AMG V8 5.5 biturbo

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Autor: Autocasión
22 de marzo, 2010
La filial deportiva de Mercedes-Benz estrena un nuevo propulsor V8 de alto rendimiento que, sin embargo, arroja un consumo bastante contenido.
AMG, filial deportiva de Mercedes-Benz, ahonda en su estrategia “AMG Performance 2015” con un nuevo V8 5.5 biturbo de 571 CV/900 Nm. Internamente denominado M 157, dispone entre otros de inyección directa de gasolina y 2 turbos.
Entre sus objetivos, fijar un consumo lo más ajustado posible sin menoscabo de las prestaciones. Por ejemplo, en el inminente S 63 AMG, donde debutará el próximo verano, consumirá 10,5 litros -y 246 gr/km– cada 100 km en ciclo mixto, un 25% menos que el actual S 63 AMG. Consigue un 0 a 100 Km/h de 4,5 segundos y 250 Km/h de punta limitada electrónicamente, aunque con pack opcional AMG Perfomance baja a 4,4 segundos y sube a 300 Km/h, de nuevo limitados electrónicamente. Así, el nuevo motor es proporcionalmente más eficiente que muchos turbodiésel de tipo medio.
Se acopla a una caja de cambios automático secuencial AMG Speedshift MCT de doble embrague y 7 velocidades, e incorpora función start/stop, que se activa al seleccionar desde el puesto de mando el modo del cambio Controlled Efficiency -posición C, que apaga el motor cuando el vehículo se detiene, arrancando en segunda velocidad y cambiando a la marcha superior a muy bajas revoluciones-.
Al parecer, esta mecánica jugará un papel determinante en próximos AMG, como el restylizado CL en fase de ensayos cerca del Círculo Polar Artíco que, aunque camuflado, se puede ver en la galería de imágenes. Por establecer un paralismo, el bloque AMG 6.3 aspirado de 6.208 cc es sensiblemente más capaz que el nuevo AMG 5.5 biturbo, que baja a 5.461 cc. Sin embargo, el rendimiento del último es superior, y en aquel el gasto 3,9 litros superior cada 100 km recorridos pese a contar con 46 CV/270 Nm menos. Por primera vez, AMG utiliza inyección directa con inyectores piezoeléctricos, que gracias a su mayor eficiencia termodinámica permiten un uso más eficiente del combustible y una reducción de las emisiones.
Sorprenden sus 2 turbocompresores, pero la cosa no acaba ahí, pues suma cárter de aluminio, 4 valvulas por cilindro, admisión variable e intercooler aire/agua. En vesión estándar, el propulsor «se limita» a 544/800 Nm, pero con el citado pack opcional aumenta a los mencionados 571 CV/900 Nm. 670 Nm están disponibles a 1.500 rpm, y el máximo de 800 Nm, 500 rpm después, fijándose hasta 4.500 vueltas. En versión de 571 CV, dispone de 875 Nm a 2.000 rpm y 900 Nm constantes entre 2.500 y 3.750 vueltas. Dispone de gestión del alternador con recuperación de energía en fase de retención. El propio alternador funciona a muy baja carga, reduciendo resistencia y ahorrando hasta 0,2 litros a los 100 en el ciclo urbano con sucesivas arrancadas y paradas.
Al igual que todos los motores AMG, el nuevo V8 biturbo es montado a mano en las instalaciones de AMG por un técnico que lo rubrica en una placa sobre el bloque al final del proceso como sello o garantía de calidad.
La tradición de motores V8 de alto rendimiento nacidos en la filial de la estrella es larga. Por ejemplo, en 2005 debutó el V8 6.3 atmosférico (M 156) que, según modelos, desarrollaba hasta 525 CV/630 Nm. Reservado al SLS AMG, el M 157 de esa misma cilindrada arroja 571 CV/650 Nm.
Otro hito es el V8 5.5 con compresor volumétrico del 2001: el MK 113K de 582 CV/800 Nm. Más potente, el V8 5.5 sobrealimentado y destinado al SLR McLaren liberaba 650 CV/820 Nm. Todos ellos, y el V12 AMG biturbo, han ganado la categoría de motores de altas prestaciones del “International Engine of the Year Awards”.
Como anécdotas, el M 117, primer V8 con 4 válvulas por cilindro, 5,6 litros, 360 CV/510 Nm, permitía al 300 CE 5.6 AMG 303 km/h en 1987, cifras que en su momento le convirtieron en el vehiculo de producción alemana mas rápido del mundo, y que le valieron el apodo como “The Hammer” (martillo).
Mucho antes, exactamente en 1971, el 300 SEL 6.8 AMG ya marcaba hitos. Impulsado por un AMG V8 6.8 de 428 CV, y pintado en un llamativo tono rojo cruzó, en su debut, la meta en Las 24 horas de Spa-Francorchamps en segundo lugar, ganando además su categoría. De hecho, el nuevo prototipo S 63 AMG V8 5.5 biturbo es un homenaje a aquel triunfo, responsable de la fama de AMG, fundada en 1967. Decorado como su predecesor, calza ruedas 275/35 R20 y 325/30 R20 en los ejes anterior y posterior, y exhibe una deportiva coraza a base de faldones delanteros complementada por molduras interiores de madera inspiradas en las del 300 SEL 6.8 AMG. También cuenta con báquets específicos de cuero y jaula de seguridad con barras antihundimiento homologadas.
Datos técnicos AMG 5.5 V8 biturbo:
Cilindrada: 5.461 cc.
Diámetro por carrera: 98×90 mm.
Compresión: 10.0:1.
Potencia: 544 CV a 5500 rpm (571 CV a 5.500 rpm con pack AMG Perfomance).
Par máximo: 800 Nm de 2000 a 4500 rpm (900 Nm entre 2500 a 3750 rpm con pack AMG Perfomance).
Peso (en vacio): 204 kg.
Realción peso/potencia: 0.41 kg/CV -0.39 kg/CV con pack AMG Performance-.
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