Devon GTX

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Autor: Autocasión
22 de febrero, 2010
Lo último en deportividad "made in USA" llega envuelto en una escultural y aerodinámica carrocería. Su mecánica atmosférica libera 650 CV.
Producido en serie limitada, el GTX -4.374 mm de longitud, 2.509 entre ejes, 1.994 mm de anchura y sólo 1.230 de altura– es la primera realización de la firma Devon Motorworks radicada en Los Angeles (EE.UU.) Estará a la venta en la primera mitad de año a cambio de 500.000 dólares. Para hacerse a la idea, resulta un súper deportivo equiparable a los Aston Martin One-77, Lamborghi LP 670-4 Superveloce y Reventón, Lexus LF A, Maserati MC12, Mercedes-Benz SLR AMG o Porsche 911 GT3 RSR -éste enfocado a la competición pura-.
La primera unidad fue presentada al público en el prestigioso Concurso de Elegancia de Pebble Beach como un tributo a los grandes automóviles del pasado, muchos de los cuales sirvieron de inspiración fundiendo un diseño clásico con los más modernos avances de la técnica actual, en palabras de Scott Devon, fundador de la marca. «Hemos querido diseñar un vehículo que fuera eminentemente americano, tanto en sus formas como en la mecánica y en las prestaciones», añade. Concebido por un artista visionario, fabricado por uno de los mejores equipos de ingeniería y probado en las las pistas de carreras americanas, el GTX concentra los ingredientes necesarios para proclamarse como súper deportivo americano de 2010.
Su potentísimo motor longitudinal de 650 CV se convierte4 en el propulsor aspirado más potente del mercado. Por otra parte, las musculosas formas de su carrocería representan una nueva expresión del diseño industrial moderno, combinando lo clásico con lo futurista en una conjunción exquisita. La carrocería, con 2 puertas que abren hacia arriba y delante hidráulicamente asistidas -ocupan parte del techo-, está materializada en fibra de carbono.
En ella sobresalen unos exiguos voladizos, pero también sus retrovisores aerodinámicamente optmizados por un equipo de la Universidad de San Diego y las enormes llantas de 20 pulgadas de diámetro con tuerca central, como en las carreras. El grueso de los elementos exteriores -faros…- han sido cuidadosamente enrasados para aquilatar al máximo la huella aerodinámica.
Dentro, habitáculo biplaza, un puesto de mando súper ergonómico y una terminación ejemplar rematada por cuero de doble textura que recubre todos los paneles, el pequeño y deportivo volante de triple radio y los asientos, con estructura de fibra de carbono y arneses de seguridad con 6 puntos de fijación. No faltan toques de vistosidad a base de cromados repartidos por el habitáculo, o un enorme techo de vidrio ahumado que procura luminosidad y desahogo al entorno. La palanca del cambio manual es de diseño neo-retro, con la bola superior en blanco. Mandos como los de puertas, ventanas, arranque o freno de estacionamiento son del tipo sensitivo, de modo que se activan con sólo aproximar el dedo.
El equipo de audio ha sido ideado por la prestigiosa firma especializada en audio McIntosh, y ajustado a las características físicas del habitáculo, con un panel de información azul fluorescente, amplificador de 6 canales de 0,01 a 200 watios, altavoces, tweeters y doble subwoofer.
Más llamativo aún es el motor, alojado en el vano delantero. Se trata de un enorme V10 aspirado, de 8,4 litros de capacidad, que produce 650 CV a 6.100 rpm, combinado con una caja manual de tacto muy deportivo, 6 velocidades y doble engranaje overdrive. El bloque está construido enteramente en aluminio, con cigüeñal en acero forjado y cojinetes reforzados; incorpora un sistema de refrigeración sobredimensionado.
El enorme caudal de aire necesario para la combustión procede de sendas tomas trapezoidales posicionadas en el tramo inferior del frontal. Dirigen el flujo hacia un colector doble controlado electrónicamente y al sistema de admisión, con ajuste variable de válvulas. Monta escape doble, un 5 a 1 por cada bancada de cilindros, fabricado en acero-cromo, dirigido a la parte central trasera con efecto aerodinámico y ajustado para producir un sonido característico.
Aún no se ha visto al Devon GTX transitar por carretera, pero la marca no ha dudado en someterlo a los test más exigentes en los circuitos de Willow Springs y Laguna Seca, donde al parecer sobrepasó las mejores expectativas, pues en ambas pistas rebajó los mejores tiempos fijados en la categoría de coches de producción. Sobre esto, Justin Bell, piloto de ensayos y anterior campeón de las 24 Horas de Le Mans, dice: «Esperamos impacientes una sesión de pruebas adicional en la que estoy el GTX batirá todos los registros conocidos». De momento, sus prestaciones no han sido reveladas, aunque sí se sabe que por frenos adopta 4 enormes discos con pinzas firmadas por el propio fabricante.
Y ahí no acaba la cosa, pues el Devon podrá contar con una preparación racing -en las imágenes- que costará 25.000 dólares extra e incluirá un gran alerón trasero y llantas de 19 y 20 pulgadas en los trenes anterior y posterior -con cubiertas 295/30 y 335/30 en cada caso-, lo que ahondará en sus de por sí extremas posibilidades prestacionales.
Devon Motorworks quiere producir 36 coches al año en su planta del sur de California, donde asegura establecen una relación directa con el cliente para satisfacer sus gustos y hacer de cada GTX un coche todavía más único.
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