Audi TT Roadster

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Autor: Autocasión
27 de diciembre, 2006
Más grande y habitable y con un diseño más atractivo, el nuevo TT Roadster recibe cambios estructurales que lo hacen más dinámico
Más grande y habitable y con un diseño más atractivo, el nuevo TT Roadster recibe cambios estructurales que lo hacen más dinámico
Más grande y habitable y con un diseño más atractivo, el nuevo TT Roadster recibe cambios estructurales que lo hacen más dinámico. Disponible con dos motores de gasolina de 200 y 250 CV, el descapotable biplaza de Audi ya está a la venta. EL nuevo diseño sigue las líneas marcadas por el TT Coupé en el frontal y en los bien marcados pasos de rueda, mientras que en la trasera llaman la atención sus grandes ópticas y su bonita estampa. Ha crecido en longitud, anchura, altura y distancia entre ejes, lo que hace más habitable un interior bien acabado, que se cubre con un techo de lona con luneta trasera térmica de cristal.
Y es que Audi quiere que el TT Roadster conserve el encanto de los genuinos descapotables, además de que el techo blando aporta una serie de ventajas, como su reducido peso o su pliegue en «Z», que deja la parte delantera del techo enrasada con la carrocería. Sólo 12 segundos invierte en pasar de coupé a cabrio, puede hacerlo a baja velocidad y, además, no ocupa espacio en un maletero con 250 litros de capacidad. También tiene sus desventajas, como una rumorosidad más elevada a velocidad de crucero. Y aunque hablar de versatilidad en estos coches es casi pecado, el TT Roadster puede incorporar una apertura entre los asientos que permite transportar objetos de hasta 1,90 metros.
La carrocería ha mejorado en rigidez con la incorporación de la tecnología ASF, de forma que ahora está fabricado en un 58% de aluminio y el restante 42% en acero. Este se aplica sobre todo en la parte posterior, en las puertas, en la tapa del maletero y en el marco del parabrisas. Mecánicamente hay dos alternativas: el tracción delantera 2.0 TFSI de inyección directa de gasolina y turbo, que eroga 200 CV, y el 3.2 V6 de 250 CV, sólo disponible con tracción Quattro. Ambos montan de serie la caja de cambios manual de seis velocidades, si bien por 2.500 euros se puede optar a la S-Tronic, con igual número de marchas. Al volante, alabar su divertido comportamiento, pues traza por donde se le indica y ataca con nobleza y docilidad hasta las curvas más cerradas, gracias a un excelente y bien dimensionado chasis que responde a la demandas del conductor más exigente.
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