Cadillac BLS
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Autor: Autocasión
24 de mayo, 2006
La marca estadounidense realza la línea de su espectacular berlina con vocación europea
La marca estadounidense realza la línea de su espectacular berlina con vocación europea
Cadillac pone en el mercado por primera vez un motor turbodiésel. El propulsor del BLS, de 1,9 litros de cilindrada y cuatro cilindros, con inyección directa “common-rail”, desarrolla 150 caballos de potencia y está equipado con un filtro de partículas diesel que no necesita mantenimiento. La berlina resulta muy habitable, pues la distancia hasta el techo en la parte delantera y el espacio entre asientos son de los mejores de su segmento. Su precio: desde 30.130 euros.
Como el resto de los modelos más recientes de la marca Cadillac, la berlina BLS ha sido diseñada específicamente para satisfacer las necesidades de los conductores europeos. Como resultado, este coche de tracción delantera enfatiza la dinámica del vehículo y el placer de la conducción con motores turbo de gran par motor, transmisiones modernas y un chasis puesto a punto para conseguir más agilidad. El BLS de Cadillac presenta formas claras y muy definidas, con un diseño en cuña y un elegante interior. Su aspecto más destacado son las líneas verticales en la parte delantera y trasera. La rejilla cromada en forma de V, un rasgo distintivo de Cadillac, queda recogida de nuevo en la tapa del maletero. El BLS incorpora también faros antiniebla integrados en el parachoques -del mismo color que la carrocería- y una gran entrada de aire por debajo de la rejilla.
En el interior del coche llama la atención el volante de cuero de tres radios y un reloj analógico en la columna central. Los instrumentos circulares tienen números en blanco y manecillas rojas sobre un fondo negro para facilitar su visionado.
Los sistemas de información incluyen unidades de audio del especialista en alta fidelidad Bose, un sistema de navegación por DVD con pantalla táctil, un dispositivo de teléfono móvil con conectividad Bluetooth con manos libres y mandos en el volante.
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El compartimento interior de la berlina está construido en su mayor parte de acero de gran resistencia e incorpora postes para una mayor solidez. En caso de colisión frontal, la energía del impacto se distribuye hacia multiples zonas de deformación. Unas cajas deformables por colisión situadas detrás de los guardabarros frontales evitan daños a la carrocería en impactos de hasta 15 kilómetros a la hora. Para proteger a los ocupantes en impactos laterales, los pilares de la puerta funcionan a la manera de un péndulo, una especie de bisagra en la parte superior que se balancea en la base con un movimiento controlado. Este dispositivo desvía la energía del impacto de la región de la cabeza y del pecho de los ocupantes hacia zonas menos vulnerables del cuerpo.
BAJO CONSUMO
Por primera vez en un Cadillac, el BLS estará disponible con un motor turbodiésel. El propulsor de 1,9 litros de cilindrada y cuatro cilindros, con inyección directa “common- rail”, desarrolla 150 caballos de potencia y está equipado con un filtro de partículas diésel que no necesita mantenimiento. El par máximo de 320 newton-metro se consigue entre 2.000 y 2.750 vueltas, lo que significa una elevada entrega de potencia a velocidades bajas y medias.
El BLS turbodiésel consume una media mínima de sólo 6,1 litros de gasóleo; en combinación con su depósito de combustible de 58 litros de capacidad, teóricamente garantizaría una autonomía de casi 950 kilómetros (circulando muy, muy despacito). Ç
La gama de motores de gasolina –todos ellos turboalimentados–, incluye dos versiones de 2,0 litros y cuatro cilindros (de 175 y 210 caballos) y una unidad de 2,8 litros de cilindrada y seis cilindros, con 255 caballos. Estos propulsores tendrán, sin duda, una presencia testimonial dentro de la oferta que el fabricante americano pondrá en circulación en el mercado español, debido a la preferencia de los automovilistas de este país hacia los modelos diésel, más adecuados al actual contexto de precios de los combustibles para automoción. El Cadillac BLS ofrece además transmisiones manuales y automáticas de cinco o seis velocidades, en función del tipo de motor.
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