Opel Corsa OPC

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Autor: Autocasión
26 de marzo, 2007
Es el más radical estéticamente de su categoría, tarjeta de presentación muy adecuada para un exultante motor 1.6 litros que gracias al turbo entrega 192 caballos salvajes.
Es el más radical estéticamente de su categoría, tarjeta de presentación muy adecuada para un exultante motor 1.6 litros que gracias al turbo entrega 192 caballos salvajes.
Opel nunca había llegado tan lejos con su Corsa. De hecho, hace años que el popular utilitario no contaba con una versión de tan marcado carácter -habría que irse a los tiempos de los GSI, dos generaciones atrás- pero con el desarrollo de la gama OPC le ha llegado el turno. El Opel Corsa OPC antepone las prestaciones y el comportamiento deportivo al carácter práctico, estando claramente pensado para un conductor que busque el modelo más radical posible por estética y dinámica en la categoría. Llegará a los concesionarios a lo largo del mes de abril con un precio base de 22.950 euros.
El rendimiento del motor es excepcional. Además de contar con el empuje a partir de medio régimen que permite la sobrealimentación no penaliza por rudeza o brusquedad de respuesta cuando comienza a girar la turbina. Su efecto queda claro, pero no se hace molesto ni excesivo. De todas formas, y aunque al volante se aprecia suavidad, los generosos neumáticos (215/45-17” y opcionalmente 225/35-18”) en ciertas ocasiones se las ven y se las desean para controlar el ímpetu de los 230 Nm de par, que puede llegar hasta 266 Nm en determinadas circunstancias y durante períodos cortos de tiempo al pisar a fondo el acelerador (en un adelantamiento, por ejemplo) gracias a la función overboost. Además de la comentada relativa suavidad de respuesta, el motor gira bien y gana vueltas como una exhalación, si bien goza de poca capacidad de sobrerégimen, algo que de todas formas no es determinante porque dispone de tanta y tan buena potencia (los 192 caballos llegan a 5.850 rpm) que enseguida se aprende a subir de marcha sin rozar el corte. Quiero destacar que aunque parezca increíble la cifra máxima de par llega a tan sólo 1.980 rpm y se mantiene hasta el mismo régimen de la potencia máxima: 5.850 revoluciones, razón por la que la fuerza con que responde el motor a cualquier régimen es asombrosa. El turbo está realizado por BorgWarner Turbo Systems (anteriormente KKK) y como en otros Opel su carcasa forma parte del colector de escape. Con un peso total de 131 kg, el motor pesa según Opel 15 kilos menos que los propulsores turbo de similar cilindrada de la competencia.
Si la agradable respuesta del motor permite pasear como si se trata de un manso o torear como si fuera un Miura, la puesta a punto del chasis sigue la misma línea. Suspensiones duras, pero no demasiado secas y en cualquier caso un balanceo de la carrocería casi imperceptible que otorga una excelente sensación de control. Eso sí, el que quiera sacarle todo el partido ha de tener claro donde está su nivel al volante. La zaga reacciona más que en sus rivales a los cambios de carga en el acelerador y, al corregir la tendencia natural al sobreviraje de un coche de esta arquitectura, el tren trasero se ha vuelto muy vivo, casi se podría decir que está esperando cualquier oportunidad para insinuarse. Y lo cierto es que lo hace pero con mucha nobleza, como respuesta a levantar el acelerador entrando fuerte en curva sobre asfalto gastado. En cualquier caso el ESP es de serie y tiene una puesta a punto específica pensada para no cortar las sensaciones deportivas, como pudimos comprobar. Las suspensiones están reforzadas en ambos ejes, con amortiguadores y muelles específicos en el tren delantero y una barra de torsión más rígida en el trasero que en conjunto reducen el balanceo un 25 por ciento y la altura de la carrocería 15 mm.
Los frenos tienen buen aspecto, pero tampoco tuve ocasión durante la toma de contacto de sacar conclusiones claras sobre su rendimiento. Delante monta unos discos de 308 milímetros y detrás también discos de 268 mm. de diámetro. La dirección incorpora un exclusivo sistema de desmultiplicación variable. Este tipo de sistemas permiten que al tomar una curva no haya que girar demasiado el volante (relación más directa entre las ruedas y el volante) y que sin embargo en recta se reduzca la sensibilidad (hay que girar más el volante para conseguir el mismo movimiento de las ruedas) para mejorar la comodidad de marcha en autopista. En línea recta la desmultiplicación es de 13 a 1, en curvas de 90 grados desciende a 11,8 a 1, pero curiosamente en giros que superan el ángulo recto vuelve a aumentar hasta 13,3 a 1 para reducir el esfuerzo al girar el volante.
En el interior destacan los espectaculares asientos firmados por Recaro, con estilo de bacquets pero con las comodidades y normas de seguridad de un turismo de calle moderno, destacando los airbags laterales incorporados en sus flancos, algo novedoso en unos asientos de esta arquitectura. Por lo demás el interior del OPC se distingue de las otras versiones del utilitario por pequeños detalles, como el volante de aro grueso y forrado de cuero, con una pletina inferior metalizada con la leyenda «OPC» y marca superior de centrado, como en los volantes de competición.
UNA DURA COMPETENCIA
Frente a sus competidores naturales el Opel Corsa OPC está bien posicionado por precio: 22.950 euros son 950 euros más según las tarifas oficiales que el Peugeot 207 RC de 175 cv, 50 euros menos que el Renault Clio RS de 200 cv (el único atmosférico de la categoría), 1.398 euros euros más que el <A title=" Seat Ibiza Cupra» style=»COLOR: #ff0000″ onclick=»this.href='/nuevo-SEAT/IBIZA/1.8,20v,T,CUPRA,180,cv,(2007),3p/2007/144012873061115/resumen/'» href=»#» target=_blank> Seat Ibiza Cupra de 180 cv y 1.450 euros menos que el más exclusivo de todos, el Mini Cooper S de 175 cv. Hay una gran variedad para elegir modelos que en todo caso ofrecen un excelente rendimiento desde el punto de vista más deportivo, pero que gozan de caracteres diferenciados. El Corsa no es el que más acelera con sus 7'2 segundos de 0 a 100 km/h (el más brillante es el Clio RS -6'9- que gracias al motor atmosférico tiene menos problemas de tracción), pero es de los más veloces, al nivel del Mini Cooper S con 225 km/h, sólo superados por el Ibiza Cupra (230 km/h). Donde penaliza es en el consumo, con 7'9 litros en ciclo combinado empatado con el Ibiza y por encima del 207 RC (7'2) y de los más comedidos Mini Cooper S y Clio Sport (6'9).
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