Opel Flextreme

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Autor: Autocasión
08 de noviembre, 2007
Lo pudimos ver en el pasado Salón de Francfort y ahora conocemos todos los secretos de este «concept» limpio que, bajo su elegante traje, esconde un potente motor eléctrico y otro turbodiésel que alimenta sus baterías.
A diferencia de otros fabricantes que han comenzado a cuidar el apartado ecológico recientemente, Opel lleva ya largo tiempo dando muestras de su preocupación por el medio ambiente. Tanto es así que, desde 1971, los ingenieros y diseñadores de la marca no han cesado en su actividad de construir vehículos «limpios».
Fue ese mismo año cuando salió de las fábricas alemanas un Opel GT muy especial, que contaba con dos motores de corriente continua, capaces de producir una potencia de 90 kilovatios, y una batería de níquel-cadmio que suministraba la energía para alimentarlos. Desde entonces, los avances de la marca alemana en este campo se han materializado en modelos como el «Tech1» de los años 80 ó los «Impuls », «Eco»… nacidos en la década siguiente y muy alabados por la tecnología que incorporaban.
PRESENTE Y FUTURO PROMETEDORES
Tras presentar este mismo año en diversos salones del automóvil dos variantes de su tecnología ecológica «EFlex » –aplicadas al Chevrolet Volt–, Opel deja al descubierto ahora la tercera que, bajo la denominación «Flextreme », representa parte del compromiso actual del grupo GM por desarrollar vehículos que reduzcan las emisiones de CO2 y sean cada vez menos dependientes del petróleo.
Este novedoso concepto se basa en un sistema de propulsión que se compone de un motor eléctrico y otro turbodiésel pero, a diferencia de los vehículos híbridos tradicionales, el Flextreme sólo se mueve con la energía eléctrica, mientras reserva el motor térmico, exclusivamente, para alimentar las baterías de ion de litio. La autonomía de este propulsor es de 55 km, de manera que se muestra capaz de hacer frente a los desplazamientos cotidianos de la mayor parte de los ciudadanos europeos –se han realizado estudios al respecto– sin necesidad de utilizar nada de gasóleo y sin emitir, por tanto, ni un sólo gramo de CO2 a la atmósfera.
No obstante, si las baterías se agotan y no hay enchufe cerca, el motor 1.3 CDTI se convertirá en el gran aliado del Flextreme, pues llevará a cabo la tarea de aumentar su autonomía, funcionando a un régimen constante. En este caso, las emisiones siguen siendo verdaderamente bajas, pues no superan los 40 gramos de dióxido de carbono por cada kilómetro recorrido. Mientras tanto, en lo que a diseño se refiere, este prototipo se sitúa también a la vanguardia.
Entre las múltiples soluciones que incorpora, destacan sus puertas traseras de apertura en sentido contrario a la marcha, su gran techo transparente y sus dos portezuelas posteriores, de apertura tipo «alas de gaviota», que dan acceso al espacio de carga.
Además, encontramos un compartimento situado bajo el piso del maletero, que se abre de forma eléctrica y que alberga dos vehículos Segway, pensados para que conductor y acompañante puedan moverse de forma ágil en aquellos lugares no transitables en coche. De momento no existe fecha de comercialización para este limpio e innovador vehículo, pues aún quedan ciertas fases de desarrollo por cubrir, pero no sería de extrañar que en poco más de dos años pasase a ser realidad.
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