Prueba del Renault Mégane 1.5 dCi 110 CV Bose 2016

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Rubén Fidalgo
14 de abril, 2016
Examinamos a fondo el Renault Mégane 1.5 dCi con el motor de 110 CV y el acabado Bose. Una imagen muy llamativa, un equipamiento completo y un precio competitivo destacan en este recién llegado.
Hace unas semanas tuvimos ocasión de mostraros nuestras primeras impresiones del nuevo Renault Mégane 2016 y nos gustó su diseño y su calidad de rodadura. Ahora llega el momento de examinar a fondo el nuevo modelo, concretamente el Renault Mégane 1.5 dCi 110 CV en acabado Bose, más enfocado hacia el confort que el GT Line probado anteriormente.
Después de 2.000 km de pruebas, se confirman la mayoría de las sensaciones que tuvimos en aquella primera toma de contacto, demostrando ser un modelo muy cómodo para viajar, fácil de conducir y con unas líneas seductoras. Otras facetas que no pudimos comprobar en su momento también han otenido una buena nota, como la excelente iluminación de sus faros LED inteligentes o los bajos consumos de su mecánica 1.5 dCi de 110 CV. En la parte menos positiva está el espacio de las plazas traseras y algunos detalles de acabado que empañan algo el resultado final.
En definitiva, el Renault Mégane saca buen partido de su novedad, con una carrocería que llama la atención a su paso, soluciones de última generación y una excelente relación entre lo que pagamos y lo que Renault nos da a cambio. El Mégane ahora sí puede volver a luchar por los primeros puestos de ventas en el mercado, con un producto que está ligeramente por encima de sus rivales en algunas facetas gracias a su juventud.
Diseño: Renault Mégane 2016: el genio de Van den Acker

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La llegada del holandés Laurence van den Acker al equipo de diseño de Renault ha dado alas a los nuevos modelos que está presentando la marca. Entre los coches en cuyos trazos ha estado presente la inspiración de este diseñador están modelos como el Bugatti EB110, el Mazda Nagare Concept o el Mazda 3 presentado en 2009. El primer modelo comercializado tras su llegada a Renault ha sido el Captur, a partir del cual varios modelos han seguido las señas de identidad definidas en él, con unas líneas muy redondeadas y un frontal futurista en el que el rombo cobra mayor protagonismo y los faros aportan una identidad muy definida, al igual que los grupos ópticos traseros.
Precisamente la iluminación es uno de los rasgos más característicos de los nuevos Renault, algo que me parece todo un acierto, porque, además de lograr que se identifiquen rápidamente como un Renault, también los hace muy visibles, lo cual mejora nuestra seguridad. En el caso del Mégane, tanto las luces de marcha diurna delanteras como los pilotos traseros son LED y de grandes dimensiones, remarcando los extremos de la carrocería. El resultado es que el coche parece mucho más ancho y bajo, además de mucho más visible.
La vista lateral también es llamativa, especialmente con el color rojo metalizado de la unidad de pruebas, un tono que le sienta bien a esta carrocería llena de curvas y con los detalles cromados que incorpora el acabado Bose en los tiradores de puerta y marcos de las ventanillas.
En general, el Mégane tiene una apariencia muy llamativa y parece más coche de lo que es, con detalles como las superficies de color negro lacadas en lugar de en plástico «crudo». Al ser un recién llegado, es muy llamativo y la gente se queda mirándolo. En cuanto a acabados, algunos ajustes se pueden mejorar. Los parachoques quedan mal enrasados con los pasos de rueda (especialmente el delantero) y el portón trasero tiene una moldura de plástico en los extremos de la luneta que roza con la chapa del pilar C (ver foto en la galería) y raya la pintura. También se aprecia algo de diferencia de tono en la pintura que cubre piezas metálicas como el capó y las de material sintético (tapa de combustible, paragolpes y pasos de rueda delanteros).
Sin embargo, estos detalles sólo se aprecian si nos detenemos en examinar el coche en profundidad, porque la verdad es que la primera impresión es impecable, incluida la sensación de robustez que sentimos al cerrar las puertas.
En definitiva, el Renault Mégane 2016 entra por los ojos y convence a primera vista. Su novedad absoluta le da una clara ventaja frente a sus rivales, que están mucho más vistos. Todos ellos están ya pensando en su primer lavado de cara. Sólo el Opel Astra es también un modelo de generación completamente nueva, pero su línea es claramente más continuista respecto a su predecesor, lo cual hace que no resulte tan fresco y futurista como el Mégane, que parece el más moderno de todos los modelos del segmento C de la actualidad.
Puedes ver todos los detalles en la galería de fotos del Renault Mégane.
Interior: Renault Mégane 2016: falta espacio atrás

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En el interior del Mégane también se ha dado un salto enorme respecto al modelo anterior. La sensación de calidad que transmite es muy buena, especialmente con este acabado, que incluye una pantalla de 10 pulgadas en formato vertical que recuerda a la empleada en modelos de alta gama como el Volvo XC90 o el Tesla Model S y que hereda del Renault Espace y Talismán.
Los asientos me han parecido más cómodos que los de la versión GT Line. Sujetan peor el cuerpo, pero entrar y salir del coche es mucho menos engorroso al no contar con unos «pétalos» tan marcados. Además, dan menos sensación de «calor».
La instrumentación es completa y muy legible y, además, en este acabado disponemos del sistema «Multi Sense«, que nos permite personalizar, entre otras cosas, cómo se muestra la información en el tablero. El Head Up Display también tiene una buena calidad de imagen y se ve bien, aunque, si usas gafas polarizadas, no verás nada en ella.
El espacio en las plazas delanteras es muy cómodo, con un puesto de conducción en el que es sencillo encontrar la postura ideal y con unos mandos fáciles de manejar y que resultarán muy familiares a los que ya hayan tenido un Renault.
Las plazas traseras cuentan con un detalle no muy frecuente en la categoría: salidas de aireación propias, todo un lujo. Por desgracia, la consola en la que están ubicadas es bastante voluminosa y quita muchísimo espacio para las piernas al pasajero de la plaza central trasera. Tampoco sobra el espacio para los otros dos pasajeros. La verdad es que, si estás buscando un coche para 4 adultos altos (más de 1,75 m de estatura), es mejor esperar a la versión Sport Tourer o decidirte por modelos como el Seat León ST o el Peugeot 308 SW, con más espacio para las piernas.
El maletero tiene una buena capacidad y unas formas muy regulares. No hay muchos elementos para sujetar la carga en él, un detalle a mejorar, lo mismo que el abatimiento de los respaldos traseros, que no deja un suelo plano. Bajo la tablilla, en esta versión un subwoofer ocupa el espacio de la rueda de repuesto.
Puedes ver todos los detalles en la galería de fotos del Renault Mégane.
Motor: Renault Mégane 2016: el motor diésel más vendido del mundo

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La mecánica 1.5 dCi de 110 CV es una vieja conocida, no sólo en Renault, también en otras marcas como Nissan, Dacia, Mercedes y ahora en el Infiniti Q30. Este motor destaca por su eficiencia, con unos consumos y emisiones bastante bajos, algo en lo que también influye el ahorro en peso llevado a cabo en el nuevo Mégane.
Hay dos detalles de este motor que no me gustan demasiado. El primero es que es bastante remolón a la hora de encender en frío, le cuesta más tiempo que a otras mecánicas diésel. El segundo es que la entrega de potencia no es muy lineal en la parte baja del cuentavueltas. Debido a su escasa cilindrada, apenas tiene par motor de manera natural. Esto hace que, mientras el turbo no es capaz de suministrar la presión de sobrealimentación necesaria, no sintamos apenas nada al pisar el acelerador. Por debajo de 1.700 rpm no hay nada, pisamos con decisión el gas para, por ejemplo, incorporarnos tras un ceda el paso o salir en un cruce y apenas ganamos velocidad hasta que, de golpe, llega todo el par motor.
Estos detalles bajan un poco la nota de una mecánica que, por otra parte, es bastante suave, con pocas vibraciones y sin demasiada sonoridad, en parte también por el buen aislamiento acústico del que hace gala el nuevo Mégane.
La caja de cambios de 6 velocidades tiene unos desarrollos algo largos para el par disponible, pero a cambio obtenemos unos consumos ajustados. El tacto del selector es algo mejorable, con recorridos algo largos.
En definitiva, esta motorización es, tal vez, la más recomendable por su relación entre prestaciones y consumos. Mueve con suficiente soltura al Mégane y, si estamos atentos al uso del cambio, los adelantamientos son seguros.
Todos los datos, en la ficha técnica del Renault Mégane Bose dCi 110 CV.
Comportamiento: Renault Mégane 2016: noble y cómodo

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Los modelos de Renault, salvo las versiones deportivas, siempre han tenido cierta predilección por la comodidad frente a la efectividad, algo que se confirma en esta versión con acabado Bose. Pese a ello, no es un coche torpe y de nuevo vuelve a superar a su predecesor de manera palpable. El nuevo Mégane tiene un rodar de coche de categoría superior. En este sentido, se nota que se ha tomado como punto de partida una plataforma de berlina mayor (concretamente la del Talismán y Espace) y se ha escalado para las dimensiones del Mégane. El resultado es un rodar de calidad y un coche en el que apetece viajar.
En ciudad resulta muy cómodo por cómo filtra las irregularidades en zonas de mal asfalto o adoquinadas, lo mismo que a la hora de pasar por las bandas reductoras de velocidad, tapas de alcantarillado, etc. La visibilidad es buena, aunque sus formas redondeadas hacen que no se perciban muy bien los límites de la carrocería. Por fortuna tenemos un eficaz sistema de alerta de obstáculos en todo el perímetro de la carrocería que nos avisa con sonido en cada uno de los altavoces del coche, de forma que sabemos, sin mirar la pantalla, qué parte se está acercando a una columna o a otro coche. El sistema de aparcamiento automático funciona bastante bien, aunque a la hora de encontrar huecos para aparcar en batería no es tan preciso como en hilera. La dirección tampoco tiene un radio de giro muy bueno, lo que obliga a hacer más maniobras para aparcar o ratonear entre el tráfico.
En autovía es un coche muy confortable. La mecánica no se percibe apenas en el interior, ni tampoco la rodadura. Tal vez por eso se oigan más de lo deseable los ruidos aerodinámicos, especialmente el producido por el retrovisor izquierdo a velocidades por encima de los 100 km/h. En curva rápida se agradece la generosa distancia entre ejes en proporción a su longitud total, con una pisada muy estable.
En carreteras secundarias, si usamos el cambio y nos anticipamos, podemos hacer adelantamientos con bastante seguridad, para lo cual es mejor que seleccionemos el modo Sport en el sistema Multi Sense, que proporciona una mayor sensibilidad al acelerador. En zonas viradas sale a relucir una clara tendencia subviradora y la suspensión llega a hacer topes fácilmente. El ESP nota esos «golpes» en la suspensión y actúa con algo de brusquedad para evitar males mayores. Con unos neumáticos con bastante balón (205/50-17), la deriva se nota y hace que el coche sea muy progresivo a la hora de perder adherencia. Perdemos algo de precisión, pero ganamos en nobleza frente a las exageradas medidas de perfil ultra bajo que están tan de moda.
El sistema Multi Sense cambia la personalidad del coche modificando algunos parámetros, que podemos variar a nuestro antojo y personalizar si queremos:
- Modo Sport: la instrumentación muestra el cuentavueltas en el perímetro de la circunferencia y el velocímetro es digital. La iluminación ambiental (y de la instrumentación) se pone de color rojo y el pedal del acelerador es más sensible a nuestras demandas con el pie.
- Modo Eco: en lugar de cuentavueltas tenemos un indicador de eficiencia en la conducción. El gas es menos sensible y la iluminación es de color verde.
- Modo Normal: el velocímetro se muestra imitando a un reloj analógico, el pedal del acelerador sigue sin tener demasiada sensibilidad y la iluminación ambiental es de color mostaza.
- Modo Individual: nosotros elegimos los parámetros que queremos a nuestro gusto, con la iluminación ambiental en colores morados, aunque, como digo, todo esto se puede personalizar en cada modo.
En el circuito de pruebas de PTC Escuela en A Pastoriza, la maniobra de esquiva saca a relucir las limitaciones de una suspensión tan blanda. El primer giro lo hace sin problemas, pero el segundo, en el que intentamos volver a nuestro carril, provoca un efecto látigo debido a que no le damos tiempo al coche a recomponerse. Digamos que todavía se están asentando sus masas del primer giro y le obligamos a cambiar de dirección antes de tiempo. Esto hace que el ESP tenga que trabajar para mantener la trayectoria.
La frenada de emergencia se resuelve en unas distancias cortas y con total estabilidad, sin reacciones raras del eje trasero, algo a lo que también ayuda su generosa batalla (distancia entre el eje delantero y el trasero).
En definitiva, el Renault Mégane es un coche con un claro enfoque familiar en el que prima el confort sobre la eficacia. Es facilísimo de conducir y perdonará casi todos nuestros pecados sin un mal gesto. Si buscas algo más «sport», tienes las versiones GT Line, por lo que me parece que el planteamiento y los resultados de esta versión son perfectamente coherentes.
Todos los datos, en la ficha técnica del Renault Mégane Bose dCi 110 CV.
Equipamiento: Renault Mégane 2016: a la última

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Con un precio de tarifa de 25.700 euros, el nuevo Mégane no parece un coche con un precio muy competitivo, pero, si tenemos en cuenta las ofertas que siempre suele tener la marca y el equipamiento de esta versión, la cosa cambia.
Pintura metalizada, control de crucero y limitador de velocidad, pantalla multifunción táctil de 10 pulgadas, sistema Multi Sense, sistema de alerta de colisión, Head Up Display, faros bi-led con asistente de luz de carretera, un formidable equipo de sonido Bose, pilotos traseros LED, llantas de aleación (con neumáticos 205/50-17), interior con iluminación ambiental, navegador, sistema R-Link, cámara de visión trasera, asistente de aparcamiento automático (tanto en hilera como en batería y oblícuo)… no falta nada.
Ya que hablo de la cámara de visión trasera, hay que resaltar que cuenta con líneas de guiado activas (muestran la trayectoria que seguirá el coche en función de lo que giremos la dirección) y una calidad de imagen muy buena, pero queda muy expuesta a rayaduras. Está ubicada en el centro del rombo trasero del portón y sobresale casi 20 mm (puedes ver el detalle en la galería de imágenes). Esto hace que, en los autolavados, los rodillos puedan rayar la lente fácilmente.
Como conclusión, el Mégane con este nivel de acabado tiene un precio de partida aceptable que puede convertirse en una compra maestra si tenemos en cuenta las ofertas vigentes y el generoso equipamiento que ofrece.
Todos los datos, en la ficha técnica del Renault Mégane Bose dCi 110 CV.
Consumo: Renault Mégane 2016: eficiente

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Con un peso de 1.280 kg según la documentación del vehículo (1.205 según el fabricante), el Mégane es uno de los compactos más ligeros del mercado y se nota en los consumos, con unas cifras muy buenas, aunque no coincidan los valores reales con los declarados.
Frente a los 4,2 l/100 km de consumo urbano homologado, el Mégane 1.5 dCi ha realizado medias en ciudad más cercanas a los 6 l/100 km, un valor más que correcto.
En carretera, Renault homologa una media de 3,4 l/100 km. Cierto que se pueden obtener estos valores si realizamos una conducción cuidadosa y con ciertas condiciones a nuestro favor (sin carga, poco tráfico, etc.), pero lo normal es que la media esté en el entorno de los 4,2 l/100 km en condiciones de uso normal, aunque con un solo ocupante.
Con cruceros de 120 km/h en autopista, los consumos reales durante la prueba suben hasta los 5,4 l/100 km , valores que también son buenos y hacen que la autonomía de su pequeño depósito de 47 litros dé para realizar viajes de más de 800 km sin repostar.
Todos los datos, en la ficha técnica del Renault Mégane Bose dCi 110 CV.
Rivales
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Vehículo | Renault Mégane 1.5dCi Energy Zen 81kW |
Seat León 1.6TDI CR S&S Style 110 |
Peugeot 308 1.6 BlueHDi Allure 120 |
Opel Astra 1.6CDTi Excellence 110 |
Precio | Desde 25.010 € |
Desde 23.030 € |
Desde 25.450 € |
Desde 24.225 € |
Combustible | Diésel | Diésel | Diésel | Diésel |
Cambio | 6 marchas | 6 marchas | 6 marchas | 6 marchas |
Potencia (CV) | 110 | 110 | 120 | 110 |
Aceleración 0-100 km/h (s) | 11,3 | 10,5 | 9,6 | 11,0 |
Consumo Medio (l/100 km) | 3,7 | 4,0 | 3,6 | 3,7 |
Emisiones CO2 (g/km) | 95 | 102 | 98 | 97 |
Nuestra valoración: 7,2
Diseño 8
Motor 7
Comportamiento 7
Interior 7
Equipamiento 7
Consumo 7
Destacable
- Diseño
- Mejora en calidad aparente
- Relación precio/producto
Mejorable
- Espacio en plazas traseras
- Motor perezoso en baja
- Cámara de marcha atrás expuesta
Galería de imágenes
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Comentarios
Hola jcl, todos los diésel actuales tienen filtro anti partículas. En éste no encontré la boca de rellenado del AdBlue, pero debería tenerlo también para superar la Euro6.
Gracias por ver toda la galería, incluidas las fotos nocturnas, es un coche con una iluminación muy llamativa (la interior personalizable) y se merecía una mención especial. La pieza blanca que se ve por delante del líquido de frenos es el tubo del aire de admisión, tiene una pequeña pieza de fieltro blanco que es lo que destaca bajo esa red de \»nido de abeja\».
Un saludo y gracias a ti por tus comentarios, espero que pronto podamos probar la versión de gasolina.
magnifica prueba, ruben….precioso coche al menos para mi….. a ver si probáis el tce de 130 cv…..veo que en la foto pone que tiene filtro de partículas ..¿ tiene deposito adblue también?; felicitaciones por las fotos nocturnas…bonito no lo siguiente tanto las exteriores como las interiores parece una nave espacial y no lo digo peyorativamente…..
En la foto 62 ( la del motor) delante del deposito del liquido de frenos ¿ es el filtro de aire…?… la verdad que os fijais o te fijas en todo, muy agudo lo de la cámara de marcha atrás que sobresale…un saludo y seguir asi.
Hola Paco, la semana que viene probaré a fondo un Astra 1.4 turbo y te podré dar una valoración más exhaustiva del coche. El Astra sólo lo pude conducir en Alemania hace un año con motivo de su presentación internacional y no tuve tiempo de hacerle un examen tan a fondo como al Mégane. La primera impresión que tengo es que el Mégane va algo mejor, pero como te digo, para darte un veredicto más preciso espera un par de semanas (lo cojo el miércoles que viene y lo tendré una semana para examinar como he hecho con este Mégane) para que te pueda confirmar estas impresiones, además, haré una prueba completa con vídeo del funcionamiento de sus faros matrix led. Un saludo y gracias por tu consulta.
Saludos Rubén. Me gustaría saber tu opinión sobre la «calidad» de rodadura de éste Megane en comparación con el nuevo Astra. Cual ofrece más confianza con el guiado en autopista..no se si me explico.gracias.