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CabinSense, un controlador de pasajeros muy controvertido

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18 de febrero, 2019

Una compañía especializada en inteligencia artificial de origen israelí, ha desarrollado un sistema de monitorización que analiza y registra a todos los pasajeros que se montan en el coche. Controla algunos aspectos como el sexo, la edad o el peso para hacer el viaje más seguro.

¿Os imagináis entrar en el coche de otra persona y que este sea capaz de aprender casi todo de usted en cuestión de segundos? Podría parecer el argumento de la segunda parte de “Yo robot”, pero no lo es.

Esta tecnología ya existe gracias a una compañía especializada en inteligencia artificial de origen israelí. Su nombre es CabinSense y es capaz de escanear y analizar a los pasajeros de una manera mucho más exhaustiva de lo que lo puede hacer un sistema de detección de somnolencia con el conductor.

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En cuanto una persona entra a un vehículo con el sistema CabinSense integrado, el sistema escanea su cara, identifica quiénes son y registra su edad, genero, altura y peso. Según la compañía, el monitoreo podrá contribuir a hacer el viaje más seguro, pudiendo indicar si el pasajero utiliza el cinturón de seguridad o si está sentado de una manera segura. También puede desactivar los airbags de manera automática en caso de que detecte sillitas para niños por ejemplo.

CabinSense puede llegar a atentar contra la privacidad

Lo ideal es que los pasajeros habituales de un vehículo se registren en el programa, por lo que les reconocerá de manera rápida y los recuperará de su base de datos. Una vez terminado este proceso, se podrán aplicar las configuraciones preferidas de cada uno como la temperatura o los ajustes del asiento.

Sin embargo, CabinSense podría tener algunas consecuencias perjudiciales a la hora de tratar el tema de la privacidad, ya que podría delatar a todos aquellos que no les gusta que le pregunten por su edad, por ejemplo.

Además, el sistema puede ofrecer de manera eventual una función de detección de objetos que alerta al conductor en caso de que el pasajero deje en el asiento bultos como su teléfono móvil o su cartera. También puede controlar la actividad, por lo que puede detectar si los pasajeros están bebiendo o fumando. Todo esto suena curioso, pero quizá no a todo el mundo le seduce la idea de que el coche controle hasta su último movimiento, por lo que las demandas por violación a la privacidad podrían estar a la orden del día.

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