en 1959 se estilizó más y que en 1963 ya tenía unas formas casi idénticas a las del actual.

El logo que conocemos actualmente de Opel es un rayo y su origen tiene mucho que ver con el vínculo que siempre ha tenido Opel con la palabra blitz. En realidad, la primera vez que un rayo presidió la coraza de un Opel sería con un modelo llamado Opel Blitz, un vehículo lo bastante importante como para merecerse un apartado específico en este reportaje. Así que ya sabes lo que significa el logo de Opel, es un rayo y el apellido del fundador de la compañía, ahora vamos a ver algunas curiosidades, entre otras el por qué es importante el Opel Blitz.

Los cohetes de Opel

No es un coche de dibujo animado, es real.

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Cuando nació el automóvil era la máquina más avanzada a la que podían acceder (no comprar, pero sí al menos ver y tocar) la mayoría de los mortales. Sin duda eran la plataforma ideal para ensayar toda clase de inventos y en los años veinte empezaban a surgir los primeros cohetes de propulsión, un invento que fascinó a la cúpula de Opel hasta el punto de lanzarse a financiar el desarrollo de 5 vehículos impulsados por esta nueva tecnología: dos coches, dos trenes y un aeroplano.

Antes de que Wernher von Braun terminase sus estudios y revolucionase la tecnología de los cohetes en los primeros misiles balísticos (los temidos V1 y V2 alemanes) y sentase las bases de los motores que llevaron décadas después al hombre a la luna, la propulsión por cohetes estaba en pañales. Los ingenieros de Opel diseñaron unas instalaciones especiales en las que poder probar los avances en estos sistemas y en 1928 tuvieron listo su primer coche propulsado por cohetes: el Opel RAK 1, que logró alcanzar una velocidad de 75 km/h.

A este primer prototipo le sucedió el Opel RAK 2 que, apenas dos meses más tarde, puso el listón en unos espectaculares 230 km/h.

En unos años en los que no existían todavía las autobahn de Hitler, no había pistas en Alemania para hacer más pruebas a estas velocidades, de modo que los siguientes prototipos se diseñaron para poder circular sobre raíles. Por desgracia, el RAK 3 se salió de las vías en un intento de superar los 290 km/h alcanzados en pruebas previas y su sucesor, el RAK 4 explotó en plena aceleración, por lo que las autoridades acabaron por tomar cartas en el asunto y prohibieron este tipo de vehículos en tierra.

El 30 de septiembre de 1929 tuvo lugar el primer vuelo de una aeronave propulsada por cohetes, se trataba de un aeroplano bautizado como Opel RAK 1 (era el primero con alas), pero el proyecto no tuvo continuidad.

El Opel Blitz

El Opel Blitz fue uno de los protagonistas de la Segunda Guerra Mundial.

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El rayo que hoy conocemos en los frontales de los Opel lo puedes ver (sin el aro exterior, eso sí) en el frontal del camión que abre este apartado. Se trata del Opel Blitz, probablemente el vehículo más popular de la Wehrmacht junto con el Kübelwagen y los Panzer. Su robustez (estaba fabricado completamente en acero en una época en la que muchos tenían carrocerías de madera), su fiabilidad y la velocidad que proporcionaba su mecánica de gasolina lo convertían en un medio de transporte ideal para las tropas alemanas que, además, querían estandarizar sus dotaciones reduciendo el número de variantes de vehículos para garantizar la intercambiabilidad de piezas en el frente.  Su popularidad desde mediados de los años treinta era enorme y el bautizo de las tácticas militares germanas como Blitzkrieg (guerra relámpago) todavía aumentó más la fama de este modelo.

La historia de Opel en esos lamentables años es contradictoria y paradójica. La crisis económica alemana tras la Primera Guerra Mundial puso en serios aprietos a la mayoría de las compañías del país. Las que no desaparecieron tuvieron que unificarse (caso de Auto Union, Mercedes-Benz…) o bien ser adquiridas por otras. Desde 1929 Opel estaba en manos del gigante americano General Motors. Resulta casi irónico que una compañía que funcionaba en gran medida con capital americano fuese una de las que más contribuyó a mecanizar al ejército de su rival en la Segunda Guerra Mundial, no sólo por la fabricación en masa del popular Opel Blitz, sino también de varios componentes para aviones como el JU-88 que salían de las factorías de Opel.

Puede que los americanos no supiesen que algunos de los Opel Blitz eran transformados en cámaras de gas móviles- con una caja hermética en la parte trasera en la que sólo entraba el aire proveniente de los tubos de escape de sus motores de gasolina, que generaban bastante monóxido de carbono- pero es evidente que sí sabían que sus fábricas de Opel motorizaban al ejército de sus enemigos. De hecho existe correspondencia entre los directivos de la compañía en la que se dejaba constancia de la enorme rentabilidad de la producción de este material bélico.

Hasta el bombardeo de 1944, que dejó la planta de Rüsselsheim seriamente dañada, en las oficinas de GM en los EE.UU. se limitaban a seguir la máxima de «el negocio es el negocio» y, aunque es humanamente patético hay que reconocerlo: las guerras son eso, un negocio.

Opel, Vauxhall y Holden

Además de modelos de Opel también venden modelos de Holden.

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Opel no fue la única compañía no americana que fue adquirida por General Motors. La británica Vauxhall (fundada también en el siglo XIX) pasó a formar parte de GM en 1925, cuatro años antes que Opel. Otra compañía con sus raíces ancladas dos siglos atrás también pasó a formar parte del gigante americano en esos años. Se trata de Holden, fundada en Australia en 1856 y propiedad de General Motors desde 1931.

Estas tres compañías mantuvieron cierta independencia, con identidades propias durante décadas, pero las sinergias industriales se fueron imponiendo y en la actualidad básicamente se tratan de la misma persona con distintas gafas.

Realmente se podría decir que Vauxhall es la marca bajo la que se comercializan los Opel en el Reino Unido, aunque no es del todo cierto, pues también comercializa algunos modelos de Holden, quien a su vez hace lo propio para vender modelos de Opel y Chevrolet en Australia.

 

Opel Corsa, el Pilar desde 1982

En 1982 nace el Corsa y la fabricación en España de Opel.

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Para muchos el año 1982 es muy importante para España por la celebración de los Mundiales de Futbol y el famoso Naranjito, sin embargo, ese año trajo consigo algo mucho más importante y que ha dado de comer a varias decenas de miles de familias españolas desde entonces. Se trata del lanzamiento del Opel Corsa, un modelo que nació con la apertura de la factoría de Opel en Figueruelas, Zaragoza.

Aunque los modelos que dan caché a una marca son las grandes berlinas y los deportivos, lo cierto es que siempre son las bases las que sostienen una estructura. Tal vez el hecho de estar tan cerca de la catedral de Zaragoza haya contribuido a que el Opel Corsa se haya convertido en un pilar para la marca alemana.

En estos 34 años de vida, el Corsa ha lanzado al mercado 5 generaciones y se han vendido más de 13 millones de unidades, de las que 10 millones han salido de la factoría española.

Dudenhofen, el circuito de pruebas de Opel

Varios modelos de Opel en pruebas en Dudenhofen.

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Aunque los avances electrónicos e informáticos han permitido que muchos resultados se conozcan antes incluso de fabricarse el primer prototipo, lo cierto es que siempre es necesario probar en condiciones reales las soluciones y vehículos que se diseñan.

Además de los ensayos en carreteras abiertas, las marcas tienen sus propias pistas de pruebas, cerradas al público y con severas medidas de seguridad para minimizar el riesgo de espionaje industrial. Con este fin se inauguraron en 1966 las instalaciones de Dudenhofen, el circuito de pruebas de Opel.

Al comienzo, en abril de 1966, el área grande tenía 2,6 km2 con una combinación de varias calles y carreteras con una longitud total de 33 kilómetros. Los ingenieros utilizaban estas instalaciones para probar los nuevos desarrollos en la pista de alta velocidad de 5 km con una inclinación de 33 grados que rodean la zona. Alternativamente, usaban la pista deslizante, una zona hormigonada con un diámetro de 100 metros que se utiliza para determinar el comportamiento de la dirección o para medir la desviación del vehículo en las curvas con precisión.

En la década de 1980, se añade una larga pista de sonido y confort de 4,4 kilómetros. En 1992, toda la pista de alta velocidad se renovó en 24 semanas, debido a su elevada utilización. Desde entonces, el circuito, la pista de sonido y confort, la deslizante, la de manejo y la de tortura permiten una extensa prueba del vehículo y también el trabajo de desarrollo de motores, frenos, dirección o chasis.

La zona se ha ido extendiendo sucesivamente. En 2004, se añade una pista ovalada y el sistema de drenaje para las pruebas de slalom. Y en 2006 se suma un campo de pruebas para los vehículos de tracción 4×4 junto con una moderna gasolinera industrial con 32 bombas de 16 tipos diferentes de combustible. Desde la segunda renovación del circuito en 2012, los pilotos de pruebas pueden llegar a tomar la pronunciada curva del circuito a 250 km/h sin la influencia de fuerzas laterales, incluso teóricamente pueden quitar sus manos del volante.

Así es cómo se calcula en realidad la velocidad máxima. La estación meteorológica interna proporciona datos sobre la humedad, velocidad y dirección del viento. Esto se complementa con los sensores incrustados en la superficie de la carretera que emiten de forma permanente los datos de la temperatura y la humedad de la superficie de modo que estos pueden ser considerados en el resultado de la prueba. Y, obviamente, las pistas deben estar preparadas para la prueba de acuerdo a las condiciones climáticas.

Cuando los nuevos vehículos se ponen a prueba en Dudenhofen hacen alrededor de 40.000 kilómetros en condiciones extremas. La distancia es equivalente a más de 200.000 kilómetros ó 15 años en «caminos reales».

Opel comenzó el mayor proyecto de expansión y modernización en Dudenhofen en 2013. La compañía continuará invirtiendo una elevada cifra en la zona situada al sureste de Frankfurt, con casi 65 km de pistas de prueba, hasta 2020. En la actualidad, ya está terminada la nueva carretera de acceso que conduce al edificio de recepción y el área de aparcamiento.

Por otra parte, el nuevo taller de chasis cuenta con una gran zona de almacenamiento de neumáticos para un máximo de 8.000 ruedas junto con tres nuevos bancos de pruebas para las emisiones de escape. La recta larga, de dos kilómetros de longitud con un retorno de varios carriles y curvas en ángulo, está también en uso. El ángulo de estas curvas se ha determinado de tal manera para que las cuatro ruedas lleven la misma carga al pasar. Esto permite pruebas de frenado al final del tramo, que tiene forma de embudo, y su anchura se incrementará de 30 metros a 300 metros, cuando se termine la nueva pista de deslizamiento.

La enorme área también se utilizará para desarrollar la conducción automatizada.

 

 

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