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Forf Kuga 2.0 TDCi

Forf Kuga 2.0 TDCi

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28 de mayo, 2008

Ford irrumpe con fuerza en el segmento de los todocamino con el Kuga, un modelo que lo tiene todo para triunfar. A un diseño atractivo suma una elevada calidad de acabado y un comportamiento dinámico excepcional. Es el amigo ideal para compartir el día a día y salir con él de «marcha» al campo.

Más información en Hoymotor16, número 1285


El segmento de los todocamino se pone aún más caliente con la llegada del Ford Kuga. Un modelo muy interesante y con muy buenos argumentos para triunfar y para optar al liderato entre este tipo de coches.


Ford en Europa estaba ausente en este segmento, algo que no sucede en Estados Unidos, donde la marca está bien representada con modelos como el Edge, y en otros países, con un vehículo muy exitoso como es el Territory. Por lo tanto, para triunfar en el Viejo Continente necesitaba tener un producto solvente. Con el Kuga ha apostado sobre seguro y no se han complicado la vida con un diseño rompedor y extravagante. Todo lo contrario, no han tomado ningún riesgo en este sentido y este todocamino, pensado por y para Europa, luce una estética muy dinámica que enseguida entra por los ojos. Algo muy importante en este segmento, en el que cuenta mucho la imagen.


Con el Kuga, la marca norteamericana ha dado en el centro de la diana. Este nuevo todocamino lo tiene todo para triunfar: es un coche muy atractivo y resulta ideal para usarlo a diario, siempre con un elevado confort de marcha y, además, permite disfrutar de él y con la familia en tiempo de ocio.

    Comportamiento

    El todocamino de Ford está disponible con tracción 4×2 (3.350 euros más barata) o 4×4. Para nuestra primera prueba hemos elegido la de tracción total, ya que nos parece la más interesante. Para ambas posibilidades, la marca ha previsto el superconocido y probado motor 2.0 TDCI de 136 CV –más adelante, el Kuga se podrá elegir con más motorizaciones–, un propulsor que cumple a las mil maravillas y mueve con agilidad los poco más de 1.600 kilos que pesa el coche. Las mayores diferencias las encontramos en la caja de cambios, que es la manual de seis marchas y, en comparación con el C-Max, han acortado los desarrollos para facilitar su movilidad fuera de la carretera.


    El Kuga comparte plataforma con el C-Max y, con respecto al monovolumen compacto de la marca del óvalo, ha recibido algunos cambios en las suspensiones. Lo cierto es que el resultado no podía haber sido mejor. El Kuga muestra un comportamiento excepcional en todo tipo de carreteras, escenario por el que se va desenvolver en la gran mayoría de las ocasiones. Las suspensiones, con unos reglajes, nos atrevemos a decir, perfectos, ofrecen un elevado confort de marcha y una estabilidad sensacional.


    Este todocamino sobre asfalto se mueve con una agilidad que no tiene nada que envidiar a ningún compacto. Además, la dirección, más directa que la del C-Max, contribuye de manera muy importante en el buen tacto de conducción que muestra el coche. La verdad es que el Kuga resulta muy sencillo de conducir y hay que destacar su magnífico comportamiento sobre asfalto mojado. Situación ésta en la que juega un papel importantísimo su tracción a las cuatro ruedas. Para el Kuga, Ford ha elegido un sistema de origen Haldex, que funciona en combinación con los diferentes controles electrónicos de ayuda a la conducción. Un sistema de tracción integral que resulta también muy eficaz cuando se utiliza fuera del asfalto, aunque hay que recordar que el Kuga no es un todoterreno puro y duro. Lejos de la carretera, su terreno favorito son las pistas de tierra y poco más.

    Interior y maletero

    El Kuga, que comparte plataforma con el C-Max, tiene una longitud de 4,44 metros y hay que reconocer que está muy bien resuelto. Su espacio interior es voluminoso, está bien aprovechado y en él se pueden acomodar cinco pasajeros adultos. En este aspecto, lo más criticable es que en los asientos traseros, la plaza del medio es más estrecha y dura que las otras dos.


    Por lo demás, detrás hay un buen sitio para las piernas y la cota de altura para la cabeza es muy buena. El maletero, por su parte, con una capacidad de 360 litros, no es de los mejores del segmento, pero aceptable. Una capacidad que puede llegar a los 1.355 litros si se abaten los asientos traseros. El Kuga aporta soluciones muy prácticas como que en el portón trasero se pueda abrir de forma independiente la zona de la luneta, lo que permite colocar o sacar objetos de pequeño tamaño sin la necesidad de tener que abrir todo el portón.

    Equipamiento

    El Ford Kuga está disponible con dos niveles de acabado: Trend y Titanium. La unidad de nuestra prueba tenía el nivel Trend, que es el más asequible, con un precio de 28.850 euros. Una cifra competitiva dentro de su segmento y que cuenta con un nivel de equipamiento bastante completo, aunque se echan en falta que algunos elementos no sean de serie y haya que recurrir al listado de opciones para poder disponer de ellos. Es el caso del encendido automático de las luces y los limpiaparabrisas (215 euros) o del climatizador bizona, que cuesta 400 euros.


    Sobre su equipamiento opcional hay que señalar que cuenta con algunos detalles muy prácticos. Uno de ellos es un enchufe de 220V ¡como los de casa!, que permite conectar diferentes aparatos, como un ordenador portátil o una nevera pequeña. Una opción que por los 120 euros que cuesta nos ha parecido realmente interesante. Otro elemento a tener en cuenta es un nuevo navegador, con un precio más asequible, cuesta 850 euros, en el que una de sus particularidades es una ranura para leer tarjetas de memoria, en las que se puede almacenar diferentes mapas o música MP3.

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