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Peugeot 207 RC

Peugeot 207 RC

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29 de marzo, 2007

Peugeot culmina por todo lo alto la gama 207 y lanza el RC, dotado del nuevo motor 1.6 THP con 175 CV



Peugeot culmina por todo lo alto la gama 207 y lanza el RC, dotado del nuevo motor 1.6 THP con 175 CV. El mejor corazón para vibrar al volante de un francés que retoma la leyenda GTI de los 205 y 206, les supera por prestaciones y eficacia en curva y convence al más exigente con su suavidad, contundencia y agrado de uso. Cuesta 22.000 euros.


La tradición deportiva de Peugeot en el mundo de los utilitarios se remonta a la década de los 80, con emblemáticas creaciones como el 205 GTI. Después vendriá el 206 RC y, ahora, la generación 207 estrena digno sustituto. Tanto, que el calificativo «digno» se queda corto. Aliado con BMW para la fabricación de nuevos motores cuatro cilindros de 1,6 litros, la marca del león esconde orgullosa bajo el capó del RC el nuevo motor THP de 175 CV, un prodigio de última tecnología. Para alimentarse, la criatura elige un avanzado sistema de inyección directa gasolina, con bomba de alta presión de dos pistones e inyectores que pulverizan el carburante a una presión máxima de 120 bares.


Es la primera parte de un conjunto completado por un turbocompresor TwinScroll, primicia en esta cilindrada, que separa los gases de escape hasta su entrada en la turbina para optimizar al máximo el rendimiento. Abrumadora carta de presentación, tan avanzada que deja en segundo plano –por ya conocidas– soluciones como la función «overboost» que aumenta el par motor de 24,5 mkg a 26,5 mkg durante un adelantamiento. Aunque para lograr la mejor capacidad de recuperación no existe mejor aliado que disponer del par máximo a partir de 1.600 vueltas. Así se explica el enorme agrado que transmite el corazón del 207.


Por suavidad, por progresividad, por respuesta desde abajo y por capacidad de estirada. Preciso como un reloj, empuja desde 1.600 rpm y aguanta la embestida hasta las 6.000 sin vacíos y sin brusquedad alguna. De hecho, gira tan fino que se llega a echar en falta un punto de rabia. Esa «mala leche» que caracterizaba, por ejemplo, al 206 RC. Pero los números no engañan y la comparación refleja una mejora sustancial en todas las prestaciones. Un dato: en la recuperación 80-120 km/h en 4ª, el 206 RC invertía 7,6 segundos. Ahora, el 207 RC sólo necesita 5,5 segundos. Y gasta un 20 por ciento menos según el gasto homologado por Peugeot…


Ese punto de carácter rebelde del 206 RC vuelve a nuestra mente después de completar dos tramos del Rally de MonteCarlo con el 207 RC. Va tan aplomado, gira tan plano, se muestra tan eficaz, se conduce con tanta facilidad que hasta añoramos ese ligero nerviosismo del tren trasero del 206 RC. Si el anterior pedía «buenas manos» para sacar todo el partido, el nuevo se muestra mucho más fácil de conducir, asentado del tren trasero y neutro de reacciones. La dirección eléctrica calca con precisión nuestra órdenes, los asientos sujetan tanto y tan bien que nos quedaríamos a dormir, el eje delantero ataca los virajes con decisión y la batería de ayudas electrónicas mantiene la situación bajo control.


Por no hablar de los frenos, virtud destacada por su resistencia y eficacia. Aplauso, sin duda, por la exponencial mejora dinámica del 207 RC, en comportamiento y en rendimiento… pero sin olvidar un guiño nostálgico a sus antecesores. De todos ellos nos olvidamos por completo al contemplar la intachable presentación interior y los buenos materiales acolchados, al acceder con facilidad a las plazas traseras y al descubrir un cuadro de relojes completo y fácil de leer.


No vendría mal, dicho sea, un punto de más de deportividad, como en un exterior donde sólo resaltan las ópticas delanteras oscurecidas, las carcasas de los retrovisores, el alerón trasero –capaz de elevar 25 kilos la carga a 200 km/h– y la doble salida de escape. Mucho más nos gustan las llantas de aleación de 17 pulgadas, de serie como ocho airbags, ESP, SSP, ABS, asistente a la frenada, climatizador automático y radio con CD. Dotación tan completa como justos se antojan los 22.000 euros que cuesta, en la línea de los 21.700 pedidos por Renault por el Clio RS. Será su gran rival a partir del mes de abril.

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