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Dodge Demon

Dodge Demon

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13 de junio, 2007

Cuando Chrysler invitó a nuestro corresponsal en Estados Unidos a conducir el último Dodge «concept» no nos lo pensamos dos veces: no todos los días surge la ocasión de conducir un sueño así bajo el duro sol californiano.




Cuando Chrysler invitó a nuestro corresponsal en Estados Unidos a conducir el último Dodge «concept» no nos lo pensamos dos veces: no todos los días surge la ocasión de conducir un sueño así bajo el duro sol californiano.


Conduciendo el único Dodge Demon del mundo por Pasadena Rose no pude por menos que acordarme de la legendaria dama de Pasadena, aquella que recogía la canción de los Beach Boys de 1964 acerca de una abuelita que tenía una bonita y pequeña cama de flores hecha de blancas gardenias. Por contra, y en su raquítico garaje, escondía un deslumbrante Dodge Super Stock; la abuela conducía rápido y duro. Recapitulemos. A comienzos de los 70, Dodge usó el nombre Demon para una rabiosa versión del Plymouth Duster Hatchback. Por tener, aquel coche tenía hasta adhesivos con una caricatura del demonio en los flancos. Sin embargo, y tras recibir unas cuantas protestas, la marca cambió el nombre por el de Dart Sport.

¿Se arriesgará otra vez a enfurecer al personal con el flamante Demon que tienen ante sí? ¿Está el mundo listo para recibir a Lucifer 35 años después? Para ser sinceros, no he tenido la suerte de conducirlo como el rápido demonio que es, ni siquiera al ritmo de la viejecita de la canción, pero he podido toquetearlo más de lo habitual en un «concept», quizá por lo próximo que está a lo que sería un automóvil de producción. La rumorología apunta a que el Demon saldrá a la venta en 2009, pero otras voces avisan que el proyecto podría cancelarse ahora que Chrysler se ha separado de Daimler. Algunos más añaden que parte de las negociaciones de compra incluirían la fabricación de futuros modelos sobre plataforma Mercedes y que éste sería uno de ellos, si la suerte acompaña.

El «concept» Demon, desvelado en el pasado Salón de Ginebra, nació como antítesis de los Mazda MX-5, Honda S2000 y Saturn Sky, además del Opel Speedster y otros deportivos europeos y, de cristalizar, sería uno de los puntales del segmento. De otro modo, ¿por qué lanzarlo en Suiza? Si llega a la producción, se convertirá en una suerte de imán para atraer a los concesionarios clientes de los Avenger y Caliber, modelos de tracción delantera que legan parte del chasis al Demon, algo así como un Viper mucho más manejable y asequible. Precisamente, algunas fuentes apuntan a que el Demon sería de tracción posterior para sintonizar con la filosofía de su «hermano» grande. Con llantas de 19 pulgadas tiene una planta sexy, aunque con diámetros 18 o 17 es más sensato y no desmerece.

¿He dicho sexy? En efecto, el Demon se aprecia así en directo, más que en imagen. El habitáculo luce un diseño semi-retro con apliques de aluminio cepillado y barras de protección contra el vuelco separadas detrás de los asientos –de ajuste manual–; la zaga oculta un cofre con tapa rígida que esconde el techo de lona. El «baby» Dodge se vale de un motor 2.4 de cuatro cilindros y 172 CV obra de Hyundai y Mitsubishi. A priori, es suficiente para su diminuta figura, por lo que no me extrañaría que en producción debutasen opciones derivadas 1.8 o 2.0.

Por cierto, se acopla a un cambio manual Mercedes de seis relaciones que, al menos en el «concept», no parece afinado: es fácil errar y «colar» la marcha atrás reduciendo a segunda. Parece que hasta en la timonería los diseñadores han primado aspectos estéticos sobre técnicos. A fin de cuentas, está hecho para deslumbrar, no necesariamente para conducir. No importa: me lo llevo tal cual…

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