Prueba del Volvo S60 T5: el antídoto sueco para el BMW Serie 3, Mercedes Clase C y Audi A4

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Marcos Diego
18 de enero, 2020
Con el acabado R-Design y un motor de gasolina de 250 CV, Volvo explota el lado más deportivo del S60, una berlina de tamaño medio que trata de encontrar hueco en un espacio dominado por el Serie 3, Clase C y A4. Sigue leyendo, si quieres conocer nuestra opinión del Volvo S60 T5 R-Design.
La actual generación del Volvo S60 llegó al mercado en 2019 con un importante anuncio: no estaría disponible con motores diésel. Así pues, la gama mecánica de la berlina sueca queda compuesta por dos motores de gasolina de 190 y 250 CV (T4 y T5) y dos versiones híbridas enchufables de 340 y 390 CV (T6 Twin Engine y T8 Twin Engine). Para esta prueba del Volvo S60, hemos elegido la versión T5 de 250 CV y el acabado R-Design que aporta un toque más deportivo, aunque, como veremos más adelante, el confort sigue pesando más que la deportividad en la balanza del S60.
Rivales del Volvo S60
El segmento de las berlinas premium está dominado claramente por las marcas alemanas a las que, con el Audi A4, BMW Serie 3 y Mercedes Clase C como representantes, parece difícil bajar del podio. Además del trio de ases alemán, existen otras alternativas interesantes en el mercado como el Volvo S60 que nos ocupa, el Alfa Romeo Giulia, el Jaguar XE, el Lexus IS y el Volkswagen Passat. Sin la vitola de modelos premium y, por lo tanto, un escalón por debajo en precio, nos encontraríamos el Peugeot 508, Mazda6, Opel Insignia o Renault Talisman.
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En cuanto al interior y la lista de equipamiento, aspectos que desgranaremos a lo largo de esta prueba del Volvo S60, os podemos adelantar que las impresiones son muy buenas, con una calidad fuera de toda duda.
Hechas las presentaciones, vamos a ver en profundidad que nos ofrece el Volvo S60 y si cuenta con los mimbres necesarios para ser una alternativa real a la todopoderosa competencia germana.
Diseño: moderno y reconocible

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El volvo S60 ha sido el último modelo de la marca, a la espera de una nueva generación del V40, en incorporar el lenguaje de diseño que estrenó el actual Volvo XC90 y con el que también cuenta el Volvo S90. Con este último es, lógicamente, con el que más similitudes guarda el diseño del S60, aunque la marca ha sabido diferenciar bien ambos modelos y dotarles de personalidad propia.
Entre los elementos compartidos por las dos berlinas, llaman especialmente la atención las ópticas delanteras led, ya que incorporan la firma lumínica inspirada en el martillo de Thor que también hace las funciones de indicador de dirección. La unidad de pruebas montaba, además, el Pack Light, un paquete de equipamiento opcional, muy recomendable, que incluye faros activos y lavafaros. Este sistema ofrece una iluminación excelente y nos permite circular con las largas puestas permanentemente, ya que el propia sistema se encarga de apagar, en función de las circunstancias, los módulos led necesarios para no deslumbrar al resto de tráfico.
El Volvo S60 de la prueba contaba con el acabado R-Design que aporta un toque deportivo y que se distingue, entre otras cosas, por los acabados en negro para la parrilla, carcasas de los retrovisores y contornos de las ventanillas. De serie, monta llantas de 18 pulgadas y, de manera opcional, podemos elegir entre 19 y 20 pulgadas, siendo todas ellas diseños específicos para este acabado.
En la parte trasera, la más característica, encontramos unos atractivos pilotos led en forma de C que ensanchan visualmente al modelo y dos marcadas salidas de escape que son reales.
El Volvo S60 mide 4,76 metros de largo, 1,85 metros de ancho y 1,43 metros de alto.
Interior: premium

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Cuando abres las puertas y te sientas a los mandos del Volvo S60, las sensaciones son francamente buenas, empezando por los asientos, que son excelentes y vienen de serie tapizados parcialmente en cuero. El volante, también tapizado en piel, cuenta con un tacto agradable, el grosor adecuado y unos mandos de control bien pensados para manejar las distintas funciones de forma intuitiva.
La sensación de calidad es elevada y los ajustes entre las distintas piezas no admiten reproche, estamos ante un producto premium y se nota. Además, Volvo no ha abusado de los tan de moda acabados en negro brillante y se ha decantado por unas molduras en aluminio que aportan un toque más sofisticado.
El diseño ha sabido conjugar elegancia y practicidad, con una ergonomía muy bien estudiada que hace que nos sintamos cómodos desde el primer momento. En este sentido, la única pega es que Volvo no haya instalado unos mandos independientes para el sistema de climatización, que lo tenemos que manejar desde la pantalla táctil de 9 pulgadas. Eso sí, la interfaz es buena y la navegación entre los distintos menús muy sencilla.
El panel de instrumentos es totalmente digital y cuenta con una pantalla de 12,3 pulgadas que, a pesar de que ofrece varios modos de visualización, incluido el clásico de dos diales, no ofrece mucha personalización.
En cuanto a la habitabilidad del Volvo S60, las plazas delanteras son muy cómodas y en las traseras, como es habitual en esta categoría, viajaran sin problemas dos adultos pero no tres. La plaza central es incómoda porque el respaldo, que incluye un reposabrazos, es más duro y el túnel central, bastante voluminoso, impide colocar bien los pies.
Respecto al maletero, el Volvo S60 cubica 442 litros o 392, si optamos por equipar la rueda de repuesto. El espacio se puede ampliar, si abatimos los respaldos de los asientos traseros, una función para la que deberemos acudir a la lista de extras. La boca de carga es amplia, pero queda muy alejada del suelo, y las formas del maletero son regulares y nos permiten aprovechar bien todo el espacio de carga.
Motor: suave y potente

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El Volvo S60 T5 monta un motor turboalimentado de gasolina de cuatro cilindros y 2 litros de cubicaje que desarrolla 250 CV de potencia a 5.500 rpm y entrega un par de 350 Nm entre las 1.800 y las 4.800 rpm. Asociado, simpre, a un cambio automático por convertidor de par de 8 relaciones, el motor ofrece un buen nivel de prestaciones, con un 0 a 100 km/h en 6,5 segundos y una velocidad máxima de 240 km/h.
El funcionamiento de mecánica y cambio destaca por su enorme suavidad y resulta especialmente confortable para circular por ciudad o viajar relajadamente a ritmos sostenidos por autovías y autopistas. El problema viene cuando queremos realizar una conducción más ‘viva’, ya que el cambio, incluso con el modo Dynamic seleccionado, busca siempre engranar la marcha más larga en cuanto levantamos el pie del acelerador.
Esto se soluciona, en cierta medida, usando las levas incluidas en el acabado R-Design. Aun así, el cambio no es muy obediente y se muestra algo lento en las reducciones. Está claro que la marca ha priorizado el confort y la eficiencia por encima de otras cuestiones.
Comportamiento: poco deportivo

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En el apartado dinámico sucede algo parecido a lo comentado con el cambio automático. El Volvo S60 está pensado, sobre todo, para ser un coche confortable, un rutero con el que hacer largos viajes por vías rápidas.
A pesar de que con el acabado R-Design, el S60 reduce su altura libre al suelo y monta una suspensión con un ajuste más firme, las sensaciones no son tan deportivas como las que pueda ofrecer, por ejemplo, un Alfa Romeo Giulia o un BMW Serie 3. La respuesta del S60 es correcta en todo momento. Es un coche estable, con buenas prestaciones y con un buen paso por curvas rápidas, pero si le buscamos las cosquillas en una carretera revirada su repuesta no es tan eficaz.
En este sentido, me parece más recomendable el acabado Inscription, ya que mantiene la suspensión “normal” y nos permite explotar la mejor cualidad del S60, su confort de marcha, con un aislamiento que, gracias, en parte, a los cristales laminados que forman parte de la lista de extras, es digno de elogio.
En definitiva, el Volvo S60 es un coche fácil de conducir, cómodo y seguro y un gran aliado para realizar largos y relajados trayectos por carretera.
Consumo: sensible a los cambios de ritmo
Las cifras de consumo del Volvo S60 homologadas son de 5,4 l/100 km en carretera, 8,9 l/100 km en ciudad y 6,6 l/100 km en ciclo mixto. Las cifras reales obtenidas durante la prueba se alejan bastante de las oficiales.
En ciudad, el marcador se va con facilidad por encima de los 9 litros y, en carretera, siempre y cuando no nos pese el pie derecho, podemos movernos entre los 6,5 y 7 l/100 km.
Tras la semana de pruebas y en un recorrido que incluyó todo tipo de vías, el ordenador de a bordo marcaba un consumo medio de 8 l/100 km.
El consumo del Volvo S60 se muestra muy sensible al tipo de conducción que practiquemos y acusa especialmente los cambios de ritmo.
La capacidad del depósito es de 55 litros.
Rivales: Rivales del Volvo S60 T5
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Vehículo | Volvo S60 T5 R-Design Aut. |
Bmw 330iA |
Audi A4 45 TFSI S line quattro-ultra S tronic 180kW |
Jaguar XE 2.0 I4 R-Dyn HSE RWD Aut. 250 |
Precio | Desde 48.369 € |
Desde 51.950 € |
Desde 53.821 € |
Desde 64.200 € |
Combustible | Gasolina | Gasolina | Gasolina | Gasolina |
Cambio | 8 marchas | 8 marchas | 7 marchas | 8 marchas |
Potencia (CV) | 250 | 258 | 245 | 250 |
Aceleración 0-100 km/h (s) | 7,1 | 5,9 | 5,8 | 6,5 |
Consumo Medio (l/100 km) | 6,6 | 5,6 | 6,8 | - |
Emisiones CO2 (g/km) | 152 | 129 | 153 | - |
Nuestra valoración: 7,7
Diseño 8
Motor 7
Comportamiento 8
Interior 8
Equipamiento 8
Consumo 7
Destacable
- Asientos
- Calidad percibida
- Confort y suavidad de marcha
Mejorable
- Mandos del climatizador
- Sin motores diésel
- Sin sensaciones deportivas
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