El coche más rápido del mundo

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Rubén Fidalgo
05 de mayo, 2017
El coche más rápido del mundo es... la verdad es que no se sabe muy bien qué es, ni siquiera si es un coche. Podría decirse que es un Rolls Royce, o al menos de esa marca son los impresionantes motores que han logrado el récord de velocidad en tierra con más de 1.223 km/h de velocidad máxima homologada. Aquí lo tienes.
Una de las historias más apasionantes del automovilismo es la que describe los sucesivos intentos por ser cada vez más rápido. Cuando el hombre inventó la locomotora, algunos médicos pronosticaban que sería letal para el ser humano desplazarse a más de 40 km/h durante un tiempo tan prolongado (los caballos no aguantan mucho tiempo al galope con un jinete sin colapsar), pero se equivocaron.
Desde que se inventó el automóvil una de las obsesiones ha sido siempre la velocidad, esto no sorprende a nadie, pero sí resulta irónico que los primeros récords de velocidad se registrasen con coches eléctricos. Sí, como lo lees. Dos sorpresas: hoy en día pensamos que el coche eléctrico es lo más moderno del mundo mundial y que son coches ecológicos pero lentos y resulta que acabas de descubrir que hasta 1902 los coches más rápidos del mundo eran eléctricos.
Pero bueno, eso fue en 1899 y la velocidad de aquellos cacharros (105 km/h) ahora la alcanza casi hasta un Renault Twizy… Vamos a ver cuál es, a día de hoy, el coche más rápido del mundo, y no, no es un Bugatti ni ningún Koenigsegg.
Cuál es el coche más rápido del mundo

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A lo largo de la historia, los automóviles que han logrado el honor de ser el coche más rápido del mundo en su día no tenían una marca sino un nombre (La Jamais Contente, Mefistófeles, Blue Bird…), pero, si tuviésemos que decir de qué marca es el vehículo más rápido sobre la tierra, podríamos decir que es un Rolls-Royce, o al menos ésa es la marca de los dos motores que propulsaron al Thrust SSC por encima de la barrera del sonido en 1997.
En efecto, desde que el 15 de octubre del 97 este artefacto fue capaz de homologar una velocidad máxima de 1.223,67 km/h, el Thrust SSC sigue siendo el coche más rápido del mundo y el único vehículo que ha sido capaz de superar la barrera del sonido rodando sobre la tierra.
Cómo es el coche más rápido del mundo

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A la hora de homologar la velocidad máxima de un coche de récord, hay una serie de requisitos que cumplir, como el hecho de que esa velocidad debe ser registrada en dos pasadas sucesivas entre las cuales no puede transcurrir más de un tiempo determinado. Las normas hacen que existan varias categorías y entre ellas hay dos principales: las de los coches en los que son las ruedas las encargadas de transmitir la potencia al suelo y llevarlo hasta su velocidad máxima y la de aquellos en los que las ruedas simplemente son su soporte sobre la tierra, pero el empuje se hace de otra manera, mediante cohetes o motores a reacción.
El Thrust SSC pertenece a este segundo tipo (el más rápido con ruedas propulsoras es el Speed Demon, un coche aerodinámico con motor Chevrolet que alcanzó los 707 km/h en 2012) de coches en los que el empuje se produce gracias a la tercera ley de Newton: el principio de acción y reacción.
El empuje del Thrust SSC se consigue con dos turbinas Rolls Royce Spey (las mismas que las del caza F4 Phantom II). En este tipo de motores (como en los aviones), no se habla de potencia sino de empuje. En concreto, el SSC tiene una capacidad de empuje de 223 kN, lo que equivaldría a unos 110.000 CV, es decir, la potencia de 100 Bugatti Veyron, casi nada.
Sus ruedas no son de goma. A esas velocidades la fuerza centrífuga que se produce sería tan grande que los neumáticos se desprenderían de las llantas. Es más, cualquier pieza se desprendería, de modo que las ruedas del Thrust SSC están fabricadas como una única pieza de aleación ultra ligera forjada.
Sus dos enormes turbinas consumen nada menos que 18 litros de combustible por segundo. Si tenemos en cuenta que es capaz de recorrer 1.228 km en una hora, el resultado es que el consumo de esta bestia es de 5.277 l/100 km, más impresionante que su velocidad, ¿no te parece?.
Mantener estable un vehículo a esta increíble velocidad no es nada fácil. Sus enormes motores condicionan por completo sus proporciones, su peso y su aerodinámica. El Thrust SSC mide 16,5 m de largo y 3,7 m de ancho, con un peso total de 10,6 toneladas.
En cuanto a su conductor, como te puedes imaginar, los únicos hombres que saben lo que es controlar una máquina a velocidad supersónica son los pilotos de aviación, así que fue uno de ellos quien asumió el reto de rodar sobre el suelo y ser más rápido que el sonido. El honor recayó sobre el comandante Andy Green, piloto de la RAF, las fuerzas aéreas británicas.
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