Los 5 niveles de la conducción autónoma

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Christian García
28 de abril, 2017
La Sociedad de Ingenieros Automotrices (SAE) designan estos cinco (o seis) niveles de autonomía que separan un coche convencional de uno 100% autónomo. Te explicamos en qué consisten y cuáles son sus propiedades.
La total autonomía de los coches es algo por lo que todos los fabricantes y una gran parte de los proveedores trabajan en la actualidad. El objetivo es hacer de ello lo común en el futuro. Y parece que es inevitable. Hasta que se logre, se legalice y se normalice, los vehículos pasarán -de hecho, los nuevos lanzamientos ya equipan bastantes gadgets– por varios niveles de semiautonomía, constituido por un número cuantioso de asistentes a la conducción y elementos que ayudan en la seguridad y en el confort al usuario. Por eso, aquí te detallamos cuáles son estos niveles que se clasifican en cinco diferentes, según su grado de autonomía.
Según la Sociedad de Ingenieros Automotrices (SAE) podríamos delimitar cinco grados (o seis, si incluimos el Nivel 0 que te explicamos a continuación) referentes a la autonomía de un coche.
Nivel 0

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Antes de comenzar a definir el primer nivel, hay que destacar que los coches que cuentan únicamente con sistemas de advertencias luminosas o sonoras (de proximidad, de colisión, de ángulo muerto o de sentido contrario, entre otros) no se incluyen ni se designan dentro de ninguna cota de autonomía. Además, pueden estar equipados de otros sistemas que actúen solos, como el Control de Estabilidad (ESP). Podríamos añadirlos en un subnivel «cero».
Nivel 1

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En este grupo entran todos aquellos vehículos que equipan control de crucero para mantener la velocidad regulada, tecnología para mantener el coche dentro del carril u otro tipos de asistentes a la conducción, como el de frenada de emergencia que vemos en la foto. No obstante, el conductor es el responsable y en el que recae el control al 100%.
Nivel 2

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Llegados a este punto, tal y como destaca la SAE, el coche puede nombrarse como semiautónomo. El vehículo es capaz de llevar la conducción por propia cuenta en determinadas situaciones pero el conductor tiene que ir atento en todo momento por si falla en algún caso el modo semiautomático, retomar el control absoluto. El sistema no tiene la capacidad de conducir en cualquier circunstancia, sino que varía y relaciona el accionamiento del acelerador con la dirección y variación del carril combinándose con los elementos de detección de otros usuarios. Es el grado en el que encontramos los actuales «autónomos» del mercado; los ejemplos más conocidos ahora en referencia a esto son el Mercedes Clase E y el BMW Serie 7. Ambos los hemos probado en Autocasión y puedes echar un vistazo en los enlaces para saber más sobre cómo funcionan sus avanzados asistentes.
Nivel 3

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En este caso, a pesar de que la vigilancia por parte del conductor debe continuar en un alto grado de atención, los elementos del anterior nivel evolucionan más aún. Ya son capaces de continuar con la conducción en contextos de reanudar y parar la marcha o acelerar y frenar con más conocimiento del entorno, mediante sistemas desarrollados de análisis. Los vehículos de Nivel 3 pueden circular solos en ámbitos controlados, como una autopista, por ejemplo. El modo Autopilot de Tesla es, sin duda, todo un pionero y referente de este grado. No obstante, sigue sin ser un vehículo totalmente autónomo.
Nivel 4

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Este nivel ya otorga toda la responsabilidad de la conducción al vehículo. El conductor pasa a ser un simple pasajero. De momento, este grado de autonomía sólo existe en pruebas y análisis de algunas multinacionales que lo realizan en circuitos cerrados. No hay ningún modelo en el mercado con este nivel. Algunos prototipos han implementado este sistema para ser testados o para presentar concepts como «vehículos del futuro». Un ejemplo de ello es Google y su proyecto de coche autónomo, denominado Waymo, que está en desarrollo desde 2012 y con el que recientemente coopera el Grupo FCA.
Nivel 5

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Es el máximo nivel de autonomía que puede alcanzar un vehículo. Llegados a este punto, el usuario sólo tendría que ordenar al coche un destino y acomodarse hasta llegar a él o esperar su llegada, por cualquier vía o territorio, sin realizar ninguna otra acción de conducción durante el trayecto. ¿Llegaremos en 15 o 20 años a esto?
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Comentarios
La gente esta cansada de conducir y tener accidentes y el problema es la droga y bebidas
ya tendrían que circular ese es un buen mercado para los mayores que no estovarían en la caye.