Reportaje

Cómo envejece nuestro coche al sol

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01 de julio, 2022

La radiación solar afecta a nuestro coche tanto por fuera como por dentro, no sólo por las elevadas temperaturas, sino también debido al efecto de los rayos ultravioleta. Ellos son el principal factor de envejecimiento cuando exponemos nuestro vehículo al sol.

Estamos en pleno verano y, aunque ya hemos tenido varios días en los que el mercurio ha marcado más de 40º C en la mayor parte del país, todavía queda mucho sol y mucho calor que pasar durante las próximas semanas. No solo lo sufriremos nosotros, nuestros coches también se verán afectados por una radiación solar que los hace envejecer de forma prematura. Precisamente para evitar en la medida de lo posible ese daño, te brindamos un serie de consejos con los que podrás proteger mejor tu vehículo. Antes, veamos cómo envejece nuestro coche al sol…

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Así envejece el exterior del coche

Como es obvio, la exposición a los rayos solares afecta de forma diferente a cada uno de los componentes de nuestro coche. Los primeras partes afectadas por el paso de las horas bajo el sol serán aquellas que se encuentren en el exterior o directamente expuestas, como la pintura, las molduras y gomas, los faros y pilotos y el salpicadero y la bandeja trasera.

La pintura se ve atacada por el sol y sufre la pérdida de brillo y/o de color. Los tonos que peor sufren su exposición al sol son rojo, amarillo, negro y blanco. Es muy habitual que los rojos tiendan convertirse en rosas, los amarillos acaben beige y los blancos pierdan el brillo con el que salieron de fábrica.

La exposición a la radición ultravioleta incrementa el desgaste de los elementos de nuestro vehículo.

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Las molduras y las gomas también pierden sus propiedades resecándose y adquiriendo cierto tono blanquecino. Especial importancia tienen las escobillas de los limpiaparabrisas, que se resecan con mucha facilidad. Las juntas de las puertas y del maletero pueden llegar a perder su estanqueidad. Además, aumenta su fragilidad y se agrietan.

Cómo mejorar el aspecto de la pintura

Los faros y pilotos, fabricados en materiales plásticos, tienen igualmente una factura que pasarnos por estar expuestos al sol. Las tulipas de los faros delanteros pierden su brillo y, lo más importante, tienden a volverse opacas, lo que impide que la luz de nuestras bombillas ilumine correctamente la carretera. Los pilotos pierden color y pasan de rojo y naranja a blanco; el problema en este caso es que no se nos verá adecuadamente, además de que no señalizaremos nuestros movimientos de forma correcta (ya conocéis  la importancia de ver y ser vistos cuando circulamos en coche.)

Zonas más sensibles del interior del vehículo

Por último, otros elementos que se encuentran en el interior de nuestro coche pero a los que afecta enormemente la exposición solar son el salpicadero y la bandeja trasera. Son zonas del habitáculo muy expuestas a un sol que incide más en ellas porque se sitúan tras grandes cristales muy inclinados que facilitan la entrada de radiación solar.

Tampoco debemos olvidarnos del volante, la tapicería, los paneles de las puertas… Estos elementos, no obstante, se ven menos afectados por estar menos expuestos. Y cuidado con nuestro parabrisas: si tiene algún impacto, con el calor es más probable que se agrande y acabemos sin luna (mira cómo se rompe una luna con impacto).

Salpicadero Mercedes Clase E

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Además, los nuevos y complejos sistemas de infoentretenimiento pueden dejar de funcionar o sufrir daños por sobrecalentamiento. Componentes electrónicos como los procesadores o, incluso, las pantallas necesitan de ambientes óptimos para su funcionamiento, y no son los 60 grados (en ocasiones más) que puede haber en el habitáculo de nuestro coche al sol. Quizá el sistema de tu coche tenga una programación de seguridad que lo apague o quizá no. Este es un problema que las marcas tratan de solucionar con disipadores y espacios en el salpicadero para evacuar el calor (un ejemplo es el Mercedes-Benz Clase E).

Cómo debemos proteger nuestro coche del sol

Un parasol ayudará a que tu coche se mantenga en óptimas condiciones.

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Lo primero será buscar siempre un lugar a la sombra para aparcarlo, aunque no podremos evitar la exposición al sol cuando circulamos. Si no encontramos sombra, tampoco deberíamos estar preocupados por el envejecimiento de nuestro coche. Para solventar este problema, en el mercado se encuentran disponibles diferentes ceras que protegerán nuestra carrocería de la radiación ultravioleta. Es recomendable proteger la carrocería antes del verano y antes del invierno.

Recurrir al típico parasol es una solución fácil para preservar volante y salpicadero, incluso los asientos delanteros (además de que no sufriremos al coger el coche a mediodía…).

Tampoco debemos lavar el coche cuando esté caliente, los shocks térmicos a los que exponemos la carrocería estropearán el aspecto de nuestro vehículo.

Como ves, con eso pequeños cuidados, tu coche no sufrirá tanto el envejecimiento por radiación solar. Si eres de los que cuidan su vehículo, aquí tienes nuestro especial con consejos y trucos para mantener el coche como nuevo.

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