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Primera prueba del Opel Grandland X Hybrid4: un poder inagotable

Primera prueba del Opel Grandland X Hybrid4

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Opel sigue adelante con su estrategia eléctrica al estrenar en su gama el primer híbrido enchufable: el Grandland X Hybrid4. El SUV compacto alemán destaca por ofrecer un rendimiento elevadísimo con 300 CV de potencia y un sistema de tracción total muy eficaz. Nosotros ya lo hemos probado.

La celeridad con la que Stellantis (PSA y FCA) está electrificando absolutamente toda su gama es extraordinaria. Uno de los modelos de la parte gala más versátiles e interesantes por todo lo que ofrece es este Opel Grandland X Hybrid4 en el que nos hemos subido recientemente. Se trata de la versión híbrida enchufable más potente del SUV compacto alemán que cuenta además con el honor de ser el primer PHEV de Opel y el segundo clasificado por la DGT como «vehículo 0 Emisiones» dentro del catálogo de los de Rüsselsheim (tras el Corsa-e.) Ambos, junto con el nuevo Mokka-e, el Vivaro-e de uso profesional y el Zafira-e Life para el transporte de personas, conforman la gama ecofriendly de la firma del rayo. A todos ellos se unirá muy pronto el Astra electrificado de nueva generación que está previsto para finales de año.

VÍDEO| Primera prueba del Opel Mokka 2021: busca ser la referencia

Opel Grandland X Hybrid4: pocos rivales directos

Centrándonos en el Grandland X Hybrid4, técnicamente hermano gemelo de los Peugeot 3008 Hybrid4 y DS7 Crossback E-Tense 4×4, debemos destacar que a su ya conocido nivel de confort y a su rico equipamiento añade ahora un esquema mecánico eficiente y muy prestacional. Se constituye de un 1.6 Turbo (1.6 PureTech) de 200 CV y de dos motores eléctricos adicionales, uno de ellos colocado en el eje posterior, lo que le aporta la condición de 4×4. La potencia conjunta asciende a unos exorbitantes 300 CV y, gracias a la batería de 13,2 kWh, permite recorrer cerca de 60 km teóricos sin consumir ni una sola gota de gasolina.

Como vemos, su carta de presentación es cuanto menos atractiva… Eso sí, para competir de tú a tú con los Mitsubishi Outlander PHEV, Jeep Compass 4xe o Ford Kuga enchufable, Opel dispone de una versión más accesible con 225 CV y tracción delantera. Nosotros, en cualquier caso, vamos a profundizar en el Hybrid4 que corona el repertorio de variantes del Grandland X.

  • Precio del Opel Grandland X Hybrid4: 52.385 €*

*Sin promociones.

Nuestra valoración: 8,2

Diseño 7

Motor 9

Comportamiento 8

Interior 8

Equipamiento 8

Consumos 9

Destacable

  • Diseño invariable
  • Misma habitabilidad trasera
  • Rendimiento mecánico

Mejorable

  • Precio de partida
  • Maletero menos capaz
  • Tiempo de carga en enchufe doméstico

Ver ficha técnica y equipamiento

Diseño: Pequeñas pinceladas

Por fuera apenas varía salvo la inclusión de un capó en negro y la toma de carga.

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La gama híbrida enchufable del Opel Grandland X no propone una gran revolución estética. De hecho a grandes rasgos es casi idéntico a cualquier otro Grandland X de combustión. Mantiene los 4,47 metros de largo dejando como únicas diferencias los logos situados en las taloneras laterales y el portón así como la toma de carga situada en el paso de rueda trasero izquierdo. Si a eso le sumamos la posibilidad de adquirir el capó en negro (con el consiguiente aumento del atractivo), tendremos todos los cambios que presenta este Grandland X Hybrid4.

Aunque no sea un elemento puramente del exterior, sí se ve cuando circula. Nos referimos a la luz azul que aparece en el retrovisor interior y que surge cuando circulamos en modo 100% eléctrico. Se trata de un testigo informativo que será útil cuando las ciudades aumenten sus restricciones y los conductores no quieran hacer trampas accediendo al centro de las ciudades en otro modo que no sea el cero emisiones. El Grandland X Hybrid4 es el primer modelo en incorporarlo.

Interior: Nuevos menús

Lo cierto es que los cambios son contados. El más visible es un cuadro de instrumentos específico con un dial izquierdo analógico simulando una especie de cuentarrevoluciones que muestra el diagrama del porcentaje de potencia. Sobre el ordenador de a bordo, que incorpora nuevos menús como el diagrama del flujo de energía, aparecen dos esferas que referentes al depósito de gasolina y la carga de batería, mientras que el velocímetro se mantiene invariable. La pantalla central mantiene sus 8,0 pulgadas de tamaño sumando una serie de menús relativos al sistema híbrido: flujo de energía, consumos, carga y eSave a los que se accede mediante el comando con el logo del rayo.

En lo relativo a la habitabilidad interna, tampoco hay cambios para los pasajeros, pues mantienen las mismas cotas que un Grandland X de combustión. Pero si hablamos del maletero sí vemos diferencias notables. Y es que la capacidad del maletero se ve reducida en 124 litros frente a cualquier hermano de combustión, llegando así a los 390 litros. Pese a sus formas cuadradas, es una capacidad algo justa que surge como consecuencia de colocar la batería tras los asientos posteriores para que así estos no vean reducida su habitabilidad. La parte positiva, que podemos acceder a él mediante un portón eléctrico con función manos libres y que bajo el piso se coloca un práctico compartimento para almacenar los cables de carga.

Motor: El más potente de todos

Con esta configuración mecánica, el Grandland X Hybrid4 es el Opel más potente de la actualidad.

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Cuando uno piensa en un híbrido enchufable lo primero que le viene a la mente son las bajas cifras de consumo. Sin embargo, con este Grandland X Hybrid4 a dicha variable se le suma la del rendimiento. Porque los 300 CV que genera le convierten en la versión más potente no solo de su gama, sino de toda Opel. Potencia que alcanza gracias a la unión del motor de combustión 1.6 Turbo de 200 CV con los dos motores eléctricos, uno delantero unido al 1.6 Turbo de 110 CV y otro trasero de 113 CV.

Cada uno de ellos es capaz de mover de manera independiente el conjunto, aunque cuando funcionan todos al mismo tiempo no solo se consigue un Grandland X con tracción total (también el único de la gama por cierto) sino que se consiguen esos excelentes registros: 520 Nm de par, 6,1 segundos para pasar de 0 a 100 km/h y 235 km/h de velocidad punta. Todo ello gestionado además mediante la transmisión automática EAT8 de tipo convertidor de par de ocho relaciones.

En marcha el Grandland X Hybrid4 siempre arranca en eléctrico priorizando siempre el uso del motor trasero. Con ellos puede alcanzar una velocidad máxima cercana a los 140 km/h y homologar hasta 58 kilómetros de autonomía gracias a los 13,2 kWh de batería que monta. Su empuje es suave y bastante progresivo si así se requiere, ya que en el momento en el que se hunde el pie derecho, los dos motores hacen de las suyas y nos catapultan hacia delante. En el caso de requerir más potencia, cuando entra el 1.6 Turbo, el Grandland X PHEV se convierte en todo un bólido, mientras que si únicamente nos desplazamos con el de combustión, las diferencias respecto a otro hermano suyo son imperceptibles.

Los Grandland X Hybrid de tracción delantera suprimen el motor trasero rebajando así su potencia hasta los 225 CV y empeorando sus prestaciones hasta los 8,9 segundos y los 225 km/h de punta.

Comportamiento: Depende de para qué lo emplees

Los 300 CV se entregan casi de manera instantánea y le hacen correr mucho.

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Si bien han pasado por nuestras manos muchos SUV híbridos enchufables, los desarrollados por PSA tienen la peculiaridad de ser tan eficientes como emocionantes en términos de empuje. Los 300 CV de este Grandland X Hybrid4 se nos antojan incluso excesivos para un cliente medio, pero la suma de la tracción total le puede reportar bastantes ventas.

En marcha se le nota un vehículo pesado porque lo es ya que frente a un 1.6 Turbo de 180 CV suma 375 kilos aunque solo en los primeros compases. Como decíamos con el motor en cuanto hundimos el pedal derecho, los 300 CV entran en juego y nos hacen correr mucho. Dado que la ruta discurrió prácticamente por autopista, nos guardamos nuestras sensaciones dinámicas para la semana que lo tengamos de pruebas.

En vía rápida lo mejor es seleccionar el modo Hybrid y dejar que el sistema trabaje. Cuatro son los modos disponibles: Electric, Hybrid, Sport y 4WD (exclusivo de esta versión). Destaca el hecho de que no exista un modo ECO que rebaje el consumo, pero como decimos el programa Hybrid se encarga de movernos con la mayor eficiencia. A ellos podríamos decir que se suma el modo eSave seleccionable mediante la pantalla y que nos permite reservar 10, 20 o la totalidad de la batería si así lo requerimos. En el caso de los dos primeros, si hemos rebajado dicha cifra, el motor de combustión hace además las veces de generador y va cargando en marcha sus celdas, con el consiguiente aumento de consumo.

Este Grandland X Hybrid4 no cuenta con niveles de retención per sé pero sí con un modo B que aumenta la intensidad en las frenadas. A poco que entrenemos, seremos incluso capaces de detenerle sin emplear el freno, reduciendo el desgaste de las pastillas.

A nivel de confort apenas hay diferencia frente a otro Grandland X y este Hybrid4 es tan silencioso y cómodo como cualquiera. Solo un tacto del freno algo esponjoso difiere respecto al resto de hermanos. Donde sí hemos encontrado diferencias es al activar el modo Sport, principalmente, por lo mucho que corre este SUV. Aquí el sonido del 1.6 Turbo es algo más notorio, pero se contrarresta con un empuje brutal.

Equipamiento: Solo un acabado para el Hybrid4

La dotación de serie es amplísima al estar asociado al nivel más alto de la gama.

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Opel ha querido que los clientes que accedan al Grandland X Hybrid4 no se ‘rompan’ la cabeza con elecciones de equipamiento. Así mientras los 4×2 sí pueden elegirse con los niveles Selective o Ultimate, nuestro protagonista solo está disponible con el acabado más alto. En él vienen de serie, entre otros:

  • Pantalla central de 8 pulgadas con navegador, Apple CarPlay, servicios conectados y navegador
  • Asientos delanteros AGR tapizados en símil cuero y calefactables
  • Volante calefactable
  • Climatizador bizona
  • Parabrisas delantero parcialmente calefactable
  • Pilotos traseros LED
  • Carrocería bicolor con el techo en negro
  • Alerta por colisión frontal
  • Alerta por cambio involuntario de carril
  • Frenada de emergencia en ciudad
  • Alerta por fatiga del conductor
  • Llantas de 19 pulgadas

Como opciones destacadas están la pintura metalizada (750 €), el cargador inalámbrico para móviles (150 €), el control de velocidad de crucero adaptativo (800 €), el capó en negro (600 €), el sistema de sonido Denom (880 €) o la rueda de repuesto de 18” (120 €). A ello hay que sumar las diferentes opciones de cargadores y cables que propone Opel para los diferentes tipos de enchufe que nos podremos encontrar. El más completo contempla aquel que puede conectarse en tomas desde 1,8 hasta 11 kW (la carga máxima que admite son 6,6 kW) cuyo precio es de 1.800 €.

Consumo: Un Jekyll y Mr. Hyde

Los tiempos de carga oscilan entre las 2 y las 7 horas.

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Al ser un PHEV toca hablar de su autonomía, en los casi 120 km realizados y con una autonomía eléctrica de 46 km al arrancarlo, la batería no agotó su carga hasta llegar al kilómetro 90. En ese momento el consumo medio llegó a ser de 4,1 l/100 km. Al final de la prueba llegamos con un gasto medio de 4,7 l/100 km y 7,4 kWh/100 km de electricidad, habiendo cubierto buena parte del mismo en modo cero emisiones.

Cifras que están lejos de los 1,4 l/100 km que homologa oficialmente pero como sabemos la medición de los híbridos enchufables hay que cogerla un poco con pinzas. Lo que está claro es que los 58 km de autonomía que homologa pueden ser sencillos de realizar siempre que toquemos en algún momento el entorno urbano. En el otro lado de la balanza está el modo eSave que nos hará gastar casi 9 litros si lo activamos. Además, la carga de la batería no es tan rápida como desearíamos ya que en poco más de 15 km solo logramos aumentar 2 km. La única duda que nos surge es saber cómo afecta el extra de peso del sistema híbrido al consumo cuando realicemos un viaje largo en términos de diferencias frente al 1.6 Turbo de 180 CV.

Por último, los tiempos de carga que maneja Opel para este Grandland X Hybrid4 oscilan entre la hora y 50 minutos si lo conectamos a una toma de hasta 7,4 kW o las 7 horas y 10 minutos de un enchufe doméstico de 1,8 kW. Entre medias, aquellos hogares con una toma Greenup de 3,7 kW obtendrán el 100% de la misma en cuatro horas.

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