Subaru Tribeca: renovado

Autor: Autocasión
30 de enero, 2008
La versión renovada del Tribeca, con una imagen diferente, mejora lo presente gracias a un motor más enérgico y a un equipamiento más completo. Además, un precio inferior al de muchos rivales hace de él un SUV a tener muy en cuenta.
En un sector tan competido como el de los SUV, estar a la última es casi una necesidad si se quiere conservar una buena posición. Por este motivo, el modelo más campero de Subaru, tan sólo un año y medio después de su aparición en el mercado europeo, se pone al día con una renovación que afecta a la parte estética y a ciertos elementos mecánicos y de equipamiento.
Quizá pensando en lograr un mayor calado entre sus clientes potenciales, las nuevas líneas que definen la carrocería del Tribeca recuerdan a las de otros vehículos todocamino ya existentes, de manera que el nuevo diseño no sorprende por su originalidad y resta, en cierta medida, parte de la personalidad que caracterizaba al modelo precedente.
Este «lavado de cara» se hace patente en algunas zonas concretas del coche, como es el caso del frontal, que ahora cuenta con nuevos faros y un paragolpes más grande, con generosas entradas de aire. También cambian las formas de los pasos de rueda, el capó, los retrovisores –son de mayor tamaño– y aparecen elementos antes inexistentes, como las barras longitudinales del techo. Mientras tanto, en la zaga se han modificado ligeramente las líneas que definen los pilotos y el portón.
Comportamiento
El comportamiento del Tribeca en carretera es agradable y sano –se han introducido ciertas mejoras en materia de suspensión–, y se puede decir que se sitúa en línea con sus rivales más directos. En conducción «off-road» también se muestra confortable, pero no deberemos ir más allá de pistas de dificultad media pues, entre otras cosas, no dispone de una altura libre al suelo muy generosa. Mientras tanto, llama la atención que no disponga de caja reductora, cuando otros modelos de la marca, como es la mayor parte de la gama Impreza, sí la llevan.
prestaciones
En lo que respecta al apartado mecánico, se podría decir que es aquí donde se encuentran los cambios más interesantes. Partiendo del motor ya conocido, las cifras de cilindrada, potencia y par se han visto incrementadas hasta alcanzar los 3.600 c.c., 258 CV y 35,7 mkg. De esta manera, se ha ganado un punto de deportividad y agrado de uso, mientras el Subaru hace gala de un carácter más marcado. Es importante decir que esto no hubiera sido posible sin las modificaciones llevadas a cabo en la caja de cambios automática de cinco relaciones –era uno de los puntos flacos del primer modelo–, que goza en este momento de unos desarrollos más cortos y un funcionamiento más rápido.
Interior y maletero
Al acceder al interior vemos que casi todo se mantiene igual que en el B9 Tribeca –así se llamaba el modelo anterior; ahora se ha perdido la denominación «B9» por una cuestión práctica–, a excepción de las ventanillas traseras, que han aumentado de tamaño, o la segunda fila de asientos que, gracias a un nuevo sistema, hace más cómodo el acceso a la tercera.
Equipamiento
Asimismo, en materia de equipamiento figuran elementos nuevos, como la cámara de visión trasera, que ayuda al conductor en las tareas de aparcamiento. Desde la versión de acceso Classic encontramos elementos como el ESP, faros de xenón, asientos eléctricos y climatizador automático; sin embargo, los sensores de luces, lluvia y aparcamiento no figuran ni en la lista de opciones.
Valor de compra
Disponible en versiones de 5 o 7 plazas, sus precios oscilan entre los 45.900 y los 53.900 euros.
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