Lo encontró en un basurero y ahora tiene el coche de sus sueños

ACD
19 de marzo, 2020
Un joven indio sin recursos encontró en el basurero el coche de sus sueños: un VW Beetle que ha logrado restaurar y dejar casi como nuevo.
Hay veces que un sueño se convierte en realidad para muchos, aunque con esfuerzo, mucho esfuerzo. Esto es lo que le ha pasado a un joven indio de 28 años que encontró un coche destrozado en la basura y lo convirtió, con mucho trabajo, en su propio automóvil.
Pero, antes, pongámonos en antecedentes. Rakesh Babu es un joven indio que ya desde pequeño le fascinaban los automóviles, especialmente uno. En una película, cuando era niño, había descubierto el Volkswagen Beetle y se había enamorado perdidamente de él.
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Años más tarde tendría la suerte de cumplir su anhelo y tener uno propio. No es que se lo regalaran o que le tocara en un sorteo, sino que se lo ganó con su trabajo y su dedicación. Al parecer, Babu, se encontró un coche abandonado cerca de la población donde vivía, en Cherthala, en el sur de la India.
Tuvo la suerte de que se trataba de, precisamente, un Volkswagen Beetle como el de sus sueños. Eso sí, estaba destrozado, hecho una pena. No era problema, se pondría manos a la obra y conseguiría que luciera como nuevo, ya que, por desgracia, no podía permitirse uno nuevo.
Dicho y hecho. Cogiendo partes de un basurero, viendo imágenes de Internet y siguiendo indicaciones de tutoriales de Youtube (pues nunca había visto un Beetle en directo) y con sus propias manos logro reconstruir este clásico de la automoción.
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Le costó 6 meses de trabajo, que llevaba a cabo tras finalizar su jornada laboral. Gastó cerca de 500 euros y una gran cantidad de chatarra para armarlo, pero está hecho. Y el trabajo no está nada mal.
El joven creó el cuerpo del automóvil con sus manos usando láminas de metal y el motor, que desconocemos a qué modelo pertenece, es bastante frugal, de hecho, el joven indio confiesa que le gasta apenas 3,3 litros cada 100 km. El Beetle es de dos plazas y es más pequeño que el Beetle original, pero su acabado puede engañar a cualquiera que no esté familiarizado con el vehículo.
Las ruedas son de un tuk tuk, al igual que los faros. Para evitar castigar demasiado a la batería, utilizó luces LED del mercado de accesorios. El parachoques es de un protector de choque de motocicleta y el parabrisas está hecho de lámina de policarbonato. Los espejos son de una motocicleta TVS Fiero FX, mientras que las manecillas de las puertas son de un coche Ambassador. Todo lo demás está hecho a mano.
El biplaza tiene luces interiores azules, pero no hay otras campanas y silbatos añadidos. Los agujeros en el suelo, a través de los cuales se puede ver la carretera, probablemente cumplen la función del aire acondicionado.
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