Qué seguro es el más recomendable para tu coche

Rubén Fidalgo
14 de septiembre, 2017
Existen multitud de tipos de póliza de seguro a la hora de asegurar el coche; todo riesgo, a terceros, robo, lunas, incendio... podríamos pensar que el más recomendable es el conocido como todo riesgo, pero no siempre es así. Vamos a ver cuál es el más recomendable en cada caso.
A la hora de contratar el seguro para nuestro coche es normal que nos surjan dudas. Una de nuestras principales preocupaciones es el precio, como es lógico. En la mayoría de los casos, lo que solemos hacer es elegir la compañía más económica, pero es probable que lo que más nos convenga realmente sea una póliza con unas coberturas concretas.
Para ver qué tipo de póliza de seguro de coche nos conviene más, primero vamos a ver cuáles son las que se ofrecen normalmente.
Qué tipos de póliza de seguro de coche hay
Lo primero que debemos saber es que la ley obliga a que todos los vehículos (incluso aunque no lo uses y lo tengas encerrado en el garaje de tu casa) cuenten con un seguro de responsabilidad civil, conocido como seguro a terceros, y es lo mínimo que podemos contratar para circular con el vehículo, pero lo razonable es añadir algunas coberturas más por lo que verás a continuación:
Seguro a terceros: este seguro de responsabilidad civil sólo cubre a terceros perjudicados por nuestro coche, ya sea otro vehículo, un peatón, etc. Sin embargo, no cubre los daños del conductor ni del vehículo asegurado, de modo que su cobertura es muy limitada, por lo que no es el más recomendable y las compañías suelen ofrecer algunas «ampliaciones».
Seguro a terceros ampliado: este tipo de pólizas lo que hace es ir añadiendo más coberturas al contrato básico. Lo normal es que empiecen cubriendo al conductor del vehículo asegurado, que en el «seguro a terceros» está desamparado, y asistencia en carretera en caso de avería. A partir de esa base hay varias opciones, las más frecuentes son:
- Terceros + lunas: añade la rotura de cristales del coche. Es muy recomendable porque es frecuente que se rompa el parabrisas y es un elemento muy caro en la mayoría de los coches. Apenas incrementa el precio de la póliza y sólo con tener que cambiar un parabrisas o una luneta lo habremos amortizado por muchos años.
- Terceros + lunas, robo e incendio: a la póliza anterior añade el seguro contra robo o incendio. En el caso de que nos roben o arda el coche tendremos derecho a una indemnización, cuya cuantía depende del contrato que hayamos firmado y la antigüedad del vehículo. La probabilidad de que un coche arda no es muy elevada, pero los robos sí son frecuentes (de hecho estamos viviendo un aumento de este problema en la actualidad). Dependiendo del contrato y la indemnización que nos propongan puede ser interesante o no.
- Seguro cinegético: desde hace algo más de 5 años, en el caso de atropellar un animal en la carretera es responsable del atropello el conductor, salvo que pueda demostrar que en esas fechas se realizó alguna batida de caza en la zona, en cuyo caso podría recurrir y hacer responsable al coto de caza correspondiente. Si sueles circular por carreteras en las que son frecuentes los atropellos a animales como corzos, jabalíes, zorros… es muy recomendable que añadas esta cobertura a tu seguro. Suelen ser pocos euros más y merece la pena. Obviamente, si no sueles circular por zonas donde haya animales sueltos, no es necesaria esta cobertura.
Seguro a todo riesgo: ojo porque este nombre da lugar a errores y tendemos a pensar que estamos absolutamente cubiertos en cualquier circunstancia y no es así. El seguro a todo riesgo es el más completo, ya que también cubre los daños propios producidos en el vehículo asegurado, pero, a la hora de contratar un seguro a todo riesgo, conviene valorar los límites establecidos por la aseguradora, sobre todo el importe económico que recibirá el conductor o su familia por muerte o invalidez y los gastos por asistencia sanitaria. Igualmente, en el seguro a terceros AMDA (Asociación Madrileña de Distribuidores de Automóviles) aconseja comparar las limitaciones en las coberturas porque se pueden encontrar importantes diferencias entre aseguradoras, especialmente en los seguros ‘low cost’.
Del mismo modo es importante conocer el tipo de valoración que realiza la aseguradora en caso de siniestro, es decir, si pagan el 100% del valor de nuevo del vehículo durante el primer o segundo año, si pagan el valor venal –el que da el mercado- o el valor venal mejorado.
Como explicamos en nuestro reportaje «¿Cuándo no interesa un seguro a todo riesgo?«, en muchas ocasiones estamos pagando una cobertura que no necesitamos y es muy cara.
Seguros con franquicia: este tipo de pólizas reducen el precio de la cuota de manera notable al imponer un valor que tendrá que anticipar el asegurado en cualquier caso. Lo explicaremos con un par de ejemplos:
- Tenemos un seguro a todo riesgo con franquicia de 600 euros y tenemos un roce con otro vehículo. El coste de la reparación del siniestro cuesta 500 euros. Nuestro seguro nos cobrará esos 500 euros a nosotros.
- Tenemos es mismo seguro del ejemplo anterior pero la reparación del siniestro supera el valor de la franquicia, por ejemplo 3.600 euros. Nuestra aseguradora se hará cargo de la reparación, pero tendremos que pagar los 600 euros de la franquicia.
Resumiendo, el seguro a todo riesgo sólo compensa cuando nuestro coche tiene una antigüedad menor de 4 o 5 años y todavía conserva un elevado valor venal. El seguro a terceros deja desamparado al conductor, por lo que tampoco es la solución más apropiada. Por ello, lo más recomendable en la mayoría de los casos son los seguros a terceros con coberturas ampliadas, y estas ampliaciones son las que debemos a adaptar a nuestras necesidades particulares, con un ejemplo claro en el tema de los atropellos a animales.
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