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Mercedes ML, GL y R320 CDI Bluetec

Mercedes ML, GL y R320 CDI Bluetec

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21 de julio, 2008

No llegan hasta 2010, pero ya hemos conducido los ML, GL y R BlueTEC. Sus prestaciones merman ligeramente respecto a los CDI originales, pero son más ‘limpios’.

Más información en hoymotor16, número 1292


Mercedes da un paso más en su ofensiva diésel americana y a la vuelta del verano pone a la venta en aquel mercado las versiones 320 CDI Bluetec de los ML y GL, y del crossover R. Estos vehículos aplican la arquitectura estrenada por el E 300 CDI BlueTEC, del que toman su mecánica y soluciones.


La primera no es otra que el reputado propulsor turbodiésel 3.0 V6, aunque con potencia limada a 211 CV –por los 224 originales– y par máximo incrementado en 3,1 mkg; eso sí, constante entre 1.600 y 2.400 vueltas. Entre sus novedades, cabezas de pistones retocadas para mejorar la mezcla, compresión rebajada a 16,5:1 y nueva electrónica de gestión.


ADBLUE » Mezcla activa


Los tres vehículos mantienen el cambio automático/secuencial 7G-Tronic de siete relaciones. De todos modos, su verdadera magia reside en su capacidad para minimizar emisiones del nocivo óxido de nitrógeno. Esto se consigue inyectando una solución acuosa de urea llamada AdBlue en el tramo final del colector de escape, solución procedente de un depósito adicional de 28 litros –32 en el caso del GL–.


Al entrar en contacto con los gases, el AdBlue se descompone en urea y agua. Luego, y a partir de 170ºC, la propia urea se transforma en amoniaco, agente activo del proceso. Cuando éste llega al catalizador reduce los óxidos de nitrógeno y los convierte en nitrógeno –inerte– y vapor de agua. Lo mejor es que el proceso no requiere más que 0,1 litros de AdBlue cada 100 kilómetros –del 1% al 3% del consumo de gasóleo–, de modo que el depósito sólo se rellena en cada revisión, aunque el consumo se incremente por viajar habitualmente muy cargados o arrastrar remolques. A todo ello, se trata de un aditivo barato.


Nuestra primera toma de contacto con estos modelos ha tenido lugar en tierras norteamericanas, donde la severa normativa de velocidad no nos ha permitido exprimir sus posibilidades. Con todo, la merma en potencia parece asumible por la mejora de empuje que permite el incremento de par máximo. Asimismo, la sonoridad mantiene los parámetros habituales y en ningún caso afecta a un confort de marcha a la altura de las berlinas medias de la marca.


Por último, y según la propia marca, el consumo de gasóleo se incrementa ligerísimamente, lo que también sucederá con el precio cuando lleguen a los concesionarios españoles a comienzos de 2010. De todos modos, ni el gasto –9,5 l/100 km de promedio en el caso del ML, un valor asumible– ni el sobrecoste de unos y otros resultará decisivo, mientras que lo depurado de sus gases terminarán por convencer a más de uno dentro de la creciente corriente ecológica.


Novedades en el ML: estética y equipamiento


A la estela del BlueTEC, Mercedes ha presentado las primicias introducidas en el ML. Estas comprenden nuevos faros –de diseño inspirado en el GL– y paragolpes, parrilla agrandada, llantas de nuevo cuño de 17 a 20 pulgadas, raíles de techo, escape doble y ópticas posteriores con LED en casi todas las funciones. También hay dos refl ectores esquinados que procuran un aspecto más ancho.


Dentro recibe asientos más ergonómicos, recubrimientos revisados, volante remozado y, sobre todo, equipo telemático a la última, con Bluetooth, conexiones para fuentes externas de sonido, Linguatronic… los pasajeros traseros pueden añadir un sistema DVD con pantallas de alta resolución y audio inalámbrico.


Otra novedad es el sistema de seguridad Pre-Safe con reposacabezas Neck-Pro, que ahora es de serie.

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