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Proyecto Epsilon Euskadi

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03 de abril, 2008

Joan Viladeprat vio y vivió todo durante su experiencia en Fórmula 1, en equipos como Ferrari, McLaren, Benetton y Prost. Fue una auténtico «aventurero de las Indias» para un país por entonces tercermundista en el automovilismo deportivo. Su trayectoria pasada y su coraje actual hacen de él un pionero. El «Proyecto Le Mans» de Epsilon Euskadi representa un espectacular y valiente desafío.

Joan Viladeprat vio y vivió todo durante su experiencia en Fórmula 1, en equipos como Ferrari, McLaren, Benetton y Prost. Fue una auténtico «aventurero de las Indias» para un país por entonces tercermundista en el automovilismo deportivo. Su trayectoria pasada y su coraje actual hacen de él un pionero. El «Proyecto Le Mans» de Epsilon Euskadi representa un espectacular y valiente desafío.

Más información en Hoymotor16, número 1276


Terminada su experiencia en la Fórmula 1, Viladeprat hubo de afrontar una nueva proyección profesional y personal. Eligió el camino más arduo. Recibió la oferta del proyecto Epsilon Euskadi: dirigir un equipo de carreras en las World Series. Pero contaba con otra visión, fruto de su amplia perspectiva deportiva y vital. Quería algo más que «llevar coches de carreras ». Quería «crear una industria, se trataba de compaginar el deporte, la formación, la invención y el desarrollo». Y así Epsilon Euskadi comenzó con el equipo de las World Series (Kubica ganó el título en 2005) y junto con otros dos en la Formula Renault y en la Copa Mégane se inició la primera etapa.


En la segunda, con la estrecha colaboración con la Universidad de Mondragón, se creó un master teórico- práctico, ahora en su cuarta promoción. Seis de sus pupilos trabajan ya en equipos de Fórmula 1. La tercera etapa culminará a partir de 2009 con una modernísima fábrica en Vitoria, de 15.000 metros cuadrados y un sofi sticado túnel de viento. El Ministerio de Educación y Ciencia y el Gobierno Vasco están apoyando su fi nanciación. «Hoy somos casi 120 personas en lo que es Epsilon como proyecto».


¿Por qué el desarrollo de un prototipo, con la vista puesta en las 24 Horas de Le Mans? «Para mí hay tres iconos en el automovilismo a nivel mundial: Indianápolis, Fórmula 1 y Le Mans», explica Viladeprat a Hoy Motor 16. «Como reto importante en el automovilismo, Le Mans es el más lógico».


A cinco años


Para ello, Villadeprat contactó en 2005 con John Travis, un experto y veterano técnico con amplia experiencia en equipos como Lola y Penske. Junto con varios alumnos del máster se creó una pequeña oficina. 2005 fue un año de experimentación y cálculos. 2006 y 2007, de estudios serios. A mitad de 2007 «decidí apretar el botón», explica Viladeprat. Lo que significó pasearse por los bancos en busca de créditos. ¿Cómo se atrevió a iniciar un proyecto que lleva ya cinco millones invertidos? «Pues creyendo que es algo único, histórico. Creo que este país está preparado. Hemos hecho que la America’s Cup haya encontrado el dinero que se necesitaba. Tengo la misma ilusión y creencia que también se puede encontrar. Éste es un proyecto a desarrollar en 4 o 5 años. Y se puede hacer. Esperemos que la industria española nos eche una mano. Me la he jugado. Todo lo que hemos hecho hasta ahora es muy especial».


«Estamos pidiendo 15 millones por temporada. Creo que tres patrocinadores, a cinco millones cada uno, es asequible. En lo referido a la financiación para la fábrica, vamos por el buen camino. Es un reto no sólo para nosotros, también lo es a nivel nacional.


¿Qué sensación tuvo cuando vio rodar por primera vez el EE LMP1-07? «Es algo difícil de explicar. Mira que he visto coches en mi vida. Puedes hacer un coche para Ferrari, para McLaren, para Benetton, pero otra cosa es trabajar en tu propio coche, con tu gente, con chavales que nunca habían visto un coche de carreras y que han crecido con el proyecto. Es una sensación única. Para mí, es como haber puesto una marcha más en el automovilismo nacional».


El siguiente paso culmina el proyecto: «nuestro objetivo es convertirnos en constructores. Es decir, poder acudir al mercado mundial en competencia con Dallara, Lola y con marcas que llevan mucho tiempo en el mercado. El mundo es enorme, China, Asia en general se está abriendo, y hay mercado. Vimos que constructores hay pocos, hay un espacio que podemos ocupar. El proyecto de Le Mans es el primer paso para demostrar que somos capaces de conseguirlo…».


«Me siento muy orgulloso de lo que hemos logrado hasta ahora. El coche es un hijo pequeño que nace, hay que enseñarle a andar, a hablar y ahora a correr. Si alguien cree en el proyecto como creemos nosotros y nos ayuda, estoy convencido de que en 3 o 4 años, este coche estará en la pole».

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