Reportaje

Es otoño y tu cuerpo lo sabe: cómo evitar el sueño al conducir de noche

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05 de octubre, 2021

Estamos ya en pleno otoño, las noches son más largas y frescas, nuestro organismo nota los cambios, también cambiamos de horario... todo esto suma para que aumente el riesgo caer en los brazos de Morfeo mientras conducimos. Te damos unos consejos para evitar este riesgo.

El cambio de estación tras el verano afecta a nuestro organismo, sobre todo por los cambios de temperatura y el menor número de horas de luz. El cambio de horario tampoco ayuda nada a nuestro ritmo circadiano y, como hace más frío, subimos más la calefacción del coche, lo cual nos aletarga todavía más. Para evitar que nos dé el sueño al conducir por la noche, es importante tener en cuenta estos factores.

Aunque hay personas más nocturnas que otras, lo natural es que nuestras horas de sueño sean durante la noche, de modo que, si tenemos que hacer algún tipo de actividad en esa franja del día, sea más probable que aparezca este problema.

Hay dos cosas importantes que debemos saber sobre el sueño para entender cómo nos afecta y el riesgo que asumimos al intentar luchar contra él cuando viajamos:

  • El sueño es una necesidad de nuestro organismo, igual que beber, comer o ir al baño
  • Una vez que aparecen los primeros síntomas, sólo hay una solución: dormir

Este último hecho debemos tenerlo meridianamente claro y presente. En cuanto nuestro cerebro empieza a emitir señales de alerta de que tiene que desconectarse, lo va a hacer; es un mecanismo natural del organismo que, una vez se ha desencadenado, sólo tiene un desenlace y es que nos ponemos en standby. No podemos luchar contra nuestro organismo.

Ni bebidas energéticas, ni bajar la ventanilla… la única forma de hacer que el sueño desaparezca es dándole descanso al cerebro, y eso sólo se consigue echando una cabezadita. Es exactamente igual que el ordenador cuando le damos a la tecla de apagado. Una vez iniciadas las «rutinas de desconexión», se va a apagar sí o sí… salvo que tenga Windows 98, que puede incluso lanzar el ataque de Skynet.

Lo que sí puedes hacer es retrasar lo máximo posible la aparición de los síntomas del sueño y, sobre todo, aprender a identificar cuándo debes parar lo antes posible a descansar. Te damos estos consejos para que sepas cómo.

Cómo evitar que aparezca el sueño

Dormir es la única manera de luchar contra el sueño cuando aparecen sus primeros síntomas.

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El sueño aparece cuando el cerebro decide que su jornada de trabajo ha terminado y, como a nosotros cuando nos piden hacer horas extra, hay que darle una serie de incentivos para que trabaje fuera de horarios. El primero de ellos es obvio: descansar antes del viaje.

También debemos evitar aquellas cosas que nos produzcan sopor. En general, todos sabemos qué cosas nos producen más modorra, pero hay cosas que a prácticamente todo el mundo lo afectan mucho: el calor, la digestión y la sed.

Para evitar que aparezca el sueño deberemos seguir estas premisas:

  • Descansa justo antes del viaje. Es especialmente importante que descansemos la vista. Evita ver la televisión o el móvil, leer… Lo ideal es estar en una habitación a oscuras y más o menos en silencio para darles descanso a los ojos, que son los que más van a trabajar en el viaje por la noche.
  • Cena ligero: las digestiones pesadas hacen que nos entre el sueño rápidamente.
  • Buena luz: revisa el alumbrado del coche y llévalo bien afinado (aquí tienes unos consejos sobre cómo mejorar la luz del coche). Una buena iluminación reduce la fatiga al conducir por la noche.
  • No fumes ni dejes que lo hagan: el humo del cigarrillo y el fumar en sí hace que nos entre antes la modorra. Además, aunque no esté prohibido explícitamente, pueden multarnos por fumar conduciendo al ser considerado una distracción al volante.
  • Lleva bebida fresca (obviamente, sin alcohol) en el coche y bebe un poco con frecuencia para mantenerte hidratado y sentir frescor en la boca.
  • Baja la temperatura del habitáculo. Selecciona una temperatura más bien baja en el climatizador, por debajo de los 20ºC. El calor también nos adormece.
  • Lleva ropa fresca y evita llevar jerseys o chaquetas que nos dan una sensación de ir arropados y nos predisponen a dormirnos.
  • Elige bien la música. Cuanto menos estresemos al cerebro, menos protestará. No conviene llevar música muy cañera, pero tampoco es plan de poner a Nat King Cole cantando «éstas son las mañaniiiitas, que cantaba el rey David…»; tú conoces tus gustos y lo que te anima un poco, pero que tampoco te haga bailar en el coche o ponerte a hacer un riff en tu guitarra imaginaria.
  • Si viajas con alguien, es mejor que tu copiloto duerma mientras tú estás fresco. Muchas veces pensamos que, si hablamos con el conductor, lo mantenemos despierto y lo que sucede es que luego nos da el sueño a los dos a la vez. Es mejor que, mientras el que conduce se siente fresco, el acompañante descanse, así podremos despertarlo cuando nos sintamos algo fatigados, para poder turnarnos al volante.

Cómo saber que nos estamos durmiendo al volante

El picor de ojos, no parar de movernos en el asiento o los bostezos nos indican que debemos parar a dormir.

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Salvo que padezcamos narcolepsia, lo normal es que el sueño no nos ataque de manera fulminante, pero sí es un mecanismo que, una vez lanzado, actúa rápidamente, así que, en cuanto notemos los primeros síntomas, tenemos que tener claro que disponemos de poco tiempo para encontrar un sitio en el que parar a descansar.

Darnos palmaditas en la cara, bajar la ventanilla, subir la radio, beberte una vaca con hélices… todo eso tiene la misma efectividad que los crecepelos de la teletienda. Lo más eficaz contra el sueño es soñar. Para y duerme y no pienses que eso te va a retrasar el viaje muchísimo, esto funciona como los supercargadores de Tesla: en apenas 20 minutos habremos recuperado el 80% de nuestra vigilia.

Vamos a ver cómo identificar cuándo estamos abriendo nuestros brazos a Morfeo:

  • Picor en los ojos: es uno de los primeros síntomas. Si notas que parpadeas más de la cuenta, seguramente estés a punto de quedarte dormido.
  • Sensación de inquietud: es curioso, pero, antes de quedarnos dormidos, vamos a movernos mucho en el asiento, como un perro que da 3 vueltas a la alfombra antes de tumbarse en ella. Empezaremos a cambiar de postura con frecuencia en el asiento, a echarnos hacia atrás… a no encontrar acomodo.
  • Aumenta el volumen de los sonidos: nuestro instinto animal deja activo el sentido del oído mientras dormimos como mecanismo de alerta contra otros depredadores. Antes de dormirnos, tenemos la sensación de oír el volumen de la radio y los ruidos en el coche más altos de lo normal.
  • Bostezos: es un síntoma claro y evidente de que estamos fatigados y necesitamos parar, sobre todo si se repiten o son más largos de lo normal.

Si tienes algunas de estas sensaciones, no lo dudes: para lo antes que puedas y duerme.

Microsueños: asesinos letales

Los microsueños son uno de los principales causantes de accidentes.

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Nuestro cerebro tiene una forma de irse apagando que es letal para los conductores y es que se desconecta parcialmente. Tenemos los ojos abiertos y nos sentimos despiertos, pero realmente no vemos ni sentimos nada durante unos instantes. Casi todos los conductores los hemos padecido alguna vez: vas conduciendo y estás viendo con tus ojos, pero no sabes muy bien cómo ni por qué te has ido arrimando al borde de tu carril inconscientemente y, cuando te das cuenta, das un volantazo porque estás a punto de salirte.

En realidad, en la mayoría de los casos sí hemos cerrado los ojos durante apenas un segundo ( a 120 km/h eso son nada menos que 33 metros… algo más de dos trailers) y la imagen que creemos estar viendo es una especie de caché de lo último que han visto nuestros ojos justo antes de que el cerebro se apagara durante ese instante. En cuanto recupera su consciencia, vemos la realidad: que estamos saliéndonos del carril.

Este fenómeno es muy peligroso, porque no creemos que estemos quedándonos dormidos y pensamos que ha sido un simple despiste. En cuanto tengas la sensación de que esto te está sucediendo, para inmediatamente, porque es seguro que estos golpes de sueño serán cada vez más frecuentes si no descansas y la probabilidad de tener un accidente se dispara exponencialmente.

Comentarios

  • Antonio Mañoso

    Fantástico artículo. Soy comercial y paso muchas horas al volante. Siempre explico a mis compañeros lo peligroso de la somnolencia y de los imprevistos micro sueños.
    En este artículo he visto muy bien relatado bastante de mi experiencia al volante. Las recomendaciones ¡muy acertadas!
    Enhorabuena!

    • Rubén Fidalgo

      Muchas gracias, yo también hago muchos km de noche y por eso conozco bien el problema. Un saludo!

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