Spada Codatronca

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Autor: Autocasión
16 de junio, 2008
Diseñado y construido en Italia, el Spada Codatronca combina un diseño que quita el hipo con unas prestaciones que te dejan sin respiración. En fin, que entre su estética y su aceleración la conducción de este superdeportivo debe acercarse mucho al pilotaje de un avión.
Crear una marca automovilística en los tiempos que corren tiene mérito, aunque se trate de una firma pequeña, artesanal y por tanto de baja producción. Crear un superdeportivo como el Codatronca cuando parece que se hayan acabado las ideas en diseño, tiene aún más valor por lo que aporta de frescura al sector. Muchos dirán que parece el nuevo coche de Batman, otros que podría llevarlo Drácula en su nuevo film. Pero esta bocanada de aire fresco en cuanto a diseño no es fruto de la casualidad.
El proyecto Spada nace de los lapiceros de Paolo Spada –ex diseñador de Smart y Honda– y su padre Ercole –que trabajó en Zagato y BMW– un cóctel explosivo que ha desembocado en un superdeportivo que rezuma originalidad por los cuatro costados. La creatividad y la fuerza de ambos diseñadores se ha fundido para crear la marca Spada Vetture Sport (SVT) y el Codatronca (en italiano cola cortada) es el brillante resultado de esta unión. Un modelo pensado para combinar ventajas como una una aerodinámica espectacular, una ligereza que permita anunciar una relación peso-potencia salvaje, un lujo interior comparable al de una berlina de lujo y un gran placer de conducción. Y semejantes características tenían que ir acompañadas de datos técnicos no menos impactantes.
Por ello el Spada Codatronca cuenta con el motor V8 de siete litros de cilindrada del Corvette que eroga en esta ocasión una potencia de 630 CV y un imponente par máximo de 68,1 mkg a 4.800 rpm. Semejantes cifras que ponen los pelos de punta, en combinación con un cambio manual de seis marchas y un peso de tan sólo 1.360 kilos (la relación peso-potencia es de 2,16 kg/CV), el Codatronca acelera de 0 a 100 km/h en 3,4 segundos y alcanza una velocidad máxima de 340 km/h. Para tener bajo control a esos más de 600 CV que se transmiten a las ruedas traseras, el Codatronca cuenta con control de tracción regulable en tres niveles de uso y con una suspensión completamente ajustable a partir de un chasis tubular como los coches de competición.
Además, las estabilizadoras pueden regularse desde el habitáculo hasta en cuatro niveles de dureza: lluvia, suave, medio y duro, para adaptar las reacciones del coche a los diferentes tipos de conducción. Los neumáticos son Pirelli Pzero Corsa de 285/35 19 delante y 345/35 19 detrás, con unas bonitas llantas OZ Botticelli III de tres piezas. En previsión de una utilización deportiva, incluso en circuito, Spada ha instalado en el Codatronca unos frenos Brembo de 8 pistones y discos de 380 mm delante y 4 pistones y 355 mm detrás con ABS de última generación.
A pesar de sus formas poco propicias para que dos ocupantes viajen como es debido, el Codatronca reserva centímetros de sobra para que éstos no se sientan agobiados y también hueco suficiente aunque de formas poco regulares, para el equipaje. Y la visibilidad por el espejo interior queda asegurada por una cámara que visualiza todo lo que ocurre por detrás. En el menú de opciones, Spada ofrece para su Codatronca un «converted kit» con el que el superdeportivo puede repostar Biofuel E85. De momento sólo habrá 20 unidades disponibles del Codatronca con un precio estimado de 250.000 euros.
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