Mitsubishi Outlander
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Autor: Autocasión
12 de diciembre, 2006
El Mitsubishi Outlander es ahora mucho más práctico gracias a su nuevo motor diésel TDI de 140 CV y a un interior más amplio y versátil por sus 5+2 plazas
El Mitsubishi Outlander es ahora mucho más práctico gracias a su nuevo motor diésel TDI de 140 CV y a un interior más amplio y versátil por sus 5+2 plazas
El Mitsubishi Outlander es ahora mucho más práctico gracias a su nuevo motor diésel TDI de 140 CV, de origen Volkswagen, y a un interior más amplio y versátil por sus 5+2 plazas. Estarádisponible en los concesionarios a mediados de enero.
Se estima que el volumen de ventas de los modelos todocamino crecerá en Europa en torno a un 35% hasta el año 2009. Se trata de un segmento ya muy popular y, por tanto, con muchas marcas compitiendo. Con el nuevo Outlander, Mitsubishi parte muy bien situado en esta particular competición debido al esfuerzo que el fabricante japonés ha empeñado en el completo rediseño de la versión anterior. Por un lado, se ha resuelto la principal pega que impedía la popularización del modelo, llegando a un acuerdo con Volkswagen para motorizarlo con su conocido y probado 2.0 TDI de 140 CV de potencia, que en Mitsubishi denominan DI-D.
Además, se ha rediseñado completamente, tanto en el exterior como en el interior, obteniendo una imagen muy atractiva, musculosa y deportiva, con el innegable toque de familia Mitsubishi. El interior ha crecido y, gracias a ello, se ha hecho mucho más práctico. La mayor longitud permite ahora un espacio de carga de 775 litros con dos filas de asientos o 1.691 si plegamos la segunda fila. Pero además, escondida bajo el maletero, aparece una tercera fila de asientos que se puede extender fácilmente mediante lo que en Mitsubishi llaman sistema Hide&Seat. Como remate, el portón trasero está dividido en dos partes, con una superior ligera, mientras que la parte inferior rebaja el plano de carga y está reforzada para aguantar pesos de hasta 200 kilos.
El puesto de conducción nos ha parecido moderno y atractivo, incorporando un sistema de apertura de las puertas y arranque sin llave. El volante incluye los mandos de la radio y Bluetooth para teléfonos móviles. Sin embargo, los plásticos del salpicadero son duros y sin mullido. No se acaban aquí las novedades, ya que ahora el Outlander quiere ser más campero, por lo que se ha incorporado un sistema de tracción múltiple que, mediante una rueda tras la palanca de cambios, permite elegir entre tres modos diferentes de tracción: 2WD, 4WD automática o 4WD Lock. Este último bloquea el diferencial central, con lo que se consigue un importante plus de tracción en caso de necesitarlo al encontrar caminos embarrados o pasos difíciles. El modo 4WD automático reparte un 50% de potencia entre ambos ejes, si se circula por debajo de 50 km/h; por encima de esa velocidad se comporta como un tracción delantera, pero está atento a cualquier eventualidad para suministrar al eje trasero la potencia necesaria.
No hay que olvidar, sin embargo, que no es un todoterreno puro, por lo que, aunque permite circular con facilidad por caminos y pistas de tierra, no debemos pensar en enfrentarlo a retos difíciles porque su verdadero hábitat es el asfalto. Para ello se ha rebajado el peso y el centro de gravedad, incorporando un techo de aluminio. El comportamiento en carretera es noble y predecible, y los controles de estabilidad y tracción entran en el momento justo para evitar desmanes, algo que ocurre muy raramente si tenemos la precaución de circular en el modo 4WD automático. La caja de cambios es manual de seis marchas, con la que se consiguen unos consumos realmente bajos; no está previsto incluir una versión automática.
Para un futuro, se piensa en añadir a la gama un motor diésel de 170 CV, desarrollado en colaboración con DaimlerChrysler y Hyundai. La seguridad está al máximo nivel, (cinco estrellas en EuroNCAP). Está previsto que el precio se quede por debajo de 30.000 euros en la versión básica.
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