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Prueba Opel Corsa OPC pack Performance 2015

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04 de febrero, 2016

El Opel Corsa OPC 2015 ofrece unas excelentes prestaciones gracias a su formidable 1.6 turbo de 209 CV. Sus prestaciones y su equipamiento son de primer nivel, aunque, con el pack Performance, las llantas de 18 pulgadas hacen que sus reacciones sean más bruscas e incómodas frente a sus rivales.

Opel ha sido de las pocas marcas que no ha aparcado al fondo del garaje sus modelos pequeños de altas prestaciones durante los años de vacas flacas para este tipo de vehículos. Hace tres años,  cuando probamos el Opel Corsa OPC Nürburgring, estaba prácticamente solo en el mercado; ahora hay casi media docena de rivales. Tal vez el fabricante que más se asemeje por planteamiento sea Peugeot, que, al igual que Opel con el Corsa OPC y el OPC Performance Pack, cuenta con dos versiones del GTi.

En esta ocasión sometemos a examen al heredero del Nürburgring, el Opel Corsa OPC Pack Performance, que va un paso más allá en cuanto a deportividad (su equivalente sería el 208 GTi by Peugeot Sport, con idéntico planteamiento técnico que el GTi 30th aniversary). Frente al OPC normal monta unas llantas de 18 pulgadas (necesarias para dar cabida a los enormes discos de 330 mm con pinzas de 4 pistones firmadas por Brembo), un diferencial delantero de deslizamiento limitado fabricado por Drexler y unas suspensiones similares a las puestas a punto por Bilstein para el Nürburgring. El resultado no es malo en absoluto, pero, si en su día no había rivales, ahora tiene dos enemigos bien armados que lo ponen contra las cuerdas, aunque con sus 210 CV se sitúa en lo más alto de los GTi pequeños.

El protagonista de la prueba de hoy saca buen partido de las importantes mejoras introducidas en la nueva generación del Opel Corsa, con un interior mucho más elaborado (aunque con detalles mejorables como veremos más adelante) un bastidor más maduro y un motor 1.6 turbo que es una auténtica delicia.

Diseño: Opel Corsa OPC 2015: llamativo pero sin pasarse

El Opel Corsa OPC es más discreto en esta nueva generación.

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Con la llegada del nuevo Opel Corsa hace un año, la marca alemana quiso dotar de un mayor refinamiento a su modelo utilitario. Esta premisa se ha mantenido en su versión deportiva OPC, que resulta más discreta que la precedente, sin sus parachoques llenos de branquias, los pilotos traseros ahumados… Esto no quiere decir que sea aburrido, en absoluto. Sus paragolpes más bajos, las taloneras, el enorme spoiler sobre el portón trasero  y las llantas de 18 pulgadas hacen imposible pasar inadvertido con este Corsa.

En el frontal se ha incluido una mayor entrada de aire para la mecánica y los frenos y desaparecen los antiniebla del faldón para aumentar esa sensación de potencia, lo mismo que la falsa abertura que hay sobre el paragolpes.

La vista trasera está protagonizada por las dos enormes salidas de escape (similares a las del Nürburgring). Para mi gusto es la parte menos agraciada del Corsa. La anchura de los  neumáticos, las salidas de escape lejos de los extremos y la altura del alerón hacen que parezca un coche estrecho y alto.

Las puertas son enormes para dejar un buen acceso a las plazas traseras. Su tamaño hace que sean bastante pesadas y que debamos tener cuidado al aparcar en una cuesta arriba. En estas situaciones, el retenedor que debería mantener la puerta abierta no tiene fuerza suficiente para contener su peso y es probable que ésta se cierre justo cuando tenemos la canilla en la posición perfecta para cizallara contra el faldón.

Los acabados son buenos y el Corsa transmite sensación de coche bien armado y claramente más elaborado que el de la generación anterior.

Puedes ver todos los detalles de este Opel Corsa en la galería fotográfica.

Interior: Opel Corsa OPC 2015: ojo con los materiales

Unos asientos firmados por Recaro no deberían tener estos fallos de calidad.

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Al abrir las puertas, la primera impresión es excelente y la vista se clava en los formidables asientos firmados por Recaro, una sensación que se afianza en cuanto te sientas en ellos. Su compromiso entre confort y eficacia sujetando nuestro cuerpo es muy bueno. Por desgracia, pese a estar firmados por uno de los especialistas más refutados en el diseño y fabricación de asientos, algunos detalles no están bien resueltos. El tirador para abatirlos y dejar acceso a las plazas traseras parece frágil y no siempre libera la banqueta corredera, que, además, no recupera la posición memorizada si la deslizamos hacia delante. Otro detalle que no me ha gustado es que, al abatir los respaldos para la sesión fotográfica, se puede apreciar que su armadura empieza a oxidarse debido a un tratamiento de cataforesis de grosor demasiado fino, algo imperdonable en un asiento «Re-caro» (permitidme el chascarrillo) y en un coche que ha luchado tanto por lograr una calidad aparente mucho mayor que la de su predecesor, algo que cumple sobradamente.

El salpicadero tiene unos buenos materiales y su presentación es buena, con un diseño agradable. La instrumentación es legible y con un completo ordenador de a bordo. Sin embargo, echo en falta algo más de información sobre la mecánica en un coche de este enfoque sport, como la temperatura del aceite o la presión de la sobrealimentación.

En la parte superior del salpicadero hay un anclaje con alimentación para un navegador que, en mi opinión, sobra. Además de haberlo podido integrar en el sistema Intellilink, su tapa con dos molduras cromadas se refleja constantemente en el parabrisas y produce unos destellos muy molestos cuando circulamos por la noche por la ciudad bajo las farolas por una avenida o con el sol bajo entre los árboles, un detalle que molesta bastante para conducir, en un coche que se supone que está pensado precisamente en torno a la conducción.

La postura de conducción es muy buena gracias a los asientos, el buen tacto del volante y el pedalier deportivo. La visibilidad es buena, salvo en los 3/4 traseros, donde las pequeñas ventanas traseras laterales producen bastante ángulo muerto, además de provocar cierta sensación de claustrofobia en las plazas posteriores pese a que el espacio en ellas es bueno para un modelo de este tamaño.

Homologado para 5 pasajeros, 4 adultos podrán viajar con cierto confort y más espacio para las piernas de lo que uno se espera, pero la cota de anchura es insuficiente para que 3 adultos no se sientan como hermanos siameses, un mal común en el segmento B.

El maletero tiene una capacidad correcta y su acceso es cómodo. Los respaldos traseros se pueden colocar en 2 posiciones diferentes para sacar algo más de espacio para el equipaje (a costa del confort de las espaldas de los pasajeros traseros). Por supuesto, también pueden abatirse por completo, algo que se hace de forma sencilla, aunque no dejan un suelo plano.

Por desgracia no hay espacio para una rueda de repuesto, pero sí para un kit anti pinchazos en el costado derecho.

Puedes ver todos los detalles de este Opel Corsa en la galería fotográfica.

Motor: Opel Corsa OPC 2015: de los mejores 1.6

El motor 1.6 Turbo es una verdadera delicia.

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Opel ha renovado por completo el motor 1.6 turbo para lograr que, pese a sus excelentes prestaciones, cumpla la Euro6. Se ha trabajado en reducir las fricciones internas, se ha mejorado el flujo de aire y combustible en su interior y la verdad es que es, con diferencia, lo mejor de este Corsa. Es impresionante la progresividad con la que va ganando potencia. En asboluto parece sobrealimentado (salvo por el generoso par que ofrece) y sube de vueltas como un molinillo.

Su capacidad para respirar alto de vueltas es formidable y el corte de encendido parece estar demasiado pronto. Lo normal en un coche turbo es que la potencia suba hasta que el compresor deja de ser capaz de llenar sus cilindros, se empieza a notar que pierde empuje y, acto seguido, tenemos el corte de encendido. Aquí llegamos a las 6.500 rpm con tanta viveza que parece que aún quedasen otras 1.000 rpm de margen y que ese corte es muy conservador.

La caja de cambios de 6 marchas tiene un escalonamiento cerrado y unos desarrollos algo cortos, perfectos para el enfoque de este modelo, aunque penalizan algo los consumos a velocidad constante en autopista. Su accionamiento es bueno, con recorridos correctos y precisos, aunque, por poner un pero, la forma del pomo no se parece en nada a la de la palma de la mano.

El diferencial autoblocante LSD (no son las siglas de una droga sino de Limited Slip Differential, o diferencial de deslizamiento limitado) firmado por el especialista Drexler pone la guinda a un conjunto claramente diseñado para hacerte disfrutar a sus mandos, aunque personalmente prefiero la respuesta de los Torsen o que éste tuviese un tarado algo más elevado.

Todos los datos, en la ficha técnica del Opel Corsa OPC 210 CV 2015.

Comportamiento: Opel Corsa OPC 2015: aferrarse al volante

El Corsa OPC acusa demasiado el fenómeno de "Torque Steer".

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Por desgracia, en esta ocasión me ha sido imposible meter en el circuito al Corsa OPC, aunque sí he podido apurar algo sus prestaciones en algún tramo del Rías Baixas que suelo emplear también en cada coche que pruebo, y me he encontrado con luces y sombras en este modelo. En líneas generales, me gustó más el comportamiento del OPC Nürburgring en su día que el de éste hoy. Puede que el hecho de que hace 3 años no hubiese rivales y ahora hayan salido varios con los que compararlos sea una de las causas, pero veo algo de desequilibrio en este modelo.

Por un lado tenemos un motor, una caja de cambios y unos frenos que son una auténtica maravilla, tal vez la referencia en el mercado, y es una lástima que la dirección y la suspensión no estén a la altura; de haber sido así, sería el rey.

Mientras que todos sus rivales recurren a neumáticos de 205 mm de ancho y llantas de 17 pulgadas, este Opel sube hasta los 215 mm de anchura y llantas de 18 pulgadas. Esto ya condiciona algo su rendimiento, pues sus ruedas tienen más inercia y cuesta más acelerarlas y frenarlas, además de que sus reacciones al límite son más bruscas y, con tan poco perfil de goma, la suspensión tiene que hacer un trabajo extra.

Los 210 CV sobre las ruedas delanteras del 1.6 turbo ponen en aprietos a la dirección, con bastantes movimientos parásitos si abrimos gas sin compasión, algo a lo que tampoco ayuda el enorme calzado que monta. El diferencial autoblocante tampoco tiene un funcionamiento del todo fino. En el Nürburgring, si abrías gas un poco antes del vértice (algo que no se debe hacer pero la mayoría hacemos), el diferencial tendía a cerrar el giro, nos hacía tocar el vértice y, si nos aferrábamos al volante y abríamos la dirección progresivamente, hacía que saliésemos de las curvas como un misil. Siempre era igual y, en cuanto le cogías el truco a esa reacción en el volante, podías ir muy muy rápido con absoluta confianza.

En el caso del Corsa de hoy, no siempre el abrir gas provoca que la dirección tienda a cerrarse, algunas veces apenas se nota el efecto del autoblocante y otras incluso parecía comportarse al contrario, tratando de abrir el giro. Esta incertidumbre ante lo que va a pasar cuando abramos gas en apoyo hace que perdamos confianza.

Incluso en línea recta hay que sujetar con firmeza el volante para evitar ese efecto que no he podido confirmar si se debe a un excesivo «torque steer» (el volante tiende a zigzaguear al acelerar a fondo, típico de los tracción delantera con motor transversal y mucho par) o a un funcionamiento errático del diferencial LSD.

Algo en lo que sí he percibido una clara mejora respecto a su predecesor es en la calidad de rodadura y en el aislamiento del habitáculo. El nuevo Corsa se nota «más coche» que antes, filtra mejor y, sobre todo, es mucho menos ruidoso en su interior, lo que deja claro el gran esfuerzo puesto en mejorar la calidad de construcción.

Los frenos tienen una buena capacidad y mordiente (no he podido medir distancias de frenado y esforzarlos hasta el límite para buscar su aguante a la temperatura, debido a una climatología en la que incluso el granizo estuvo presente, como puedes ver en la galería fotográfica). El tacto del pedal es algo esponjoso en su recorrido inicial, pero, cuando pisas con decisión, los Brembo hacen valer su fama y echan el ancla con eficacia.

Las reacciones del Corsa OPC Performance son ágiles y el coche responde con rapidez a las transferencias de masas que hagamos con los pedales, aunque debamos tener mucho tacto con el del acelerador y estar atentos al volante cuando lo usemos. Es fácil hacerlo pasar de subvirador a sobrevirador jugando con las masas, con unos tiempos de espera muy cortos.

En ciudad resulta muy cómodo contar con un motor pletórico de par y muy elástico que apenas nos hará utilizar el cambio. También sus dimensiones son una ventaja. El pero viene por sus consumos y por lo expuestas que están sus llantas a bordillazos en las maniobras, por no hablar de la sequedad de sus suspensiones.

A la hora de afrontar un viaje con él, el citado aislamiento acústico del interior y la seguridad que su motor proporciona para hacer adelantamientos hacen que el Corsa OPC pueda hacernos disfrutar de una kilometrada (algo a lo que ayuda la ergonomía de sus asientos). Eso sí, mejor que el asfalto no tenga muchos baches si no queremos acabar con los riñones doloridos, es el tributo a pagar por un coche pensado para hacernos disfrutar conduciendo más que viajando o callejeando.

En definitiva, el Corsa OPC presume de ser el más potente de su categoría con sus 210 CV y tiene unos frenos prodigiosos, pero ya no está tan solo en la cumbre.

Todos los datos, en la ficha técnica del Opel Corsa OPC 210 CV 2015.

Equipamiento: Opel Corsa OPC 2015: tope de gama

Sobran las llantas de 18 pulgadas, los frenos Brembo una maravilla.

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El OPC es el máximo exponente del Corsa, y con el pack Performance todavía más, así que es lógico que su equipamiento sea muy completo: asientos de cuero calefactados, volante de cuero perforado (y también calefactado), control y limitador de la velocidad de crucero, sistema intellilink, asientos Recaro, diferencial autoblocante, cámara de marcha atrás (tan abajo en el parachoques y expuesta a salpicaduras que la mitad de las veces no veremos mucho en la pantalla), retrovisores con plegado automático, unos formidables faros que no necesitan ser direccionales ni matrix LED para proporcionar muy buena luz (algo en lo que Opel está en cabeza), climatizador automático, parabrisas delantero con resistencia descongeladora y desempañadora… no echaremos nada en falta.

Puede que sorprendan algunas lagunas como los sensores de ángulo muerto, el asistente de cambio de carril… asistentes a la conducción que sí están disponibles en la gama Corsa, pero que me parece lógico que no se incluyan en una versión en la que uno quiere conducir, no que le asistan para hacerlo. En el OPC los asistentes a la conducción son la puesta a punto de su bastidor, sus formidables frenos, su diferencial Drexler, etc.

Con un precio de tarifa de 25.340 euros + 2.507 € del pack Performance, este Corsa OPC cuesta 400 euros más que el Peugeot 208 GTi by Peugeot Sport, su principal rival, también con un equipamiento muy completo y una puesta a punto dinámica, para mi gusto, más acertada. En el otro extremo tenemos al Ford Fiesta ST, que, con un precio de 22.625 euros, es un auténtico caramelo. Puede que algunos crean que sus 25 CV menos frente a estos rivales lo dejen fuera de la pugna, lo mismo que la ausencia del autoblocante, pero es un coche que va de maravilla y cuesta casi 6.000 euros menos, imbatible.

Teniendo en cuenta estas cifras, el Corsa OPC no gana en este apartado a sus rivales.

Todos los datos, en la ficha técnica del Opel Corsa OPC 210 CV 2015.

Consumo: Opel Corsa OPC 2015: demasiado peso

Los consumos del Corsa son correctos en un coche de más de 200 CV y 1.300 kg de peso.

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Aunque el peso oficial del Opel Corsa OPC es de 1.141 kg, en la ficha técnica de la documentación del coche figuraba un peso en orden de marcha de 1.260 kg. Tal vez la diferencia de peso se deba al pack Performance (los frenos de 330 mm y las llantas de 18 pulgadas suponen un lastre importante, entre otras cosas). Con esa masa, este Opel Corsa se convierte en uno de los GTi pequeños más pesados del mercado frente a los 1.185 kg del Peugeot 208 GTi by Peugeot Sport, por ejemplo.

Por otro lado, su proporción entre la altura y la longitud del coche y su superficie frontal también juegan en contra y, pese al excelente motor que equipa, sus consumos son algo elevados, superiores a los de un Toyota GT86, por poner un ejemplo de otro deportivo de 200 CV y toque racing.

Opel homologa un consumo medio de 7,5 l/100 km obtenidos de promediar los 9,9 l/100 km de consumo urbano y los 6,2 l/100 km en carretera. Estos valores están 2 l/100 km por encima de los del 208 GTi y casi 1,5 l/100 km más que los del Fiesta ST.

Durante la prueba, su consumo fue similar al homologado y me pareció alto: aunque estemos en un coche de más de 200 CV, es un coche pequeño y que debería ser ligero.

En ciudad, es difícil bajar de los 10 l/100 km, la ausencia de Start & Stop puede ser una causa.

En carretera, si somos suaves con el acelerador y sacamos partido del par motor disponible utilizando marchas largas, se pueden conseguir medias de 6,5 l/100 km, mientras que, con el control de crucero a 120 km/h, el consumo sube hasta los 7,7 l/100 km.

Con estos consumos (algo elevados) y un depósito de 45 l, resulta difícil hacer más de 500 km sin repostar.

Todos los datos, en la ficha técnica del Opel Corsa OPC 210 CV 2015.

Rivales

Vehículo

Opel Corsa 1.6 Turbo OPC 210

Ford Fiesta 1.60 EcoBoost ST

Seat Ibiza SC 1.8 TSI S&S Cupra 192

Peugeot 208 1.6 GTi

Precio Desde
25.920 €
Desde
22.825 €
Desde
21.400 €
Desde
24.000 €
Combustible Gasolina Gasolina Gasolina Gasolina
Cambio 6 marchas 6 marchas 6 marchas 6 marchas
Potencia (CV) 210 182 192 208
Aceleración 0-100 km/h (s) 6,8 6,9 7,6 6,8
Consumo Medio (l/100 km) 7,5 5,9 6,2 5,4
Emisiones CO2 (g/km) 174 139 145 125

Nuestra valoración: 7,0

Diseño 6

Motor 9

Comportamiento 7

Interior 7

Equipamiento 7

Consumo 6

Destacable

  • Prestaciones.
  • Ergonomía de asientos.
  • Equipamiento.

Mejorable

  • Acceso a plazas traseras.
  • Intellilink lento.
  • Movimientos parásitos de la dirección.

Ver ficha técnica y equipamiento

Comentarios

  • Carles Soldevilla

    Buenas, le pregunto a su parecer que es mas aconsejable comprar entre el Peugeot 208 gti, el Clio RS y el Corsa OPC, todos ellos equipados a tope, y los dos primeros en unas condiciones similares (precio y condiciones) y el Opel algo más caro pero poco, igualmente equipado a tope, con todo ello cual sería mas aconsejable, para la mayor parte de uso sería urbano, y ocasional participar en tandas en circuitos

    • Rubén Fidalgo

      Para uso diario el más cómodo es el Peugeot y no va nada mal en tandas. Un saludo y gracias por tu consulta.

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