Reportaje

Materiales reflectantes

Materiales reflectantes
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20 de octubre, 2009

Se trata de un importante dispositivo de seguridad vial porque incrementan de forma notable la visibilidad de peatones, ciclistas...

Pese a que los materiales retrorreflectantes aumentan considerablemente la distancia a la que un ciclista o un peatón puede resultar visibles a los conductores que se le aproximen, nadie debería aventurarse a caminar o montar en bicicleta por carretera de noche, pues el riesgo de atropello aumenta. Si las circunstancias obligan a hacerlo, recuerde: hágase ver en la oscuridad, su seguridad depende de ello.

Pero, ¿por qué vemos los objetos? Si nuestro ojo percibe los objetos no es gracias a la luz que los ilumina, sino a la que reflejan y es devuelta a los ojos. Cuanto mayor sea la porción de luz devuelta mayor será la intensidad con la que percibamos el objeto. La luz se refleja en multitud de direcciones debido al efecto que generan las microrugosidades de la superficie, lo que produce una reflexión difusa. Sin embargo, en los materiales llamados retrorreflectantes, gracias a sus propiedades ópticas, la mayor parte de la luz que incide es devuelta en la misma dirección de procedencia.


Por ello, estos materiales aparecen especialmente brillantes en condiciones de baja iluminación ambiental cuando son iluminados por una fuente procedente de un punto alineado con los ojos del observador. Este es el caso que se produce en la conducción nocturna cuando la luz emitida por los faros incide sobre un material de esta naturaleza.


La visibilidad reducida es uno de los factores que más influye en accidentes con peatones y ciclistas de noche. En estas condiciones se hace más difícil distinguir los objetos de su entorno o fondo, ya que como se dice coloquialmente “de noche todos los gatos son pardos”. La distancia de visibilidad de los peatones con ropas oscuras es mucho menor que la distancia necesaria para detener un vehículo circulando a velocidad normal por carretera, por lo que cuando el conductor detecta al peatón apenas tiene tiempo de esquivarle. Si un peatón o ciclista se ve en la necesidad de avanzar por carretera en horario nocturno, ir de blanco puede ser mejor que vestir prendas oscuras, pero el blanco por si sólo no es suficiente para lograr un nivel aceptable de visibilidad.
 
Desgraciadamente, muchos peatones no son conscientes de la poca visibilidad que ofrecen en condiciones de oscuridad ambiental, incluso con iluminación artificial general, y sobreestiman su visibilidad. En este sentido, los materiales retrorreflectantes aplicados sobre las prendas de vestir aumentan la distancia a la que puede ser visibles de noche una vez son iluminados por los faros de los coches, de modo que los conductores dispondrán de más tiempo para tomar las medidas de precaución necesarias.


Lo mismo sucede con las bicicletas, que en muchos casos incorporan de serie materiales retrorreflectantes para mejorar su visibilidad nocturna. Sin embargo, para el conductor, tan importante como detectar la presencia de un objeto sobre la calzada es identificar que dicho objeto es una persona. En ello influye en gran medida el lugar de colocación de las marcas retrorreflectantes sobre el cuerpo. Se ha comprobado que las marcas retrorreflectantes colocadas sobre las principales articulaciones o sobre las muñecas y tobillos ofrecen ventajas frente a las colocadas en el torso, pues su movimiento se identifica con el humano, lo que ayuda a reconocer la presencia de un peatón. En este sentido, el uso de calzado deportivo con marcas retrorreflectantes es muy recomendable.


En las bicicletas la presencia de reflectantes en los pedales hace que su movimiento ayude a una identificación más rápida del ciclista. La visibilidad del peatón o la bicicleta es particularmente importante cuando se cruza la calzada de un lado a otro: más de la mitad de peatones muertos o heridos se producen cuando cruzan o entran en la calzada. Por eso las bicicletas deben hacerse también visibles desde el lateral, lo que contribuye a prevenir accidentes en cruces. Los neumáticos con los flancos reflectorizados facilitan esa tarea.


A falta de materiales retrorreflectantes es recomendable llevar fuentes de luz propia en carretera, siendo indispensable hacerlo al circular en bicicleta en horario nocturno. Las luces emisoras de destellos resultan muy eficaces para aumentar la distancia a la que un peatón o ciclista es detectable en la oscuridad. Por supuesto, las bicicletas habrán de disponer tanto de una luz blanca delantera como de una luz roja posterior.


Pero no sólo es necesario hacerse ver en la oscuridad. Los peatones también son elementos vulnerables de día. Las prendas de alta visibilidad, que incorporan materiales retrorreflectantes sobre un fondo de color fluorescente ayudan a mejorar la visibilidad del peatón tanto de noche como de día. Las combinaciones de color naranja y amarillo fluorescente sobre tela de fondo de la prenda son las que ofrecen mejor visibilidad diurna, mientras que las bandas de material retrorreflectante incorporadas a la prenda proporcionan la visibilidad necesaria en condiciones de oscuridad.


En general, cualquier usuario de vías de circulación que se encuentre en una situación de vulnerabilidad relativa debe manifiestar su presencia de un modo suficientemente notorio. También los conductores deben llevar en  sus vehículos prendas de alta visibilidad, pues pueden convertirse en peatones en un momento dado si por causa de una avería han de salir del vehículo para, por ejemplo, cambiar una rueda o dirigirse a un puesto de socorro.


Los materiales retrorreflectantes tienen otras aplicaciones en seguridad vial, y se encuentran presentes en las señales de tráfico y en las marcas viales de la calzada: unas como las otras necesitan ser vistas por los conductores de noche para realizar una conducción segura. Es necesario advertir que todos los materiales reflectantes pierden eficacia cuando acumulan suciedad, por lo que conviene mantenerlos limpios y en buen estado con un mantenimiento periódico.

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