Volkswagen Golf GTI

9 fotos
Autor: Autocasión
03 de octubre, 2007
A pesar de que ya han pasado tres años de su lanzamiento, la quinta edición del Golf GTI continúa siendo el modelo de referencia de su segmento porque consigue ofrecer habitabilidad y confort además de prestaciones y sensaciones deportivas
Desde su presentación en diciembre de 2004 hay quien podría pensar que ha llovido demasiado, pero lo cierto es que todo este tiempo le ha sentado de maravilla al compacto deportivo con más caché del mercado. La quinta edición del Golf GTI destaca por recuperar el carácter deportivo, exclusivo y distintivo de las primeras series. El comportamiento del Golf GTI ofrece tanto sensaciones deportivas como comodidad a bordo. Tal vez, sea el único en su especie en el que encontramos una excepcional habitabilidad y confort en marcha combinados tan óptimamente con las emociones fuertes derivadas de un coche con motor turboalimentado de 200cv.
La fiabiliad de su mecánica, así como las prestaciones del motor 2.0 TFSI de Volkswagen están fuera de toda duda. El espacio en el interior es apropiado, tal vez escaso el maletero en comparación con otros modelos de su segmento. El precio también infunde respeto, pero estamos ante un Golf GTI, todo un emblema con treinta años de tradición que goza de una salud envidiable y sigue siendo fiel a sus principios: distinción, deportividad y comodidad.
Estética GTI
El carácter GTI que ha recuperado la quinta edición del Golf se reconoce al primer vistazo. Rojo, negro, blanco o gris, los colores tradicionales reservados para el tope de gama de antaño, exclusivo por naturaleza, componen la gama. A decir verdad, no son únicamente cuatro los tonos que pueden seleccionarse puesto que hay dos tipos de negro (uno metalizado efecto perla 305 euros más caro) y dos grises (uno se denomina ’azul grafito’ y ambos tienen un coste de 305 euros de añadido, también). En cualquier caso, su imagen frontal es muy atractiva con la presencia del color negro sobre el que se apoya una línea roja que enmarca las siglas GTI, que presiden una parrilla con rejilla de panel de abeja. Los parachoques tanto delanteros como traseros también son más abultados lo que le otorga una mayor presencia. En la vista lateral, las llantas de diseño exclusivo y de 17 pulgadas (opcionalmente de 18’’ que tienen un coste de 580 euros) dejan entrever las pinzas rojas de los frenos de disco. La trasera es algo más discreta, con las siglas GTI en la parte inferior derecha, la doble salida de escape cromada y el spolier como únicos distintivos. Puede incorporar cristales oscurecidos en esta parte trasera que también forman parte del equipamiento opcional (180 euros).
En el interior, apreciamos ciertos detalles reservados para esta versión. Es algo generalizado hoy en día, que los topes de gama se diferencien cada vez menos del resto de los modelos de la gama. Sin embargo, el Golf sí enfatiza en el interior la deportividad de esta versión GTI. Los asientos son más envolventes que los del resto y proporcionan una buena comodidad. La unidad de prueba incorporaba asientos de cuero, opción que cuesta nada menos que 2.250 euros más. El material es de buena calidad, pero los asientos de serie también son cómodos y proporcionan una buena sujección, por lo que el capricho de añadir asientos de cuero es para pensárselo. El volante tiene la parte inferior del aro recta, lo que reduce las dimensiones del volante. Es una solución más bien estética aunque también resulta práctico su manejo. Los pedales de aluminio o el pomo de la palanca de cambios también son diferenciadores. Tanto los asientos como el volante llevan grabados las famosas tres siglas, que antaño obedecían a la denominación ’Gran Turismo de Inyección’ y que ahora constituyen toda una marca por sí mismas.
- En marcha
- Prestaciones
- Interior y maletero
En marcha
El comportamiento del Golf GTI es excepcional porque logra reunir las cualidades óptimas para una conducción deportiva en carreteras exigentes, como por ejemplo en un puerto de montaña, y a su vez es adecuado para viajar en autopista y también para un uso diario. El chasis del Golf proporciona en toda la gama gran estabilidad y nobleza, con reacciones neutras. Se trata de un coche fácil de conducir. En el GTI la altura está rebajada en 15mm y las suspensiones tienen un asuste más deportivo. Sin embargo, se muestran como unas suspensiones firmes que carecen de una dureza excesiva. La mayoría de los compactos deportivos tienen más facilidad para rebotar en las zonas bacheadas o para calcar las irregularidades donde el firme está en mal estado. No es el caso del GTI, que se beneficia de una estabilizadora trasera un 20% más rígida que la del resto del resto de la gama Golf para dar más de sí en las curvas complicadas pero que no maltrata a los pasajeros en ninguna circunstancia.
El dinamismo del chásis es secundado por el buen funcionamiento de la dirección, de buen tacto y precisión. Se trata de una dirección hidráulica de endurecimiento progresivo que en ciudad permite manejar el coche con facilidad, realizar maniobras y giros, aunque sin duda, donde mejor resultado ofrece es en carretera. No es tan exacta como la de BMW, que en el Serie 1 transmite cada variación del asfalto pero es más precisa que la del Ford Focus ST, por ejemplo. Contribuye eficazmente a hacer del Golf GTI un deportivo fácil de conducir, previsible gracias en buena parte a todo lo que el volante le transmite al conductor.
Los frenos, más grandes que en las versiones convencionales del Golf, están dotados de la potencia y resistencia necesarias. El Golf GTI pesa 1.328 kg en seco. La versión con DSG que probamos aumenta este peso en unos veinte kilos, y además exige a los frenos un trabajo extra. Sin embargo, no conseguimos hacerlos flaquear en el puerto de montaña al que acudimos para ponerlo a prueba. Los discos que emplea son de generosas dimensiones: 312mm de diámetro en el eje delantero y 286mm detrás.
La correcta insonorizarión del habitáculo, unida al escaso nivel de ruido que proviene del motor 2.0 TFSI, es otro aspecto muy cuidado en este polifacético compacto que permite que el confort se vea claramente reforzado por esta circunstancia.
prestaciones
El motor 2.0 TFSI ofrece una garantía de rendimiento y fiabiliad que le convierte en un propulsor óptimo para este modelo. Sus prestaciones están a la altura de sus competidores, modelos como el Honda Civic Type R o el Opel Astra GTC 2.0 Turbo tienen una velocidad punta prácticamente idéntica: 235 km/h, mientras que en la aceleración de 0 a 100 km/h el más rápido es el Civic, que sólo requiere 6,6 segundos para alcanzar esa velocidad. El Golf GTI con cambio DSG emplea 6,9 segundos. En el apartado del consumo es en el que brilla el motor de Volkswagen, con una media de 8 litros cada 100 kilómetros y 7,9 litros para la versión con cambio DSG. Estas son las cifras de la marca, porque en nuestras mediciones el GTI no bajó en régimen mixto de los 9,8 litros. Sin embargo, los datos oficiales de sus competidores están en 9,1 litros para el Honda y 9,3 para el Opel. El Focus ST, otro rival directo, apuesta por un motor turboalimentado de mayor tamaño, el 2.5 con cinco cilindros en línea. Esto le permite tener una velocidad punta mayor aunque en la aceleración de 0 a 100 km/h es sólo una décima mejor que el GTI con DSG y con un consumo más elevado.El cambio DSG le sienta como un guante al propulsor 2.0 TFSI del Volkswagen Golf GTI. Este cambio, mediante el empleo de un doble embrague, preselecciona una marcha más cuando el motor está girando a elevadas revoluciones, y cuando el conductor acciona el cambio o las revoluciones llegan al máximo, se engrana la marcha que ya está embragada y en consecuencia la interrupción de la potencia se reduce al mínimo. En el caso contrario, cuando el motor gira a bajo régimen, el DSG preselecciona una marcha menos que pasa inmediatamente a disponerse cuando el conductor o el propio cambio lo consideran oportuno. Esta circunstancia consigue mejorar las prestaciones. Especialmente en las recuperaciones de 80 a 120 km/h donde el DSG permite mejorar un segundo al de cambio manual en cuarta velocidad y casi tres segundos si la recuperación la llevamos a cabo en quinta marcha. Pero también en las aceleraciones de 0 a 100 km/h se nota esta diferencia. Con cambio manual (de seis velocidades) tarda 7,2 segundos en alcanzar los 100km/h desde parado, mientras que con cambio DSG este tiempo se reduce a los 6,9 segundos, según las mediciones oficiales. El consumo por su parte no se ve perjudicado y por el contrario en otros modelos mejora respecto al cambio manual.
Interior y maletero
La habitabilidad es otro punto fuerte del Volkswagen Golf GTI. Como en el resto de la gama, las dimensiones interiores son de las mejores entre los coches de su segmento. Se dispone de espacio suficiente para cinco pasajeros que irán cómodos incluso en viajes largos. Sólo el Focus ST ofrece esta comodidad a bordo en un coche deportivo. En la parte trasera se dispone de luz, aireadores, etc. pero no de un reposabrazos que sí se echa en falta. El puesto de conducción está bien pensando y resulta ergonómico.Todos los mandos quedan al alcance del conductor y la visibilidad es correcta. La calidad de los materiales es bastante alta.
El maletero tiene una capacidad de 350 litros, que puede resultar un poco escasa pero que está en la media entre los coches de su segmento. El Opel Astra o el propio Ford Focus ofrecen más espacio para las maletas, pero en cambio el BMW Serie 1 o el Mazda 3 tienen un maletero más reducido.
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