Tendremos gasolina y gasóleo de invierno este verano

Rubén Fidalgo
16 de abril, 2020
Debido al drástico descenso de consumo de carburante por el confinamiento durante la crisis del Coronavirus, el Gobierno prorrogará hasta el 31 de junio la comercialización del excedente de combustibles formulados para el invierno.
El confinamiento impuesto por el estado de alarma decretado por el Gobierno por el Coronavirus ha hecho que el consumo de combustible haya caído en casi un 90% en algunos casos. Esta situación anómala no estaba prevista y ha cogido a las suministradoras de combustible por sorpresa, de modo que el stock de carburantes de invierno está disparatado. Para regularizar la situación, el Gobierno prolongará la fecha de suministro de los combustibles de invierno hasta el 31 de junio.
Probablemente no lo sepas pero, igual que hay ruedas para circular en invierno que se comportan mejor a bajas temperaturas, con los combustibles pasa lo mismo. Tanto el gasóleo como la gasolina se aditivan de diferente manera en invierno y en verano para mejorar sus cualidades adaptándolas a las temperaturas de trabajo de cada época del año.
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El gasóleo, por ejemplo, es un combustible que tiende a cristalizarse y congelarse antes que la gasolina. Antiguamente lo que se hacía era añadir un porcentaje de gasolina al diésel para bajar su punto de congelación. Los motores antiguos lo admitían. Las mecánicas modernas son más sensibles a la calidad del combustible, así que desde hace muchos años, los propios suministradores de combustible adaptan su formulación para las épocas frías. En el caso del diésel, se añaden aditivos para que su punto de congelación sea a una temperatura menor y que se mantenga fluido en los días más fríos.
En el caso de la gasolina, el aditivo que se añade es para que sea más volátil y que de este modo mejore el arranque en frío de los motores.
Lo que ha pasado es que los distribuidores han añadido estos aditivos invernales a una cantidad de combustible que no se ha consumido debido a que ahora gastamos mucho menos al estar confinados y hay demasiado en stock. Para consumir ese combustible de invierno que ya está aditivado, el Gobierno permitirá su venta hasta el 31 de junio, dos meses más de lo normal.
¿Es malo usar combustible de invierno en verano?
La fórmula básica de la gasolina y del gasóleo no varía entre los de invierno y los de verano. Como decíamos, lo que se hace es añadir unos aditivos que hacen que ambos combustibles se comporten mejor a bajas temperaturas. Esto no supone un riesgo para las mecánicas de los vehículos, aunque es posible que notemos una pérdida de rendimiento y un ligero aumento de combustible al funcionar fuera de su zona óptima de temperatura.
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Es lo mismo que usar ruedas de invierno durante el verano. El coche anda igual y no pasa nada, pero desgastamos un poco más de lo normal las ruedas y perdemos algo de agarre los días más calurosos.
En concreto, usar el gasóleo de invierno durante el verano no supone ningún riesgo para la mecánica, aunque puede que aumente ligerísimamente el consumo de combustible, pero casi de manera inapreciable.
Utilizar gasolina de invierno en verano puede provocar un ligero aumento del consumo debido a que sufre más evaporación en el propio depósito y esto satura el sistema de ventilación del depósito de combustible, cuyos vapores en exceso son inyectados en la propia admisión del motor para evitar la saturación del filtro de carbón activo.
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