Derrapa en El Jarama con un Lotus Seven con The Royal Experience Company

11 fotos
Christian García
08 de septiembre, 2017
La empresa The Royal Experience Company te ofrece la posibilidad de conducir un Westfield AeroRace, réplica artesanal de los icónicos Lotus Seven británicos, y derrapar con él en el Circuito del Jarama.
Si te gusta el asfalto y te mueres por divertirte en un circuito, te va a encantar la actividad que te presentamos aquí (y que hemos probado, por lo que damos fe de que las sensaciones son auténticas). ¿Has oído hablar del drifting? Sí, derrapar… pero con control, que es de lo que se trata. En el Circuito del Jarama, en Madrid, la empresa The Royal Experience Company te ofrece la posibilidad de conducir un Westfield AeroRace, réplica artesanal de los icónicos Lotus Seven británicos, y derrapar con él. Sigue leyendo, te contamos cómo.
Muchos son los modelos de coche que pueden encumbrarse en la clasificación de admirados y respetados clásicos. Sin embargo, muy pocos pueden gozar del privilegio de ser un vehículo histórico, contar con un aspecto absolutamente retro y, aun así, seguir comercializándose en pleno siglo XXI saliendo «fresquito» de la cadena de montaje.
Sin duda, el Lotus Seven del 57 es el mejor, y probablemente el único, ejemplo de ello. Desde 1973 hasta nuestros días está siendo producido de forma original por la marca Caterham (Super Seven), ya que su creador, Colin Chapman, les vendió la licencia.
Cómo conducir un Lotus Seven del 57

11 fotos
Pues bien, ahora tienes la oportunidad de subirte en uno de ellos y derrapar nada menos que en una pista ubicada en el Circuito del Jarama. The Royal Experience Company (una empresa española a pesar de lo que su nombre pueda evocar) ha creado esta actividad, que cualquiera (particulares o empresas) pueden contratar, y pone a disposición de sus clientes cuatro réplicas del icónico Lotus Seven, creado de forma artesanal por la compañía inglesa Westfield Cars, para que te sientas el rey del drifting en un marco «histórico» de los años 60.
Estos Westfield AeroRace están destinados al uso del motorsport y cuentan con un chasis muy ligero. El motor Ford Zetec que los impulsa desarrolla una potencia de 180 CV que, gracias a un peso de tan sólo 450 kg, les atribuye una relación peso/potencia mejor que la de un Ferrari F430. Sin ningún tipo de ayudas electrónicas, el control recae por completo en el conductor. Además, la posición de conducción, casi en el eje trasero, hace que las sensaciones aumenten de manera considerable.
La experiencia dependerá del paquete que se haya elegido -detallado al final con sus respectivos precios-, pero el más básico constará de un turno de cuatro vueltas de derrapaje por un circuito establecido en las pistas exteriores del Jarama. La organización te habrá guiado anteriormente en otras cuatro vueltas de copilotaje. La principal habilidad/dificultad consiste en saber mantener el punto adecuado de gas para derrapar y conducir al Westfield AeroRace por los diversos conos que delimitan el trazado. Además de visitar el bus sesentero y asistir a un breve briefing, podrás comprobar tu pericia sobre minikarts eléctricos de derrapaje y frente a una plataforma de reacción.
Crazy carts XL y Batak, para completar la jornada de ocio

11 fotos
La aventura no termina con el Westfield AeroRace. Los visitantes también podrán disfrutar con dos ejercicios más: el Batak y los Crazy Carts XL.
El primero de ellos es una máquina de entrenamiento que mejora los reflejos, la coordinación y las reacciones. Se trata de una serie de luces, colocadas estratégicamente en una plataforma de aluminio, que durante un período concreto de tiempo se van encendiendo de manera aleatoria. La función de la persona que se enfrente al Batak consistirá en apagar el mayor número de luces posible lo más rápido que pueda. No es nada fácil. De hecho, es uno de los sistemas de preparación de los pilotos de Fórmula 1. Ni más ni menos…
Además, el cliente podrá probar unos pequeños karts eléctricos que se manejan por medio de una rueda y se van deslizando lateralmente. La principal dificultad se basa en saber armonizar el empleo del acelerador y la dirección.
Para terminar de enmarcar la actividad en los más sesenteros contextos británicos, el centro de operaciones se sitúa en un autobús londinense de dos pisos, originario de 1968 y levemente retocado para que su techo se eleve casi medio metro. Sus alrededores acogen una terraza estilo chill out en la que tomar cualquier tipo de refrigerio en un entorno idílico con vistas a la quincuagenaria pista madrileña que hoy administra el RACE.
Los precios se dividen en cuatro paquetes: Access (79 euros), que incluye recepción, acceso al bus, briefing, una vuelta de reconocimiento, cuatro de pilotaje, dos de copilotaje, conducción de minikarts y entreno en Batak; Standard (109 euros), que añade cuatro vueltas más de pilotaje; Royal Drive (169 euros), que añade otras seis vueltas de pilotaje -dos de ellas cronometradas- y varios turnos más con los Crazy Carts XL. Además, se podrá escoger un pack especial de 49 euros con cuatro vueltas de copilotaje y las demás actividades del Access, pero sin conducción del Westfield AeroRace.
Vídeo: así se derrapa con una réplica de Lotus Seven en El Jarama
Te puede interesar:
Galería de imágenes
Últimos vídeos
Comentarios