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Prueba: Suzuki Vitara 1.6 DDiS 4×2 GLX Pack Urban

Bonita estampa del nuevo Suzuki Vitara

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13 de noviembre, 2015

El demandado segmento SUV se revoluciona diariamente con nuevos modelos. En esta ocasión, el guerrero es el nuevo Suzuki Vitara 1.6 DDiS 4x2 GLX. Sus contrincantes son buenos luchadores y presumen de éxito pero el Vitara conquista en cuanto saca sus armas: equipamiento, potencia, consumo y precio.

En 1988 se presentó el primer Suzuki Vitara: un vehículo que adoptaba la estética de los utilitarios deportivos de la época, pero con grandes capacidades off-road.

Tras 25 años de transformaciones, adaptaciones y modificaciones de sus dueños, y tres generaciones oficiales de Suzuki, el Vitara ha adquirido una gran reputación y carisma.

Dentro de un concepto «filosófico» con más demanda social, el pasado 2 de octubre de 2014 se presentó en el Salón Internacional de París el nuevo Vitara: más ciudadano, deportivo y personalizable que nunca, pero sin reductora, es decir, con menos capacidad 4×4.

Cierto es que uno de los segmentos con mayor auge en todo el mundo es precisamente el de los vehículos urbanos deportivos con apariencia de 4×4, los denominados SUV. Este tipo de coche ofrece más importancia a la comodidad en asfalto que a las prestaciones todoterreno, pero mantiene la imagen robusta y aventurera con altura suficiente como para, en el mejor de los casos, circular por algún camino o senda.

Las cifras hablan por sí solas: del total de ventas del segmento SUV realizadas en España, casi la totalidad de las mismas son de tracción delantera. Parece claro que el usuario no busca un coche que se pueda comportar adecuadamente fuera de carretera, sino la apariencia de seguridad y fortaleza que ofrecen los coches de este segmento, y ya de paso, poder subir algún bordillo o no rozar con los bajos del coche al salir del garaje.

Suzuki ha sabido actualizar el Vitara y combinar las peticiones del público con su historia. Ofrece un vehículo urbano con dimensiones reducidas, de carrocería  alta que ofrece una imagen robusta y atractiva, y un aspecto juvenil, alegre y llamativo con los últimos avances tecnológicos en equipamiento y posible personalización.

A todo esto le suma su experiencia en el campo 4×4 y ofrece la posibilidad de tracción total para aquel que no solo busca la apariencia, sino también su utilidad por campo.

La versión de prueba es de 4×2, tracción delantera, y encima traía kit antipinchazos, por lo que la aventura se hacía más arriesgada. Pero, según nos adentrábamos por caminos y campo, pudimos comprobar que el Vitara es un auténtico todo camino y que la denominación SUV se le quedaba corta, aunque es extraño entrar en un Vitara y no encontrar la reductora. De hecho, es la primera vez que Suzuki no la incluye.

La competencia en este segmento es feroz, es el único segmento que se ha librado de la crisis y todas las marcas rápidamente han recurrido a diseñar su modelo. El último caso es la reciente y espectacular presentación en el Salón de Frankfurt 2015 del Jaguar F-Pace.

Los rivales más cercanos al Vitara, por tamaño y potencia, podrían ser el Captur, situado en el segundo lugar del ranking de ventas en el 2014, el Nissan Juke, situado en séptimo lugar, o el Opel Mokka, situado el noveno. Respecto a los SUV del 2015, el nuevo Ssang Yong Tívoli sería el adversario más directo.

Si se busca un coche con apariencia 4×4 y sin salir nunca del asfalto, quizá el Vitara tenga contrincantes, pero, si se quiere disfrutar de todos los terrenos y tener la posibilidad de aventurarte por caminos, el Vitara es el coche.

Con un precio oficial de 21.210 euros sin descuentos, el Suzuki Vitara 1.6 DDiS 4×2 GLX se convierte en uno de los mejores candidatos de compra. Es más, los 1.800 euros que habría que pagar para disponer de la tracción total lo convierten en una de las opciones más equipadas, más potentes, más 4×4 y más baratas del mercado.

Diseño: Moderno y elegante, estética evocadora

Nuevo diseño del Vitara, moderno y atractivo con luces LED

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Esta cuarta generación del Suzuki Vitara ha sabido combinar muy bien los gustos y modas que desde hace algunos años están poco a poco acaparando el mercado. Por un lado, los cada vez más presentes modelos SUV y, por otro, la tradición y carisma que siempre tuvo el modelo de Suzuki desde su nacimiento en 1988.

Nada más observar al nuevo Vitara, con su gran frontal y altura, muestra una imagen sólida y resistente. Incluso parece ser más grande de lo que es. Tanto es así que yo mismo pensé al verlo que estaba más cerca del Nissan Qashqai o del mismo Evoque, dado encima su gran parecido estético. Pero no es así, en mi plaza de garaje cabía de sobra, y eso que tengo una moto detrás.

Su medidas me dejaron perplejo, sólo mide 4.175 mm de longitud total.

Poco tiene que ver con su anteceso: el nuevo Suzuki Vitara tiene unas líneas más pronunciadas y muy actuales, con un diseño moderno, que le aportan un carácter agresivo.

Dentro de la moda vigente, y como otros modelos del mercado hacen, el Vitara se puede configurar con muchas combinaciones de colores. La carrocería puede tener un color y el techo, junto con los espejos retrovisores, el mismo, blanco o negro. También la parrilla delantera y embellecedores pueden ser blancos, negros o cromados.

El vehículo de prueba lleva el pack Urban, color exterior Marfil Sabana metalizado con techo y espejos en color negro.

Frontalmente destacan la parrilla cromada, las luces delanteras de cruce LED con un llamativo protector en color azul y el musculoso paragolpes con luces antiniebla y luces diurnas alargadas en los extremos.

El lateral cuenta con un embellecedor cromado al final del capó e inicio del pilar A, retrovisores de nuevo diseño con intermitentes y molduras laterales cromadas que se incluyen en el Pack exterior Urban, junto con el spoiler trasero.

Su parte trasera tiene menos carácter que el frontal, aunque, si nos fijamos bien, los ángulos formados por los trazos del logo de Suzuki, la S, muestran gran semejanza con los trazos de los grupos ópticos traseros. Todo ello, en conjunto con los catadriópticos y la luz de antiniebla trasera, aporta una unidad simétrica total y consigue un orden muy agradable.

Interior: Personalizable, práctico y muy ordenado

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Interior serio y ordenado pero, personalizable y juvenil

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Otra actualización, moderna y actual, del nuevo Suzuki Vitara corresponde a la personalización interna del salpicadero.

Podemos realizar múltiples combinaciones de colores con las partes del interior: embellecedores circulares, (difusores del aire y reloj), salpicadero y consola inferior. Todas estas partes pueden montarse en blanco, naranja, azul turquesa, negro piano y marfil sabana.

El salpicadero es limpio y muy ordenado, no existen molestias visuales de planos diferentes ni formas complejas. Todo está muy conjuntado, como en el exterior, dentro de una estética en armonía común y minimalista, con un número de botones adecuados y con los distribuidores de aire y reloj dentro de una simetría global.

La pantalla es el centro de todas las miradas, le sigue el warning y el climatizador a niveles más bajos, pero dentro del mismo plano. Se trata de un estilo serio que puede incluso parecer frío, pero que, ofreciendo la personalización de los colores, consigue un grado simpático muy agradable para combinar el frescor de la novedad con el acierto de la madurez.

La única pega que le pondría a todo el conjunto es el plástico superior del salpicadero. Tiene peor aspecto que el resto, parece de baja calidad y solo con 4.500 km, los kilómetros de la unidad de prueba, ya tenía ruidos y vibraciones por desacoples.

Utilizar cada botón o mando es muy sencillo, todo está a mano, cada botón está donde debe estar, y su tacto es bueno, con un funcionamiento perfecto.

Sin embargo, encontramos dos excepciones. Por un lado, el mando de las luces antiniebla delanteras está situado en la consola de botones de la izquierda del conductor; mejor ubicación hubiera sido en el mando donde está colocada la antiniebla trasera. Incluso el testigo de su funcionamiento no figura en el cuadro y podemos olvidar que las llevamos conectadas. Por otro lado, para consultar los valores del ordenador de a bordo, debemos mover una manilla que sobresale del cuadro. Estos datos suelen consultarse con frecuencia (el consumo medio, la autonomía, etc), por lo que un sitio más a mano facilitaría su consulta.

Como consulta para el conductor y ocupantes, dicho sea de paso, un inclinómetro no estaría de más para cuando vamos off-road y la aventura pasa a ser severa.

Elegante es el adjetivo que podríamos usar para definir el cuadro de mandos. La pantalla display del cuadro muestra una información clara y legible en color blanco, amarillo o rojo dependiendo del carácter de emergencia de la información.

Cada vez son más los coches con elevalunas eléctricos en todas las puertas y sólo automático el del conductor, algo que puedo entender por cuestiones de seguridad. Pero en el Suzuki Vitara van a más. El botón que bloquea los mandos de las ventanillas traseras incluye hasta el del copiloto, y los propios que tiene el conductor no funcionan. Se tiene que desactivar el bloqueo para acceder a su uso en cualquier mando.

Existen numerosos huecos para botellas y objetos. Los de las puertas delanteras están muy bien resueltos, consiguen cierta inclinación para dejar y coger una botella.

El cofre central tiene una gran capacidad y  un reposabrazos muy útil. Gracias a estas dimensiones, las plazas traseras pueden verse afectadas por el cofre.

Los pasajeros traseros viajarán muy cómodo,s con espacio de sobra para las piernas y entre la cabeza y el techo. Si son 3 los ocupantes traseros, el del medio se verá más incómodo, al no poder mover bien sus piernas por el cofre. Por ello, tampoco hay una zona de ventilación trasera ni un útil cargador de 12V para los dispositivos móviles de los pasajeros traseros.

Respecto al maletero, se sitúa con una capacidad media entre sus competidores. Con 375, o 710 litros si se abaten los asientos, podemos colocar fácilmente todos los bultos de los ocupantes y, debido a su doble fondo, podemos guardar la cortina que limita la altura o disponer de fondo plano.

Podemos realizar una gran cantidad de kilómetros sin padecer molestias ni cansancio. La posición de conducción es muy cómoda gracias a los múltiples reglajes del volante y del asiento, y todos los asientos cuentan con una tapicería mixta de piel y tejido especial con tacto muy agradable, suave y confortable. El grado de sujeción es muy alto, pero los pronunciados nervios del asiento para la sujeción lateral pueden llegar a ser molestos dependiendo de la complexión de los pasajeros delanteros.

Motor: Turboalimentado con 120 CV y 320 Nm

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El motor diesel del Vitara se mueve con soltura en todos los terrenos

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Suzuki no nos ha puesto las cosas difíciles a la hora de poder configurar el coche mecánicamente. Sólo existen dos opciones: un gasolina y un diésel.

Ambos motores son de 1,6 litros de cilindrada y tienen 120 CV. Hasta aquí todo igual, pero el gasolina es atmosférico, con 156 Nm de par, y el diésel es turboalimentado, con la considerable cifra de 320 Nm de par.

Nuestra unidad de prueba monta el motor diésel, denominado 1.6L DDIS, figura dentro de la normativa Euro 6  y emite 106 g/km de CO2.

A la hora de medir y comprobar las prestaciones del motor, los vehículos SUV, 4×4, crossover o todo camino tienen ciertos hándicaps. Por un lado, su exceso de peso, sobre todo si tienen tracción a las cuatro ruedas, les pasa factura en las aceleraciones, recuperaciones y comportamiento y, por otro, su elevada y voluminosa carrocería dificulta el grado aerodinámico de resistencia al aire.

En el caso del nuevo Suzuki Vitara diésel, el trabajo que han realizado es excelente. Han conseguido parar la báscula en 1.230 kg en orden de marcha, lo que le da un peso cercano a una berlina compacta, como puede ser un Focus, un Golf o un Seat León con motor de potencia semejante al Suzuki. Este dato nos puede dar una referencia en cuanto a su aceleración y recuperación, aunque, en cuanto cogemos cierta velocidad, la aerodinámica no permitirá adelantar a las berlinas nombradas, eso sí, no se quedará lejos.

Con una altura de carrocería de 1.610 mm, el motor diésel de 120 CV consigue mantener travesías a ritmos muy elevados. No obstante, la cifra oficial dada por Suzuki es de 180 km/h como velocidad punta.

Todas estas cifras vienen dadas por un acertado grupo de cambio de 6 velocidades con un buen escalonado, suave y preciso a la hora de engranar cada velocidad.

Fuera de la carretera, el motor tiene un buen empuje desde bajas revoluciones y su gran cifra de par ayuda a la hora de encontrarnos con alguna dificultad, obstáculo, pendiente, etc.

Comportamiento: Seguro por donde pisa, incluso off road

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Si queremos salir de la carretera hay que elegir el 4x4

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En el apartado de motor hemos hablado de los hándicaps que tienen los vehículos SUV o todo terreno. A los nombrados anteriormente hemos de añadir otro: las ruedas. Hoy por hoy prima más la estética, con llantas enormes y poco balón de neumático, que la seguridad y comportamiento.

Respecto al peso, con sus 1.230 kg, comprobamos que no es un problema. Las ruedas se mantienen en equilibrio entre estética y funcionalidad, pero la altura condicionará su hacer.

Al ponerte en marcha y circular por ciudad, el Vitara muestra un alto grado de desenvoltura. Dadas sus reducidas dimensiones, cabe por cualquier lado y se aparca con facilidad. Además, tiene una dirección bastante directa y gira con agilidad. El motor responde a la perfección para cualquier cometido ciudadano, no es nada ruidoso y su consumo, como veremos, es bastante contenido. La comodidad reina entre los ocupantes, con una suspensión de tarados más bien blandos y unas ruedas quizá un pelín grandes de 215 /55  R17 con las que  ni las bandas reductoras de velocidad ni los baches de la calzada molestarán lo más mínimo.

Sin embargo, el Control Predictivo de Frenada, que está pensado precisamente para ciudad al circular a velocidades reducidas como para detener el coche en una distancia reducida y evitar una posible colisión, causó una situación de peligro. En una ocasión, el Vitara por sí solo realizó una frenada de emergencia y sin tener ningún obstáculo delante aparentemente, quizá una farola o un vehículo a lo lejos, pero podemos tener un grave problema si el coche realiza una frenada de emergencia sin serlo. Quizá debido a algún problema de calibración del sistema en la unidad de prueba su funcionamiento no fue del todo bueno.

Al circular por carreteras y autopistas, es decir, al coger velocidad, se hace notar la altura que llevamos. La suspensión, que en ciudad era una delicia, comienza a tener balanceos de carrocería por el viento;  eso sí, nunca llega a asustar ni a poner en peligro nuestra seguridad, ya que, si no negociamos bien una curva o llevamos velocidad en exceso, el control de estabilidad entra delicadamente en nuestra conducción para corregir el desequilibrio de masas y no perder el control del coche.

Gracias, en este caso, a que las ruedas tienen un perfil relativamente bajo, los neumáticos no tienen demasiada deriva, por lo que se reduce el efecto “barca”. Cabe mencionar que, aunque el perfil más frecuente con llantas de 17 pulgadas es 45, el Vitara trae unos neumáticos de 55, una medida algo rara en el mercado, por lo que sus precios podrían ser más altos de lo esperado. Comprobamos, sin embargo, que no lo son.

En maniobras de esquiva, el balanceo del coche es previsible, con unos tiempos de espera no demasiado largos para la altura que tiene, por lo que el bastidor del Suzuki sorprende gratamente.

Por otra parte, y como pasa con todos los controles de velocidad adaptativos, el sistema no se desconecta al pisar el embrague. Para poder mantener la distancia de seguridad, el control de velocidad frena y acelera el coche, por lo que a veces debemos realizar cambios de velocidad para conseguir un mejor régimen de vueltas; al realizar el cambio el control de velocidad mantiene su programación.

Y dejamos para lo último las capacidades off-road, donde le avalan sus más de 25 años de historia.

Pocos vehículos de la competencia, e incluso mayores, se pueden mover por el campo, caminos y rutas forestales como se mueve el Vitara.

Tiene muy buena altura para poder intercambiar los desniveles que puedan surgir en el camino, incluso para cruzar pequeños ríos, pero su motricidad no le permitirá mucho más. La unidad que probamos tenía únicamente tracción delantera y en más de un caso necesitamos la tracción total. Pero aún peor es no contar con rueda de repuesto, sus funciones off-road quedan limitadísimas si solo contamos con el kit antipinchazos que traía nuestra unidad.

Equipamiento: Incluye control predictivo de frenada y de velocidad adaptativo

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El nuevo Vitara es de los más equipados en su categoría

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Existen 3 acabados para elegir el nuevo Vitara: GL, GLE y GLX. La unidad de prueba tiene el acabado GLX, el tope de gama.

Este acabado viene muy completo y lleno de soluciones con última tecnología, lo que hace pensar en el alto precio que habría que pagar para optar a ella, pero, cuando conocí el precio, me asombró.

Con un precio oficial de 21.210 euros sin descuentos, podemos tener un Vitara 1.6 DDIS 4×2 GLX que, por prestaciones y equipamiento, se encuentra entre los más económicos de su segmento.

Para empezar, el acceso al Vitara es sin llave y su arranque es inteligente. Con una pulsación en el pequeño botón que tiene la manilla, se abre la puerta, y con dos pulsaciones se abre todo el coche. Pero, si está arrancado y la llave se queda fuera, cualquier amigo de lo ajeno se  podría llevar el coche arrancado, aunque, si se para, no arrancaría,l no reconocer la llave.

Dispone de buena iluminación exterior, las luces LED de cruce ofrecen un haz de luz amplio y una claridad intachable; es una pena que las de carretera sean de incandescencia y no tengan tanta claridad como las de cruce.

La pantalla multifunción de 7“, totalmente táctil y con cámara trasera, se maneja con gran facilidad. El acceso a las funciones es rápido y muy intuitivo.  En el modo navegación, se echa de menos la información sobre la limitación de velocidad de la vía por la que circulamos para evitar sustos y multas no deseadas.

En cuanto al equipo de música, el sonido tiene cierta tendencia a un audio fracturado debido a unas bajas frecuencias poco contundentes. La calidad del sistema se pone en evidencia en cuanto subimos el volumen, aunque tenga 2 vías separadas en la parte delantera. Se echa de menos un altavoz autoamplificado de subgraves debajo de los asientos delanteros, por ejemplo, ya que existe un gran hueco desaprovechado y al equipo de música le hubiera venido estupendamente.

Otro de los aspectos de la actualización juvenil del Vitara es la ausencia del reproductor de CD. Viene equipado con USB para poder reproducir los contenidos multimedia del smartphone u otros dispositivos e incorpora un cargador de 12V. Pero, dada la gran cantidad de dispositivos que llevamos hoy encima, con solo uno no tendremos suficiente para todos nuestros terminales, más aún cuando en la parte trasera tampoco tiene.

El volante, forrado con suave piel al igual que el pomo del cambio, alberga el Control de Velocidad Adaptativo. Un componente de segmentos premium que cuenta con un radar para acelerar o reducir la velocidad de nuestro vehículo en base a la distancia de seguridad que se haya fijado con el vehículo situado delante. Disponemos de 3 medidas para fijar la distancia de seguridad: corta, media y larga.

Circulando por autopistas, pude comprobar su uso, y también la falta de seguridad y estrés que tienen algunos conductores, dicho sea de paso.

Si no tenemos nada de tráfico, podemos seleccionar la distancia de seguridad en larga. Cuando nos encontramos con un obstáculo delante, un camión por ejemplo, el Vitara reduce la velocidad para mantener la distancia de seguridad. Si cambiamos de carril, no detecta al camión y acelera buscando la velocidad prefijada, por lo que lo adelantaremos.  Este caso es el más sencillo y cómodo.

Si existe un poco de tráfico, fijamos la distancia de seguridad en corta. Al cambiar de carril para adelantar al camión, el Vitara vuelve a acelerar, pero, al ser la distancia corta tan larga, otro coche puede meterse en nuestro carril para adelantar al camión. Nuestro Vitara volverá a frenar entonces para mantener la distancia respecto al nuevo vehículo y nuestra distancia vuelve a ser muy amplia. Si otro vehículo quiere adelantar, podrá meterse en nuestro carril, dada la distancia de sobra que tendríamos, situación en la que el Vitara volverá a frenar… A la tercera vez desconecté el control de velocidad adaptativo.

Tendría que existir una posibilidad de independizar el control de velocidad normal y el adaptativo para poder usar uno u otro indistintamente. De esta forma, también conseguiríamos mejores medias en los consumos, ya que no tendríamos que frenar y jugaríamos con la inercia para desacelerar y volver acelerar con el control de velocidad.

Un aspecto que no me gustó nada del nuevo Vitara que probamos fue no disponer de rueda de repuesto ni de emergencia. Pocas veces pasa, pero… pasó; sufrí un pinchazo con tan mala suerte que no pude continuar la marcha y tuve que ir a reemplazar el neumático a un centro especializado. Menos mal que no estaba en un camino y que el taller estaba cerca ¿qué hubiera pasado si me encontrara en una zona fuera de carretera?.

Consumo: Consumos muy ajustados

El bajo peso del Vitara consigue reducir el consumo

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Una vez vi en televisión un anuncio en el que salía un conductor de su coche dispuesto a repostar y no se acordaba dónde estaba el depósito. Es decir, no visitaba mucho la gasolinera.

Seguramente a más de uno le habrá pasado esto, sobre todo desde que llegaron los híbridos y la eficiencia de los motores es sobresaliente. Bueno, pues con el nuevo Vitara diésel esta situación sucede aunque no sea híbrido.

Las cifras oficiales ya informan de que es uno de los menos gastones de su segmento, no olvidemos el tipo de coche que es y los 120 CV que tiene su motor.

Si las optimistas cifras de 4,6 litros en ciudad, 3,7 litros fuera de la ciudad y 4 litros de consumo combinado me dejaban con sospecha, cuando comprobé la veracidad del consumo, realmente me sorprendí.

Es cierto que, cuanto menos gaste el vehículo, más contentos estaremos, y menos contaminaremos, por lo que nunca pondremos sobresaliente en la calificación a no ser que gaste 0,1 o poco más. Pero, los consumos que obtuve son muy, pero que muy buenos.

Por ciudad, con el star & stop activado y sin preocuparme mucho del consumo, un uso normal, la cifra obtenida fue de 5,8 litros cada 100 kilómetros.

Salí a carretera y en el viaje pude comprobar que, a una velocidad media de 120 km/h, el consumo era de 4,2 l. Pero, lo conseguí bajar a 3,9 l cuando me mantuve a 90km/h.

La cifra de consumo medio, carretera, ciudad, campo, pistas forestales, a veces prisas, a veces no, subió a los 4,7 litros: no está nada mal para las posibilidades y potencia que ofrece.

Con este último consumo, parte en ciudad y parte en carretera, podríamos realizar hasta 1.000 km exactamente, ya que el depósito de combustible es justo de 47 litros.

Rivales

Vehículo

Suzuki Vitara 1.6DDiS GLX

Opel Mokka 1.6CDTi S&S Selective 4x2

Renault Captur 1.5dCi eco2 Energy Xmod 110

Nissan Juke 1.5dCi Tekna Premium 4x2

Ssangyong Tivoli G16 Premium 4x2

Precio Desde
23.462 €
Desde
23.301 €
Desde
22.050 €
Desde
25.400 €
Desde
18.400 €
Combustible Diésel Diésel Diésel Diésel Gasolina
Cambio 6 marchas 6 marchas 6 marchas 6 marchas 6 marchas
Potencia (CV) 120 136 110 110 128
Aceleración 0-100 km/h (s) 11,5 9,9 11,0 11,2 -
Consumo Medio (l/100 km) 4,0 4,1 3,7 4,0 6,9
Emisiones CO2 (g/km) 106 106 101 104 159

Nuestra valoración: 7,0

7

7

7

7

8

6

Destacable

  • Equipamiento
  • Motor
  • Precio

Mejorable

  • Falta rueda de repuesto
  • Control de Velocidad
  • Equipo de sonido

Ver ficha técnica y equipamiento

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