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Prueba del Seat Tarraco diésel de 190 CV: analizamos a fondo el Coche del Año en España

SEAT Tarraco diésel 190 exterior.

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19 de diciembre, 2019

Tras probar la versión más potente de gasolina, le toca el turno al SEAT Tarraco tope de gama con motor diésel... ¿Cuál de los dos será mejor?

El pasado verano, nuestro compañero Rubén Fidalgo grabó una videoprueba (que os dejamos a continuación) con el Seat Tarraco de gasolina y 190 CV. Uno de sus principales hándicaps era el elevado consumo que obteníamos en cualquiera de los entornos por los que condujéramos, pero lo cierto es que era algo que suplía con muchas otras virtudes. Para comprobar si este inconveniente no lo tiene su hermano gemelo de gasóleo, hemos realizado esta prueba del Seat Tarraco diésel de 190 CV, con sistema de tracción total 4Drive y caja automática DSG de siete relaciones, exactamente igual que el de gasolina.

El SEAT Tarraco como coche de diario

El Tarraco es el SUV más grande de la firma española, cuenta con hasta siete plazas -como es el caso de esta unidad- y, por tanto, compite de forma directa con el Peugeot 5008 y con sus primos Tiguan Allspace y Kodiaq. Como grandes bazas destacan el confort de marcha y, en esta variante en concreto, también el par y la capacidad que tiene el motor para mover sus casi dos toneladas de peso.

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Por el contrario, la sombra más importante que le achaco tiene que ver con un aspecto relacionado con la configuración de la magnífica transmisión DSG (lo explicaré en el apartado mecánico.) Con respecto al consumo, os hacemos ya el spoiler: no es un coche que tenga poca sed. Pesa bastante y eso se nota en las cifras que refleja el ordenador de a bordo. Sin embargo, hay ligeros matices en comparación al Tarraco de misma potencia y motor de gasolina. Además, para quienes el consumo sea algo prioritario, SEAT tiene disponible la opción 2.0 TDI de 150 CV con cambio manual que se posiciona como la más eficiente de la gama (hasta la inmediata llegada del Tarraco PHEV, claro.)

En cualquier caso, de lo que no hay duda es de que este Seat Tarraco es una buena alternativa como coche familiar, dada su generosa habitabilidad, la comodidad que brinda en todas las superficies y la funcionalidad que ofrece a su usuario. Ahondemos más en él…

Videoprueba del SEAT Tarraco con motor 2.0 TSI 190 CV

Diseño: estrenando lenguaje de diseño

SEAT Tarraco diésel 190 exterior.

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Con el Tarraco, SEAT ha iniciado un nuevo lenguaje de diseño en sus productos. El patrón que conforman la calandra y los grupos ópticos (con tecnología full led de serie de buen funcionamiento), lo que comúnmente decimos que es la cara del coche, se ha estrenado este año en el buque insignia para muy pronto llegar también a la nueva generación del León y modelos venideros. Desde nuestro punto de vista han acertado de pleno.

El Tarraco goza de un estilo robusto y elegante que lo hacen ser más atractivo que el resto de sus rivales. Mientras que el frontal se muestra en una configuración algo vertical e incluso agresiva, la zaga adopta una imagen muy horizontal que remarcan tanto los pilotos y la línea led que los une como el paragolpes con los dos catadióptricos y las dos salidas de escape fingidas. En el perfil lo que más llama la atención es la alta línea de cintura que recorre todo el lateral y las enormes llantas de 20 pulgadas, que tienen un sobrecoste de 970 euros y son en parte responsables de que el consumo se eleve tanto.

Los ajustes y acabados son correctos y todo da buena sensación de calidad, como se espera en un coche cuyo tope de gama supera los 45.000 euros.

Interior: espacio y modularidad

SEAT Tarraco diésel 190 interior.

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El interior del Tarraco destaca por encima de todo por el espacio que encontramos en todas las plazas disponibles (incluyendo las de la tercera fila.) Un adulto de 1,80 metros de estatura se encontrará cómodo y con cierta holgura en todas ellas. Además, las banquetas de la segunda fila se desplazan longitudinalmente para ofrecer aún más espacio para las piernas o para dejar un maletero más capaz. También el acceso es bueno en las cinco principales, aunque para entrar en las dos adicionales deberemos ser algo más ágiles.

La postura de conducción es confortable y bastante alta, lo que repercute en una visibilidad inmejorable. Los asientos de tela tienen un mullido blando pero firme, de modo que logran disipar bien el cansancio. Si se prefiere, en opción se puede equipar la tapicería de cuero. En cuanto a los materiales, las zonas más visibles sí tienen superficies nobles. No obstante, es algo que va cambiando cuanto más escondida está la pieza a recubrir. Esto tampoco es algo a tener muy en cuenta, ya que es incluso común en marcas premium, pero sí nos hubiera gustado que un modelo lanzado este mismo año al mercado hubiera tenido algunos mandos, como los del volante o los de la climatización, más modernos. Los que nos encontramos, sin embargo, son prácticamente los mismos que tenía el León de 2013.

En tecnología sí está a la última: cuenta con Virtual Cockpit y una pantalla central de ocho pulgadas que, aunque no está perfectamente integrada en el salpicadero, tiene navegación integrada y conectividad por medio de Android Auto y Apple Car Play.

El maletero cubica 700 litros de capacidad en formato normal (con cinco plazas.) Si abatimos la segunda fila, el volumen aumenta hasta los 1.775 litros y, si utilizamos la tercera fila de asientos, nos quedan 230 litros (algo menos que en un Mazda2, por ejemplo.)

Motor: no le falta fuerza

SEAT Tarraco diésel 190 exterior.

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El corazón de este Tarraco es un motor turboalimentado de cuatro cilindros y dos litros de cubicaje que declara 190 CV entre las 3.500 y las 4.000 vueltas y 400 Nm de par entre las 1.750 y las 3.250 rpm. Se asocia a la transmisión automática de doble embrague y siete marchas DSG y a un sistema electrónico de tracción total con reparto variable de par.

Por medio del selector de modos de conducción podemos adecuar el comportamiento de determinados componentes, como la dirección, la suspensión adaptativa o la actuación del ESC, a cada terreno. El conductor puede elegir entre Normal, Eco, Sport, Individual (personalizable), Offroad y Snow. Además, de forma automática en los modos eficiente y confortable podemos rodar a modo vela cuando el entorno es muy llano para favorecer el ahorro de combustible.

La respuesta del motor es muy contundente en prácticamente todo el régimen. Sobre todo cuando sobrepasamos las 2.000 rpm es un motor muy lleno. En bajas también muestra brío, pero hay que saber buscárselo. Me explico: la transmisión DSG está configurada de tal modo que busca circular siempre en la marcha más larga posible y esto, cuando por ejemplo encaramos una curva cerrada o nos metemos a una rotonda, deriva en que parece que el motor está muriendo por debajo de las 2.000 vueltas cuando en realidad estamos circulando una o dos marchas por encima de lo normal. Sin embargo, cuando nos acostumbramos a esta cierta apatía de la caja y somos nosotros quienes nos adelantamos reduciendo marchas de forma manual, apreciamos que el motor realmente puede mover el coche con total facilidad.

Por lo demás, es un bloque ya conocido en la familia SEAT por el Ateca y en materia de refinamiento y prestaciones no tiene pega alguna.

Comportamiento: el confort por bandera

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Donde más brilla el Tarraco es recorriendo kilómetros y kilómetros en vías rápidas. En todo momento se nota un coche aplomado y, sobre todo, confortable. La suspensión adaptativa funciona realmente bien y logra filtrar con total acierto cada irregularidad que haya en el asfalto.

El alto centro de gravedad pasa un poco factura cuando nos metemos en carreteras reviradas. Aunque optemos por el modo más deportivo se deja entrever algún que otro balanceo, pero, si circulamos de una forma tranquila, la comodidad sigue estando presente en todo momento. También en ciudad da gusto enfrentarnos a baches o a badenes sin dejarnos la espalda. Sin embargo, en la urbe sí nos condicionarán bastante las enormes proporciones del Tarraco, al menos cuando tengamos que aparcar en lugares públicos o en párquines subterráneos demasiado ratoneros.

La dirección tiene una asistencia que se agradece en una conducción sosegada y, en cualquier caso, si queremos endurecerla un poco, basta con activar un modo de conducción más deportivo. Siempre se muestra precisa a las órdenes del conductor y, en este aspecto, no hay nada que reprochar. En cuanto a los frenos, hacen una labor correcta y no pierden fuelle si nosotros no nos pasamos de brutos.

Eso sí, con respecto a las llantas, a pesar de que estas de 20 pulgadas quedan preciosas en contraste con el color verde de la carrocería, será mejor opción decantarse por las de serie de 19 pulgadas si queremos un coche algo más dócil y eficiente.

Equipamiento: tope de gama

SEAT Tarraco diésel 190 detalles.

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Esta unidad corresponde al tope de gama Xcellence Plus y, por tanto, cuenta con todos los gadgets que SEAT tiene disponibles para este modelo. Los elementos más destacados son las llantas de 20 pulgadas, el asiento del conductor eléctrico, la tercera fila de asientos, la climatización automática multizona, el control de crucero adaptativo, el aviso de ángulo muerto, la alerta por cambio involuntario de carril, el frenado automático de emergencia, los sensores y la cámara trasera de aparcamiento, el asistente de estacionamiento autónomo, el portón con apertura eléctrica, el acceso y arranque sin llave y, por supuesto, la conectividad con nuestro teléfono móvil, entre muchos otros. El precio de partida supera por poco los 45.000 euros.

Consumo: acorde a su peso y potencia

SEAT Tarraco diésel 190 exterior.

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Al principio de la prueba comentábamos que, pese a ser diésel, la diferencia respecto a la versión de gasolina en materia de consumos no era mucha. Las dos unidades probadas estaban equipadas con las llantas opcionales de 20 pulgadas y ambas también montan sistema 4Drive y cambio DSG.

El ciclo WLTP homologa para este 2.0 TDI un consumo medio en uso combinado de 7,3 l/100 km, 1,7 más que para el 2.0 TSI. Sin embargo, tras registrar un consumo de 10 litros en ciudad (eso sí, con el S&S desactivado), 6,5 litros en secundarias y cerca de los 8 litros en autovía, nuestra media se queda en los 8,2 l/100 km. Teniendo en cuenta que el depósito de combustible tiene capacidad para 60 litros, rondaríamos una autonomía de 730 km por cada repostaje. Esta cifra aumenta sin lugar a dudas en las versiones más bajas de la gama Tarraco.

Rivales: rivales del SEAT Tarraco diésel 190 CV DSG

Vehículo

Seat Tarraco 2.0TDI S&S Xcellence DSG 4Drive 190

Peugeot 5008 2.0HDI Allure Aut. 160

Skoda Kodiaq 2.0TDI AB tech Sportline 4x4 DSG 140kW

Citroen C5 Aircross BlueHDi S&S Shine EAT8 180

Precio Desde
45.780 €
Desde
33.560 €
Desde
44.719 €
Desde
38.150 €
Combustible Diésel Diésel Diésel Diésel
Cambio 7 marchas 6 marchas 7 marchas 8 marchas
Potencia (CV) 190 163 191 176
Aceleración 0-100 km/h (s) 8,0 10,5 8,6 8,6
Consumo Medio (l/100 km) 5,6 6,3 5,7 4,7
Emisiones CO2 (g/km) 147 149 147 123

Nuestra valoración: 7,5

Diseño 8

Motor 8

Comportamiento 8

Interior 7

Equipamiento 7

Consumo 7

Destacable

  • Confort de marcha
  • Diseño e imagen de marca
  • Capacidad del motor

Mejorable

  • Consumos algo elevados
  • Configuración DSG
  • Pantalla central poco integrada

Ver ficha técnica y equipamiento

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