Opel Astra 1.4 Turbo 16V 140 CV

32 fotos
Autor: Autocasión
29 de septiembre, 2010
La mecánica de baja cilindrada da como resultado un conjunto prestacionalmente satisfactorio, pero muy poco divertido. Una apuesta segura para los que buscan un gasolina ajustado con el gasto.
Nos ponemos al volante de una de las versiones más interesantes del compacto Opel Astra. Se trata de la mecánica gasolina de baja cilindrada con sobrealimentación, que es la respuesta directa a las versiones downsizing del alfa Romeo Giulietta y el Fiat Bravo –1.4 TB o 1.4 Turbojet, según la marca, de 120 CV-, y de los Seat León y Volkswagen Golf –1.4 TSI de 125 y 122 CV, respectivamente-. El último es el pionero en esta tecnología, que está en la gama desde su anterior generación, la quinta. ¿Será el representante del rayo un digno rival? Aquí lo analizamos.
Interior
Dentro se mantiene un salpicadero bien acabado -como los paneles de las puertas-, ergonómico y utilizable, pero plagado de botoncitos -como hemos visto en otras ocasiones-.
El espacio es bueno y la posición de conducción sólo admite una pega: el apoyo del pie izquierdo está muy cerca del embrague. Detrás, el hueco para las piernas es justo; aunque la altura al techo no es problema. 5 personas que sobrepasen la talla media van, sin más. El maletero, clasificable y modulable mediante el sistema FlexFloor opcional, también da de sí.
El equipamiento de serie del acabado Sport -el de la unidad probada- lo forman: sensores de luz y lluvia y espejo interior fotosensible -paquete de visibilidad-, asistente de arranque en pendiente, chasis deportivo rebajado, freno de mano eléctrico, anclajes isofix en las plazas traseras, asientos delanteros deportivos, reposabrazos delantero con toma de 12 V, control de velocidad de crucero, elevalunas eléctricos delanteros, ordenador de a bordo, reposacabezas delanteros activos, volante de cuero deportivo, climatizador bizona, faros antiniebla delanteros, luces de conducción diurna, retrovisores exteriores eléctricos y térmicos, airbags, ABS, ESP, sistema de pedales retráctiles, kit de reparación de neumáticos -en medida 215/50 R17-…
Con llantas de 18 pulgadas y cubiertas 235/45, asientos de cuero, pintura metalizada, navegador, bluetooth, sistema FlexRide, elevalunas eléctricos traseros, sensor de presión de neumáticos, sensores de aparcamiento, retrovisores exteriores plegables eléctricamente, Opel Eye y algún extra más -como el coche de las fotos- el precio a pagar es de 24.690 euros.
Comportamiento y Prestaciones
Al volante, es perezoso y se parece mucho al 1.7 CDTi 16V 125 CV. Para ser un motor gasolina no tiene bajos y la conducción que puedes hacer con él recuerda mucho a la de su hermano diésel -también por la rumorosidad mecánica-, con una entrega a medio régimen -cuando entrega su par máximo– poderosa y progresiva. Aunque la potencia máxima no llega hasta las a 6.000 rpm, y alcanzarla no es fácil ya que no sube rápido de vueltas cuando lo estiras. Esperábamos un bloque más constante y lineal, sin vacíos de potencia.
Esta motorización se asocia a un cambio manual de 6 velocidades de desarrollos y recorridos más bien largos, inserciones exactas y buen tacto; aunque algo lento si juegas con él para mantener con brío el conjunto. Sus prestaciones son buenas y el consumo real, si buscas agilidad, se planta en 9 litros fácilmente; si no, es fácil hacer consumos eficientes.
Segimos alabando el funcionamiento del sistema FlexRide –chasis electromecánico opcional– que adapta la respuesta del acelerador, la dirección y la suspensión a tu conducción y al firme por el por el que circulas, según el equilibrio óptimo entre confort, prestaciones y seguridad; lo que sería el modo Normal aparte de los dos seleccionables. Así, puedes elegir entre el modo Tour -o cómodo para una conducción tranquila- y Sport -cambia el color de las luces de la instrumentación, de blanco a rojo– para sacar el máximo rendimiento dinámico del coche. En esta última posición conduces un conjunto más fino, aplomado y preciso en curva, a pesar de la firmeza notable en el habitáculo. Dicha estabilidad te aporta una confianza elevadísima por mucho que busques los límites. Como buen y noble delantera, ya sabes, subvirador.
El Opel Astra 1.4 Turbo 16V 140 CV es una apuesta segura si quieres un coche servicial y no necesitas un diésel. Eso sí, su conducción se asemeja demasiado a la de los motores de gasóleo, lo que limitará tu lado pasional. Un «pero» menos evidente en la competencia.
Destacable
– Chasis FlexRide.
– Estabilidad y nobleza al límite.
– Consumos ajustados.
Mejorable
– Motor con vacíos de potencia y poco afinado.
– Conducción poco pasional, casi igual a la de un diésel.
– Espacio para las piernas en las plazas traseras.
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